Samia – The Boy

Me ha costado un poco hacerme con el debut de Samia. Lo cogí con muchas ganas a finales de agosto porque había leído críticas muy positivas, pero no conseguí que me entrara con las primeras escuchas. El motivo es que estoy un poco saturado de artistas que recuperan el indie-rock de los noventa, y lo pagué con esta chica. Grave error por mi parte, porque le he vuelto a dar una oportunidad, y he podido comprobar que, en este trabajo, hay muchas cosas interesantes más allá del rock de guitarras.

The Baby’ es otro relato de una adolescente y el difícil paso a la madurez. Y puede que, sobre la superficie, los problemas de una chica que ha crecido entre Nueva York y Hollywood con unos padres famosos -siempre he sido muy fan de su madre, la actriz Kathy Najimy– y en una especie de burbuja, no resulte tan interesante. Pero oye, temas como la misoginia, la angustia y las presiones de ser adolescente, son universales. Vengas de donde vengas. Y todo eso es lo que nos encontramos en un trabajo bastante ecléctico, en el que hay espacio para el indie-rock, el pop ensoñador, o pequeñas concesiones a sonidos más clásicos.

Quizá, la introspectiva “Pool”, no es la mejor forma de empezar un disco. O quizá sí, porque esa subida de intensidad final, y el haber metido inmediatamente después un himno de indie-rock como “Fit N Full”, funciona bastante bien. Y ojo, porque los seguidores de las guitarras más distorsionadas ya pueden aprovechar esta canción, porque el resto tiene poco que ver. De hecho, se podría decir que la mejor comparación que podemos hacer es con Mitski, ya que sus canciones entran dentro de ese pop y rock tranquilo lleno de atmosferas de teclados. Es el caso de la preciosa “Big Wheel” (aquí me ha recordado un poco a las Haim), de la emotiva “Stellate”, o de esa joya llamada “Triptych”, donde los teclados entran maravillosamente en su parte final. Y ojo, porque incluso se atreve a ponerse algo más sintética, y entregar un tema como “Waverly”.

Sí es cierto que hay un par de canciones en las que está un poco más animada. Eso sí, tienen muy poco que ver la una con la otra. Porque en “Limbo Bitch” nos deja un vibrante tema de pop con una base rítmica potente. Sin embargo, en “Minnesota”, se entrega a sonidos más americanos y clásicos -por ahí aparecen un piano y una steel-guitar-. Y la verdad es que le sienta muy bien.

7,7

2 comentarios

  1. yellowsnow77 · septiembre 18, 2020

    mediafire.com/file/kfy6vhr3sj0vqv5/el+bebe.zip/file

  2. Pingback: Samia – Honey | Don't Eat The Yellow Snow

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