Soft Hearted Scientists – Uncanny Tales From the Everyday Undergrowth
Llevo varios días pensando que este trabajo de Soft Hearted Scientists acababa de salir. Pero no, resulta que es una especie de recopilación de sus primeras canciones que se puso a la venta allá por 2005. El caso es que ha sido ahora cuando lo han subido a las plataformas de streaming y por eso me aparece como novedad. También es cierto que está descatalogado y solo se pueden encontrar copias físicas de segunda mano. Quizá, por eso, han decidido sacar ahora la edición online. Algo que me viene muy bien, porque me ha dado a conocer a esta peculiar banda galesa y su folk progresivo.
Si echamos un vistazo a la biografía de Sof Hearted Scientists, nos encontramos con historias algo extrañas que casi parecen inventadas. O quizá lo son, no lo sé. El caso es que, ese relato que cuentan en el que dicen que se conocieron en una compañía ambulante de mimos especializada en espectáculos medievales, es de lo más raro. Pero lo cierto es que, una vez escuchas su música, ya no parece tan extraño. Su mezcla de folk, psicodelia, pop, y rock progresivo, pega bastante como banda sonora de un espectáculo medieval gales. Y lo cierto es que se les da muy bien fusionar todos esos estilos y dar con algo muy directo y fácil de escuchar.
Para escuchar este ‘Uncanny Tales From the Everyday Undergrowth’ hay que ponerse un poco en situación y volver a los primeros años del Siglo XXI. Aquí, la influencia de bandas como Gorky’s Zygotic Mynci, The Beta Band, o Super Furry Animals, es más que evidente. De hecho, la de estos últimos resulta clarísima en ese estribillo delicioso y enérgico que entra de repente en “The Petition”. O en esa gema pop llamada “Brother Sister”. Pero también aparecen por aquí otras influencias más clásicas, como The Beach Boys y Love. Ahí tenemos “Diving Bell”, un tema que no desentonaría en el ‘Forever Changes’. O esa “Wendigo” de lo más extraña, pero bastante atrayente. Y si nos vamos a “Many Monster”, nos encontramos con un bonito corte lleno de armonías vocales a lo Brian Wilson.
La psicodelia es la gran protagonista de este trabajo. Además, de diferentes formas. Ahí tenemos “Mount Palomar”, el precioso tema que abre el álbum recordándonos a los Mercury Rev más amables. Y ojo, porque si nos vamos a “At Night the Quarry Glows Like a Mothership”, vemos que también saben lo que es fijarse en el lado más experimental de la banda de Jonathan Donahue. Lo que, irremediablemente, nos lleva a los Pink Floyd de Syd Barrett. Ese sonido, unido al folk, es lo que nos encontramos en temas como “Isabella (Keep Riding the Road to the Sea)” o “Midnight Mutinies”. Y para cerrar, nada mejor que ponerse un poco más peculiares y entregar ese chorro de psicodelia llamado “Black Castles”.
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