Dean Wareham – Love is Colder Than Death (Single)

Vuelve Dean Wareham, y lo hace a lo grande, con uno de los singles más bonitos de su carrera. El que fuera líder de Galaxie 500 y Luna, sacará un mini-lp el próximo mes de octubre, y este Love Is Colder Than Death es su carta de presentación.

Según el propio Wareham, es una canción que habla sobre viajes épicos y regresos y felices. También comenta que el titulo esta sacado de una película de 1969 dirigida Fassbinderno es una gran película, pero tiene un titulo memorable«). La cuestión es que parece que ha vuelto a los mejores tiempos de su carrera, cuando militaba en Galaxie 500. Más que nada porque es una de esas canciones melancólicas y frías que tanto abundan en su impecable discografía. A mí me parece una absoluta maravilla, y hace que espere con muchas ganas ese nuevo trabajo titulado Emancipated Hearts

La cara-b se llama She Went Walking in the Rain, y es una versión de un tema reciente compuesto por Sonic BoomCheval Sombre. La verdad es que le viene como anillo al dedo, y nos deja otro corte cargado de tristeza y melancolía.

8

25 Canciones: James

25 canciones de James son pocas para resumir su espectacular carrera, pero bueno, es el tope que puse cuando empecé con esta sección. Me ha costado una barbaridad quitar cuatro o cinco, que son las que me sobraban, y he dejado las que creo que son más representativas. Como siempre, esto algo muy personal, y cada uno tendrá su lista de favoritas. Sobre todo con James, que es una banda con un gran número de seguidores.

Aunque la banda de Manchester se formó a principio de los ochenta, y sacaron un par de discos a mediados, he querido comenzar este repaso con los últimos años de esa década, que fue cuando dieron el pelotazo. Bueno, el pelotazo relativo, ya que la banda de Tim Booth tuvo muy buena acogida en Gran Bretaña, pero les costó mucho ser una banda con un relativo éxito fuera de su país. En Estados Unidos tuvieron un momento de gloria con Laid, pero poco más. Y si hablamos de España, la cosa no mejora (fueron muchos los que pusieron el grito en el cielo cuando cerraron una noche del FIB 2001), y eso que Born Of Frustration sonó mucho por las radios de aquí. Pero bueno, se ha demostrado mil veces que no hace falta vender millones para conseguir una buena legión de seguidores.

La primera parada la hago en su álbum Gold Mother que, aunque salió en 1990, fue el encargado de recoger las semillas que habían plantado en 1989 con Come Home y Lose Control. Estos dos temas coincidieron con la explosión de la escena de Madchester, y claro, los metieron en toda esa historia. También es cierto que ellos se lo ganaron con esa imagen de nuevos hippies (ya sabéis, las florecillas y todo eso). De aquí he metido esa Come Home y su teclado sublime, How Was It For You, que es su primer gran temazo de puro pop, y Sit Down. Este tema en realidad salió con la reedición de 1991, ya que la sacaron como single suelto y se plantó en el nº2 del chart británico. De hecho, a día de hoy, sigue siendo su mayor éxito.

Para cuando salió a la venta Seven, James eran ya una banda conocida en toda Inglaterra, y claro, eso se notó en las ventas del álbum, que entro directo al segundo puesto. También ayudó el hecho de que ese disco contuviera grandes canciones como Ring The Bells, Born Of Frustation o esa misteriosa y maravillosa Sound. Estos primeros años de los noventa fueron su mayor momento de gloria, dieron un concierto ante 30.000 personas en el parque de Alton Towers, y fueron teloneros de Neil Young en Estados Unidos. A la vuelta se metieron en el estudio, y junto a Brian Eno, grabaron Laid, el disco con el que lograrían meterse en las radios norteamericanas (tenía un sonido un tanto yankee), y el más vendido de su carrera. Algo que es totalmente normal, ya por aquí nos encontrábamos con himnos pop como Sometimes, Say Something, y estremecedoras canciones como Out To Get You. Por no hablar del famoso tema que daba título al álbum.

En 1994, la banda llevaba cinco años sin parar de girar y de sacar discos, y decidieron tomarse un merecido descanso de tres años – Bueno, Tim no estuvo muy parado y se dedicó a hacer música con Angelo Badalamenti -. Pero antes editaron el experimental Wah Wah, un disco que grabaron durante las sesiones de Laid, y que se vendió como una colaboración de la banda con Brian Eno. No es un disco que me entusiasme demasiado, y tuvo unas críticas muy dispares. Se puede destacar que tenía una primera versión de Tomorrow, y poco más.

Whiplash es conocido como el parto de James. El grupo estuvo dos años grabando decenas de canciones y contó con dos productores, tres si contamos con que había cosas que ya hicieron con Brian Eno. Mereció la pena, ya que fue otro éxito (gracias a She’s a Star), y alarga su lista de grandes canciones como la contundente Tomorrow y Waltzing Along. Grandes canciones que recopilaron un año después en el inevitable Best Of con canción nueva. Como en todos estos casos, merece la pena si no conoces la discografía del grupo en cuestión, y si la canción nueva no es un descarte más. Aquí no lo era, ya que estábamos ante ese estupendo himno (dedicado a todos los freaks del mundo) llamado Destiny Calling.

En 1999 vuelven a llamar a Brian Eno para que les produzca Millionaires, el que será su octavo trabajo. Es una especie de punto de inflexión en su carrera, ya que contiene una gran dosis de electrónica, y es un disco más melancólico de lo normal. Hay que tener en cuenta que en esta época todavía se vive la resaca del OK Computer, y para bien o para mal, muchos grupos ingleses se contagiaron de ese pesimismo. A mí es un disco que me encanta, de hecho, habría metido Afro Lover y Vervaceous (con mi adorada Sinéad O’Connor) sin ningún problema. Como la gran mayoría de discos de James, las críticas fueron muy dispares, y hay gente que lo equipara con la obra maestra de Radiohead (demasiado), y otros que ni lo aprueban. De este me quedo con la muy pop Crash, con ese baladón llamado Just Like Fred Astaire, con I Know What I’m Here For, y sobre todo con We’re Going to Miss You, que es un poco ñoña, pero me encanta.

El caso de Pleased To Meet You fue curioso, es uno de sus discos menos vendidos en Inglaterra, pero les dio a conocer a las generaciones más jóvenes. Todo por Getting Away With It, una de esas canciones con la que imposible no conectar (recuerdo estar en el FIB de aquel año, y ver a la gente correr hacia la carpa pop cuando la pinchaban). Es una lástima que la cagaran con el vídeo y que la canción no reflejará ese éxito en las listas. Que este tema no fuera numero en medio mundo, es una cosa que nunca he logrado entender. El disco ha envejecido un tanto mal, la verdad, la producción tan del momento de Eno (muy sintética y con mucho protagonismo de los teclados), se ha quedado un poco desfasada. Con todo, se pueden rescatar grandes canciones como Falling Down, English Beefcake o la muy sugerente Fine. Pero no es el disco con el que se supone que tendría que despedirse una banda como James. Y es que a finales de año anunciaron su separación después de dar un concierto multitudinario en Manchester, que más tarde aparecería en DVD y CD bajo el nombre de Getting Away With It…Live.

Cinco años consiguieron estar parados, ya que en 2007 se reunieron para dar cinco conciertos (entre ellos los del Summercase), y para grabar un nuevo trabajo. Hey Ma apareció en 2008, con la estupenda Whiteboy como adelanto. Era un álbum muy político marcado por la reciente guerra de Irak -la letra del tema que le da título es escalofriante- donde recuperaban un poco el sonido de sus primeros discos de los noventa (la trompeta aparece en un buen número de ocasiones). Es un buen trabajo, y tiene temas que están dentro de lo mejor de su carrera como Waterfall, que es inmensa. No puedo decir lo mismo de los dos Eps posteriores, que no me gustan nada de nada.

Aunque no dan muchas señales de vida, de momento siguen en activo, y este año han dado unos cuantos conciertos en festivales. Lo que sí que no tienen anunciado es ningún nuevo trabajo. Habrás que aguantar la espera con estas 25 canciones.

Minor Alps – Get There

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Minor Alps es la banda que se han montado Matthew Caws y Juliana Hatfield para pasar el rato mientras nos están ocupados con sus respectivos proyectos. Aunque parece que la cosa va un poco más en serio, y supongo que dependiendo de cómo les vaya, continuaran con él o no. El cantante de Nada Surf y la artista de Boston se conocen desde hace muchos años, pero no ha sido hasta ahora que han decidido unir sus fuerzas y crear este proyecto chico-chica. Lo han hecho lo más democráticamente posible, y no solo han escrito todas las canciones conjuntamente, sino que también han tocado todos los instrumentos que aparecen en el álbum. Supongo que por eso todavía no van a hacer gira, y de momento a Europa solo viene la parte masculina del grupo (en USA sí que tienen programados conciertos juntos).

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Get There es un trabajo en el que impregnan una madurez impresionante, y donde se compenetran de una forma brillante. No es raro, los dos vienen del indie-rock de los noventa y ya deben de estar de vuelta de todo. Por supuesto, las canciones tiran hacia ese estilo que ha marcado su carrera, pero no se quedan ahí y de vez en cuando nos obsequian con alguna caja de ritmos y una buena melodía pop (solo hay que escuchar el precioso tema que abre el álbum).

Les ha quedado un álbum muy completo, en el que encontramos temas potentes de rock, delicados medios-tiempos y alguna balada muy chula. Está claro que donde más cómodos se encuentran es en los cortes que más recuerdan a sus carreras en los noventa. Canciones como I Don’t Know What To Do With My Hands (esta podría haber sonado en cualquier College Radio en 1993) o la estupenda Far From the Roses (¿la mejor del disco?). Sin olvidarse de Mixed Feelings, que no tiene nada que envidiar a los temas más rockeros de Nada Surf, o esa Lonely Low, donde se nota que Juliana ha metido un poco más de mano, y se ha acordado de su amigo Evan Dando.

Si nos paramos en los temas más tranquilos, hay que dar una escucha obligatoria a If I Wanted Trouble, que con esos teclados del estribillo y esa caja de ritmos, resulta de lo más deliciosa. O la oscura Radio Stactic, donde vuelven a dejar las baterías de lado. Y es que ese pequeño toque electrónico es el mayor cambio que se puede apreciar respecto a sus respectivas carreras. Pero también nos dejan un baladón más clásico como Waiting For You, muy en la línea de los últimos discos de los neoyorquinos, donde hay un gran número de canciones más reposadas. Eso sí, donde no aciertan es el experimento final, que les ha quedado aburrido, y demasiado largo.

No es que sea un disco sobresaliente, pero sí notable. Además, demuestra que los chicos siguen teniendo ideas interesantes. Algo que ya sabíamos de Matthew Caws, pero no de ella, que en los últimos años ha estado dando tumbos con unos discos muy irregulares.

7,3

Terry Malts – Nobody Realizes This Is Nowhere

Por alguna razón que desconozco, y no entiendo, Terry Malts evitaron que se les relacionara con Magic Bullets, banda a la que pertenecen sus tres miembros. Supongo que será por las diferencias musicales que hay entre una banda y otra, pero vamos, que sigo sin entenderlo. Afortunadamente, entraron en razón, y ya no esconden que también pertenecen a una de las mejores bandas de pop de lo que llaman la Bay Area. Y es que aunque disfracen su música de punk, el trío de San Francisco hace canciones de puro pop acelerado y ruidoso. Digamos que tiran de los Ramones, de los Husker Dü más asequibles, e incluso de The Jesus & Mary Chain. Además, están en Slumberland, uno de los mejores sellos de pop de nuestros días.

La continuación de Killing Time (uno de mis discos favoritos de 2012) sigue por el mismo camino, y no cambian absolutamente nada -a ver quién es el listo que le dice a un punk-rocker que cambie de un disco a otro-. Es decir, está lleno de canciones que no suelen pasar los dos minutos en las que las guitarras aceleradas y las melodías pop se fusionan con una contundente base rítmica y la voz grave (casi parece un crooner) de su cantante.

Es un disco para disfrutar como un crío, y no pararse a pensar que esto está hecho desde hace mucho tiempo. También os digo que es difícil sonar fresco con algo tan sumamente sobado, y ellos lo hacen de maravilla. Y es que a veces se dan los factores correctos, y por lo que sea, algo así es capaz de hacernos vibrar otra vez. Two Faces, Human Rice, They’re Feeding, Buy Buy Baby, So Serious o Walking Without You cumplen su función sobradamente. Algunas son más pop, otras son más punk, pero todas las canciones del disco tienen algo que te hace mover la cabeza de un lado a otro. Incluso cuando se ponen en plan Psychocandy, algo que hacen en Comfortably Dum (supongo que esto será una coña con el tema de Pink Floyd).

No, no van a cambiar el mundo, pero quizá te lleven a esos días en los que escuchaste por primera vez a los Ramones, y solo podías pensar en ir a un concierto a hacerte unos buenos pogos. Algo es algo.

7,2

Delorean – Apar

Delorean han tardado tres años en dar continuación a su exitoso Subiza, que les llevó de gira por todo el mundo. No hace falta decir que los de Zarautz son el grupo español con más proyección en el extranjero, y que un lanzamiento suyo ya es algo que funciona a nivel global. Por eso este Apar es tan importante, aquí se la juegan, y con este trabajo deberían consolidarse. Según su cantante, este su “big production album”, y puede ser cierto, ya que encontramos muchas voces femeninas (una de ellas de la cantante de Chairlift) y una gran cantidad de instrumentos convencionales, que empiezan a ganar terreno a la maquinas. Sobre todo algunas baterías, que en algunos casos tienen mucho protagonismo. Además, creo que no cantaban tanto desde que jugaban a ser un grupo de post-punk.

Pero no nos engañemos, el sonido sigue siendo el mismo. Apar no defraudará a nadie que disfrutará con su anterior trabajo, ya que el rollo balear, los pianos dance y muchas bases siguen por aquí. Lo único que cambia es que ahora es más pop, y que quizá se han tranquilizado un poco. También es cierto que el hecho de que hayan dejado de utilizar samplers para las voces, le da otro enfoque a unas cuantas canciones. Digamos que hay temas en los que se acercan a una composición más cercana al pop, y se alejan un poco del dance.

Spirit abre el álbum recordándonos a los mejores momentos de Subiza. Ese toque minimalista, ese tono épico que le dan los coros, y esa melodía tan veraniega, hacen que este tipo de canciones sigan funcionando. Pero en Destitute Time ya vemos ese acercamiento al pop. El primer single es un corte de pop electrónico de lo más bailable, donde destacan los coros de la cantante de Glasser. Y es que la primera parte del disco es realmente buena, ya que en el tercer corte nos encontramos con una sorprendente Dominion, donde una vez más vuelven a hacer ese tipo de canción que va creciendo y creciendo, hasta llegar a un estribillo arrebatador. De hecho, ese tono esperanzador me recuerda mucho al que tiene el último trabajo de Passion Pit – también me pasa eso con You Know It’s Right -. El tema con Caroline Polachek tiene cierto toque al grupo de esta, y no sé cómo lo van a solucionar en directo. Espero que no tiren de sampler, ya que es una canción muy chula, pero que tiene todo el peso en la voz femenina.

Una de las sorpresas de Apart, es que se podría decir que tiene dos pseudo-baladas (por llamarlo de alguna forma). La primera es Keep Up, un tema electrónico muy tranquilo con un regustillo a dream-pop que les sienta de maravilla. La otra es Your Face, un corte con un toque ochentero que bien podrían haber facturado sus amigos de Dominant Legs. Esto no me extraña lo más minino, ya que solo hay que seguirlos en las redes sociales, para saber que son grandes seguidores de estos sonidos tan ligados a bandas como Felt o Aztec Camera.

Walk High es un tema que puede sorprender a sus seguidores de otras partes del mundo, esos que empezaron con Ayrton Senna Ep, ya que recuperan un poco el sonido de Into the Plateau y nos encontramos con un tema con bien de baterías reales, y algunas guitarras que recuerdan a esa época. No está mal, pero creo que no deberían tirar hacia ahí otra vez. Aunque a su favor tengo que decir que tiene ese toque pop que impregna casi todo el disco, y que me parece un tremendo acierto. Es el mismo con el que nos volvemos a topar en la notable Inspire y en Still You, los dos temas que cierran el disco. Por cierto, en esta última vuelven a tirar del rollo esperanzador para construir uno de los mejores temas de su carrera. Es una maravilla.

7,5

Okkervil River – The Silver Gymnasium

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Dicen los miembros de Okkervil River que este nuevo trabajo está inspirado en su infancia, y que además de contar historias autobiográficas, han querido que el disco sonara como los de aquella época. Es decir, que han hecho un álbum donde encontramos una clara influencia del rock de los ochenta, y no estoy hablando del rollo más underground, se han ido a fijar en el artista con más éxito de aquella época. Y es aquí se deja ver el Bruce Springsteen de Born In The U.S.A. por todos los lados. Esto no es nada nuevo, el de New Jersey siempre ha sido una influencia clara en los de Austin, pero esta vez es algo de lo más descarado. Por mi perfecto, ya que se les da de maravilla, y han vuelto a hacer un trabajo enorme.

The Silver Gymnasium se abre It Was My Season, un tema muy clásico que tiene un piano como protagonista. Es una de esas canciones épicas que ya dejaban ver en su anterior trabajo (la parte final con los coros es una maravilla), y una forma enorme de empezar su séptimo álbum. On A Balcony y Down Down the Deep River son dos de los temas que más recuerdan al Boss, y lo hacen de forma diferente. En la primera aciertan yéndose hacia el Springsteen más clásico en un bonito tema, pero en la segunda es donde se ganan el cielo. Los casi siete minutos de Down Down the Deep River son lo mejor del disco. Esos teclados, ese saxo y ese rollo de himno para estadios, hacen de ella una de las canciones de este 2013. Después de esta canción tan intensa, llega Pink-Slips, donde se calman un poco, pero no bajan la guardia, ya que es un tema precioso en el que Will Shef demuestra que es uno de los cantantes con más talento de estos días. En Lido Pier Suicide Car vuelven a dejarnos a cuadros, terminando una balada con una arrebato de soul de más de un minuto. Tremenda. El rock más clásico aparece otra vez en  Where the Spirit Left Us, donde vuelven a acertar tratando de hacer su propio Born To Run. Pero en White y Stay Young se alejan un poco de todo eso, y nos entregan dos cortes más en la linea de sus otras trabajos. No hace falta decir que también aciertan, sobre todo en la segunda.

En algún momento tienen que bajar el nivel, y elegido es el noveno corte. No es que Walking Without Frankie sea un mal tema, de hecho es notable, pero es que hasta aquí estaban rozando la perfección. Es la canción más extraña del disco, y no casa muy bien con el resto del álbum. Y es que en los dos siguientes temas siguen en esa onda de rock clásico en una All the Time Every Day que tiene un rollete blues y soul, y con una Black Nemo que tira del Springsteen más intimista y folk. Las dos cumplen su función de sobra, pero están un peldaño por debajo de los primeros cortes del álbum.

Los de Austin lo han vuelto a hacer, y han conseguido dar personalidad a unas canciones que en otro grupo podrían haberse quedado en una mera copia. Eso no es nada fácil.

8,2

Streaming de NPR

Selección 2013 (8ª Parte)

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No me ha costado nada hacer esta nueva recopilación, ya que en agosto siempre aparecen una gran cantidad de adelantos. El nuevo curso esta apunto de comenzar, y los grupos empiezan a enseñarnos sus cartas. No es raro, ya que es muy habitual que muchos de los discos que salen en otoño, acaben en los primeros puestos de las listas de final de año; juegan con ventaja respecto a lo que ha salido en enero o febrero, y más en esta época en la que todo se olvida fácilmente.

Como siempre, he intentando que tenga un poco de todo, que sea una buena muestra de lo que está por venir, y un resumen de lo que ya hemos escuchado estas últimas semanas. Así que por aquí nos encontramos nuevos temas de Neko Case, Okkervil River, TV On The Radio (el peor single de su carrera), Lee Ranaldo con su nueva banda, Yuck jugando a ser Yo La Tengo, Cults o Holy Ghost! haciendo un pedazo de tema de electro-pop. Además de los temas que más me han gustado de los discos de Crocodiles, Islands, Franz Ferdinand o The Ballet.

Espero que os guste y que os ayude a superar la vuelta a la rutina.

  1. Lecce, Leaving / Lee Ranaldo and The Dust 6:55
  2. Middle Sea / Yuck 4:16
  3. FOH / Superchunk 3:27
  4. You’ve Got Me Wonderin’ Now / Parquet Courts 2:24
  5. Walking Without You / Terry Malts 2:14
  6. Bullet / Franz Ferdinand 2:43
  7. Mercy / TV On The Radio 3:18
  8. Passion Plays / Wymond Miles 3:25
  9. Ättestupa / Holograms 3:34
  10. The Way Out / Porcelain Raft 3:50
  11. Sorrow / Frankie Rose 4:50
  12. I Can Hardly Make You Mine / Cults 3:33
  13. Women’s Studies / Lloyd Cole 4:13
  14. Man / Neko Case 3:31
  15. Stay Young / Okkervil River 4:19
  16. Sticks and Stones / Crystal Stilts 2:37
  17. She Splits Me Up / Crocodiles 3:20
  18. Becoming The Gunship / Islands 3:51
  19. Shaker Aamer / PJ Harvey 2:48
  20. Only Lonely Lovers / Pure Bathing Culture 3:07
  21. Is Anybody Out There? / The Ballet 4:06
  22. Okay / Holy Ghost! 4:34
  23. Doomed and Cool / Minks 4:50
  24. Party at the NSA / YACHT 3:30 

Holograms – Forever

 

Los suecos Holograms son un buen ejemplo de como se puede hacer buen post-punk sin necesidad de agarrarse a las nuevas modas. Estos cuatro chicos escandinavos ya demostraron en su primer trabajo que se pueden hacer cosas interesantes siguiendo el legado de Joy Division o Suicide, y que ellos llegan donde Interpol o mierdas como Editors y White Lies no se atreven. Es decir, que no necesitan darle a su música un toque amable para vender discos, y eso hace que sus canciones tengan un punto más de autenticidad. No es que no tiren de una buena melodía o un estribillo arrebatador, también los tienen, pero sus temas no viven necesariamente de eso. Además, la voz de su cantante no es nada radio-friendly (por llamarlo de alguna forma), es dura y basta, y no apta para los que buscan la enésima revisión de Love Will Tear Us Apart.

Forever esta editado en Captured Tracks, el sello neoyorquino que no solo vive de indie-pop ochentero, ya que de vez en cuando saca discos de bandas como Soft Metals o Blank Dogs. Dos grupos que podrían encajar con la filosofía de los suecos. Sobre todo en este segundo trabajo, donde se han vuelto más oscuros, si cabe. Y es que mientras en su primer trabajo, el teclado tenia un protagonismo absoluto, aquí queda reducido a un segundo plano. Las melodías que hacían con este instrumento, han pasado a ser atmósferas que acompañan a las contundentes guitarras. Y mira, no les ha quedado nada mal.

Es un disco que va a toda leche, donde se van sucediendo los trallazos post-punk, y que deja pocos momentos para la calma. Por supuesto, hay veces que aciertan más que otras (ahí está la impresionante Ättstupa), pero durante todo el álbum, tienes la sensación de que estos chicos saben lo que hacen. Flesh And Bone, A Blaze On the Hillside o Luminous son una buena excusa para volver a hacer un pogo en un concierto. Además, cuando se calman un poco nos dejan un par de himnos épicos como Wolves (vale, aquí están buscando su momento estadio) y Lay Us Down, donde tiran de unos coros grandilocuentes que tienen su punto.

Como he dicho antes, es un disco donde demuestran que se pueden seguir haciendo cosas interesantes con unas influencias tan sumamente trilladas.

7,3

Franz Ferdinand – Right Thoughts, Right Words, Right Action

Con calma, con mucha calma se han tomado Franz Ferdinand la grabación de su cuarto trabajo. Han pasado cuatro años desde que sacaron ese electrónico Tonight: Franz Ferdinand, el cual no estaba nada mal, pero si es cierto que mucha gente esperaba otra cosa. Quizá un disco como este, donde vuelven a sus comienzos e intentan no repetirse. Y es que los escoceses lo tienen difícil, ya que tienen un sonido tan representativo, que es casi imposible no recurrir a viejos tics. Aquí lo consiguen en varias ocasiones, y aunque tiran de muchos palos (hay una canción en la que casi parecen los Beach Boys), han conseguido hacer un disco notable, una vez más. Y es que no se puede decir que tengan un disco malo, y esta claro que de todos sus compañeros de generación (Bloc Party, Maxïmo Park o The Futureheads), son los únicos que han conseguido llevar su carrera a buen puerto. También es cierto, que desde el principio ya se podía ver en sus discos, y en sus directos, que tenían bastante más talento.

Right Thoughts, Right Words, Right Action es un trabajo muy ecléctico, donde se van al pop, a la new wave, al funky o al rollito post-punk que les dio a conocer. Cualquier grupo que haga ese popurrí, corre el riesgo de salir escaldado, pero ellos consiguen que su cuarto trabajo salga adelante. Aunque sí es cierto que estos trabajos tan variados son muy poco coherentes, y aquí lo que destacan son las canciones por separado, no en su conjunto.

Abren el álbum con la ya conocida Right Action, que poco tiene que envidiar a sus mejores temas de 2004, y que nos hace mover el esqueleto de buenas a primeras. La primera curiosidad llega en Evil Eye, con ese toque funk, y ese notable parecido con el Need You Tonight de INXS. Es un tema un tanto más oscuro, como muchos en este trabajo, con un repetitivo estribillo que termina cansando un poco. No es de lo mejor de este álbum, la verdad. Todo lo contrario que el single de presentación, ese Love Illumination que ya es una de las canciones de este 2013 (ese teclado me sigue pareciendo todo un acierto), y una de sus mejores canciones. Stand O The Horizon es uno de esos cortes que en un principio no te dice mucho, pero con las sucesivas escuchas empieza a entrar y te deja descolocado. Es una canción con muchas capas y con un cierto toque de melancolía con el que aciertan de pleno.

Ya comentaba antes han tocado muchos palos, y buena prueba de ello es Fresh Strawberries, un tema pop donde se lanzan con un estribillo digno del Brian Wilson más playero. Les ha quedado redonda, la verdad. Al igual que su incursión en la new wave más punk. Y es que Bullet es todo un trallazo que va a hacer que la gente se vuelva loca en sus directos. Yo la sacaba ya como single.

Si hay un grupo que vuelve a aparecer constantemente, es Talking Heads. La banda de David Byrne está muy presente en este trabajo, tanto en su faceta más pop (Treason! Animals) como en su faceta más étnica (Brief Encounters). Supongo que a mucha gente esto le dará pereza, ya que es una influencia un tanto trillada, pero yo os recomiendo que le deis una oportunidad a estos temas, que están bastante bien. Además, entre medias se salen de la norma con The Universe Expanded, donde les cuesta soltar el estribillo. Y es que en la parte final del disco han decidido hacer temas un tanto menos pop y algo más complicados. Solo hay que escuchar Goodbye Lovers & Friends, corte que lo cierra, que es un tanto extraño, y ahora mismo no sé si me gusta o me horroriza.

Es un disco notable con algunos temas muy buenos, y otros un tanto irregulares. Pero bueno, lo importante es que siguen sin sacar un disco malo, y eso ya es algo.

7,3

Streaming de NPR

Crocodiles – Crimes Of Passion

Crocodiles es una de esas bandas que no empezó muy bien, y que poco a poco se han ido haciendo con una discografía de lo más interesante. De su primer trabajo apenas podemos destacar ese maravillo I Wanna Kill, y poco más. Pero en su segundo disco ya encontramos unos cuantos temas notables entre los que destacaban Hearts Of Love, y la contundente Mirrors. Han seguido una progresión que ya quisieran muchos, y su tercer trabajo ya era un disco casi redondo (poco había que descartar en ese Endless Flowers), pero en este cuarto álbum se han salido por completo.

Los de San Diego se han mudado, y ahora viven a medio camino entre en Londres y Nueva York, y para llevar un poco la contraria, ahora es cuando su música suena más pop y soleada. Es todo un acierto, ya que como he estado comentado por twitter esta mañana, cuanto más melódicos y poperos se ponen, mejores canciones sacan. Y este Crimes Of Passion es un buen ejemplo.

Para la producción del disco han confiado en Sune Rose Wagner, el líder de The Raveonettes, que ha hecho un trabajo excelente, y ha llevado su sonido un poco más allá. Si es cierto que hay momentos en los que parecen la banda danesa (She Splits Me Up es puro Raveonettes), pero para mi gusto, eso no es nada malo. Las dos bandas tienen unas influencias similares (The Jesus & Mary Chain, el rock norteamericano de los cincuenta y los sesenta…), y lo que han hecho es unir fuerzas. Por supuesto, el experimento funciona, y la prueba son estos 34 minutos de rock.

Crimes Of Passion se abre con I like in the Dark, un tema donde tratan de engañarnos metiendo un toque soul, y la voz de Afrodyete, miembro del grupo angelino Breakestra. A pesar de que no es su rollo, es un muy buen tema para abrir el álbum, y funciona. Además, en el segundo corte ya son los mismos de siempre, y nos dejan un delicioso tema de pop ruidoso, con una fuerte influencia sixties, llamado Marquis de Sade. Los hermanos Reid se dejan escuchar en casi todas las canciones del disco, pero uno de los casos más evidentes es Cockroach. El single de presentación del álbum, es un trallazo de apenas tres minutos, en el que meten un teclado con el que se han ganado el cielo. Además, pocos imitan tan bien esa pose chulesca que adoptaban los escoceses. En Heavy Metal Clouds y Teardrop Guitar siguen en esa linea, y aunque no están tan acertados como en el tercer corte, consiguen que por lo menos no pierdas la atención en el disco.

Hay dos canciones que me vuelven loco en este disco. Una de ellas es She Splits Me Up (la otra viene más adelante), que ya he comentado antes que suena mucho a The Raveonettes. Es un precioso tema con una guitarra limpia (con algo de suciedad) en primer plano, y un estribillo delicioso. Sin olvidarse de la inocencia del pop de los sesenta, claro. Me tiene absolutamente encandilado. Al igual que Me and My Machine Gun, donde casi parecen Echo & The Bunnymen. Gimme Some Annihilation es el tema más flojo del álbum, y casi se lo podrían haber dejado fuera. Pero bueno, no molesta, y además, a continuación llega mi otra canción favorita del disco: Virgin. esta es una de esas canciones que derrochan melancolía y nos dejan un melódico estribillo imposible de olvidar. Y es que le sienta de maravilla ponerse tiernos. Solo hay que ver como acaban el disco, con esa delicada Un Chant d’ Amour, en la que se dejan el ruido y la chulería de lado. Una preciosidad.

Desde luego, como sigan ascendiendo con cada disco, no sé donde van a terminar.

8,2

Streaming de NPR