Motorama – Sleep, and I Will Sing

Llevo toda la semana tratando de poner por aquí el nuevo álbum de Human Tetris, y supuestamente iba a caer hoy, pero al final ha llegado otro grupo ruso y le ha comido la tostada. Pero es que no estamos ante un grupo ruso cualquiera, estamos ante el grupo ruso de post-punk por excelencia. Y es que, tras casi veinte años de carrera, Motorama se han convertido en un valor seguro para los que aman este tipo de sonidos oscuros. Además, son de lo más prolíficos, y es normal encontrarse con una nueva colección de canciones suyas cada poco tiempo. Que, básicamente, es lo que me pasó a mí el otro día, que fue cuando editaron este disco.
Lo bueno que tienen Motorama es que no se quedan estancados en su mundo post-punk. Por sus discos también hay una notable influencia de las bandas de indie-pop de los ochenta. Además de paisajes de lo más ensoñadores. Y esto se acentúa en ‘Sleep, and I Will Sing’, el que es su nuevo álbum. Porque sí, en sus ocho canciones aparece ese bajo característico del post-punk y esa voz profunda a lo Ian Curtis, pero también unos teclados suaves y unas guitarras cristalinas que le dan un toque mucho más pop al asunto. Incluso se atreven con algún ritmo cercano al jangle-pop en las estupendas “Not Really” y “Unknown”.
El disco empieza de la forma más brillante posible. Y no lo digo porque estemos ante una canción que se llama “Two Sunny Days”, sino porque aquí aparecen esos Motorama puramente pop que no le tienen miedo a resaltar sus melodías y dejar que las guitarras brillen al máximo. Además, en ella, se olvidan de la voz de ultratumba y su cantante se deja llevar por el lado más melódico posible. Una joya que no está sola, porque en “Twilight Song” también se van hacia caminos muy pop. Aunque eso sí, tan solo en su estribillo y en el teclado que aparece al final, porque en el resto del tema tiran hacia la oscuridad. No obstante, tiene un bajo que es puro Joy Division.
Algunos dirán que Motorama apenas han cambiado su sonido en dos décadas, pero yo sí que veo ligeros cambios en su propuesta de siempre. Ahí tenemos un tema como “And, Yes”, que podría ser todo un clásico de su discografía si no fuera porque, esta vez, le dan protagonismo a una guitarra acústica. Eso sí, una que va a toda leche. O un tema como “Next To Me”, donde no sólo aparece esa acústica otra vez, también lo que parece ser una flauta, o un teclado que la imita. Y esto casa de maravilla con su lado más oscuro. Aunque eso sí, luego tenemos un par de temas como “Another Chance” y “Dreams”, donde sí que aparecen los Motorama de toda la vida. Pero da igual, porque les sigue funcionando de maravilla. Es más, me atrevo a decir que estamos ante su mejor álbum en años.
7,9
Debe estar conectado para enviar un comentario.