Colored Lights – Colored Lights
![](https://donteatheyellowsnow2.wordpress.com/wp-content/uploads/2023/09/colored_lights.jpg?w=1024)
A este paso vamos a tener que poner un monumento a Frode Strømstad. El artista noruego lleva casi dos décadas facturando el mejor indie-pop con I Was A King, pero ese es tan solo uno de sus proyectos. Hace poco pudimos disfrutar del segundo trabajo de The No Ones, ese supergrupo que tiene junto a Peter Buck de R.E.M., y Scott McCaughey de los Young Fresh Fellows. Y ahora nos presenta a Colored Lights, una nueva banda que ha formado con varios compatriotas noruegos. Entre ellos, Ole Reidar Gudmestad, que también milita en I Was A King. Aunque eso sí, el disco se lo edita el sello madrileño Bobo Integral. Y ya sabéis que eso es una garantía de, aquí, hay algo bueno.
Evidentemente, el álbum de debut de Colored Lights se va hacia al mejor pop. Como bien dicen en la nota de prensa de su sello, aquí hay algo de la artesanía melódica de Guided By Voices y The Beach Boys. Pero también de la experimentación de Brian Eno y la sinceridad de Palace Brothers. Y es que, en el fondo, estamos ante un disco curioso en el que hay cortes de escasa duración en los que apenas les da tiempo a mostrarnos un estribillo pegadizo y delicioso. Es el caso de los 25 segundos de “Country Please”, una canción que no desentonaría en cualquier disco de Guided By Voices. O de “Wondering Woods”, donde sus guitarras se llenan de crudeza muy melódica. Además de unos interludios algo experimentales como “M.L.O.C.” y “The Ambassador” que, la verdad, se podrían haber ahorrado.
Como no podría ser de otra manera, lo mejor del disco aparece cuando se van abiertamente al pop más luminoso. Ahí tenemos “Worst Game Ever”, que abre el disco dejándonos una melodía de lo más deliciosa y unas guitarras sucias, pero enormemente melódicas. O esa maravilla llena de melancólica llamada “Warm Jets”, la cual cuenta con un teclado un tanto tímido que se te pega como una lapa. Como el de la juguetona “Stabbing Cluds”, que nos transporta a un pop delicioso y colorido. Además de esa “Choke-Bored” que cierra el álbum recordándonos a los mejores Teenage Fanclub.
Su pop no solo vive de guitarras sucias, también son unos alumnos aventajados de la escuela The Byrds. Solo hay que escuchar la delicadeza con la que atacan la deliciosa “Primitive Move”, en la que, gracias a una gran melodía y unas guitarras cristalinas, se ganan tu corazoncito pop en menos de un minuto y medio. Unos ingredientes que, por cierto, también usan en la estupenda “Ashes”. Y si nos vamos a “I Used to Cook”, nos encontramos con que no se les da nada mal acercarse a un sonido más folk y americano. Además, salen airosos del algún fregado en el que se meten. Como el de “Down by the Sea”, donde juegan con la psicodelia y la oscuridad. O el de esa balada llamada “Blue”, la cual se va llenando de suciedad hasta acabar con un sonido roto y sucio. Y hay que decir que funciona.
7,9
Debe estar conectado para enviar un comentario.