
A pesar de que cuenta con varios álbumes, algún que otro single, y hasta un pequeño sello discográfico, no he sabido de la existencia de Darksoft hasta hace un par de semanas. Ahí fue cuando me topé con ‘Beigeification’, el que es su último trabajo. Y es que, con apenas un par de escuchas, ya me tenía conquistado del todo. Porque este chico de Seattle, que ahora reside en Portland, maneja de maravilla esos sonidos dream-pop que se fusionan con algún toque ochentero, e incluso con un pequeño lado sintético. Algo que, como suele suceder en estos casos, lo hace él sólito, ya que tan solo cuenta con la ayuda de otros músicos para el directo.
Según he leído por ahí, los discos de Darksoft suelen ser conceptuales, y parece que este ‘Beigeification’ también lo es. O al menos eso es lo que se dice en la nota de prensa, que describe este trabajo como «una dosis posmoderna de estados de ánimo de colores pastel que utilizan clichés que terminan con el pensamiento para igualar la desilusión de nuestra época«. De ahí ese título y esa portada beige tan sumamente sosa. Algo que contrarresta bastante con lo que nos encontramos en el disco, porque sus nueve canciones son de todo menos sosas.
Darksoft describe su música como «rock alternativo ensoñador«, y claro, ahí pueden entrar muchas cosas. Así que, nada más empezar, nos deja “It Is What It Is”, en la que se va hacia un dream-pop de lo más animado y bien regado de teclados. Y hay que decir que suena a gloria. Como también lo hacen “Only Time Will Tell” y “Win Some Lose Some”, que viran hacia el mismo sonido. Aunque si es cierto que en la segunda los teclados cuentan con algo más de protagonismo. Algo que le sienta estupendamente a su música. Solo hay que escuchar “Fast Lane”, el que es corte más sintético del álbum, y toda una joya que te envuelve con su manto de teclados ensoñadores.
Son esos teclados ensoñadores los que hacen sus canciones más reposadas vayan a buen puerto. Bueno, eso, y su talento para crear melodías absolutamente deliciosas. Con esos ingredientes consigue dar con temas como “You Gotta Do What You Gotta Do” o “Stones Unturned”, que te conquistan a la primera con su sonido algo retro. Sobre todo, la segunda, que no puede sonar más a los ochenta. Y ya sabéis que a mí eso me va. Aunque diría que lo mejor del álbum llega con “Whatever It Takes”, donde acelera un poco el ritmo y se hace con un sonido algo más juguetón. Eso sí, sin perder el toque ensoñador que planea a lo largo de todo el álbum.
7,9
MD
RP
MG
Un gran disco con un sonido muy pop, ochentero y unas guitarras cristalinas, envolventes e hipnóticas. Me gusta, “It Is What It Is” , «Fast lane» y sobre todo «Whatever It Takes» , un superhit, aunque pasará sin pena ni gloria tras un finde dominado por los Grammy y el Benidorm Fest . Cada vez el arte es para una inmensa minoría.
Bueno, al menos lo escucharemos unos cuantos. Jejejeje.
discazo
Pues sí, jejeje