C85

Soy un gran seguidor de las recopilaciones que edita el Cherry Red Records. El sello británico se ha empeñado en que conozcamos la historia del indie-pop desde sus comienzos. Algo que dejaban claro con ‘The Sun Shines Here’, esa joya que editaron el año pasado en la que repasaban lo mejor de la escena independiente británica entre 1980 y 1984. Y este año vuelven con ‘C85’, un recopilatorio en el que nos muestran ese año clave en la música inglesa de los 80. Sobre todo, porque fue cuando se editaron los primeros singles de bandas claves que aparecerían un año después en la mítica cinta C86. Pero además de esos grupos que conocemos todos, como The Jesus and Mary Chain, James, o The Wedding Present, hay un buen montón de artistas que no tuvieron tanta repercusión. Y ahí es donde acierta esta recopilación.

C85’ está compuesta por 72 canciones reunidas en tres CDS. Aunque eso es solo en la edición física, porque en la lista que han subido a las plataformas de streaming, hay 56 temas. De hecho, faltan los de las bandas más famosas. Lo cual, supongo que será por cuestiones de derechos. Y es que, en esa edición física, la cual encontrareis en los comentarios, aparecen los primeros singles de bandas como Happy Mondays y The Stone Roses, que cuatro años más tarde arrasarían con su sonido manchesteriano. O la primera canción de esos That Petrol Emotion que surgieron tras la ruptura de The Undertones. Además de unos jóvenes Primal Scream y The Housemartins.

Más allá de las grandes estrellas de la recopilación, porque aquí también encontramos bandas perfectamente reconocibles que fueron importantes en la escena independiente de aquellos años. Es el caso de The Mighty Lemon Drops que aparecen con “Like An Angel”, su estupendo primer single. O The Soup Dragons en su faceta más ruidosa, punk y menos bailable. Además de míticos del jangle pop como fueron The June Brides, The Loft o Big Bang Pow!. Aunque también hay alguna cosa que está metida con calzador. Es el caso de una demo en directo del “Across My Shoulder” de The Primitives, la cual tiene un sonido que deja bastante que desear. Pero también es cierto que lo arreglan dejándonos una versión más primitiva del “Throwaway” de Mighty Mighty. O recordándonos los buenos que eran The Hit Parade, One Thousand Violins, o St. Christopher.

Como ya he dicho antes, lo mejor de estas recopilaciones son esos grupos que te descubren. Y aquí hay unos cuantos que me han dejado muy buenas sensaciones. Es el caso de Shop Assistants, una banda que sé que es conocidilla, pero que yo no había catado hasta ahora. Y hacen un noise-pop que es una maravilla. O esos Bridge tan sumamente pop de lo que ni siquiera he podido encontrar información. Además, se han reservado el tercer CD para meter un buen motón de bandas más ariscas y mucho menos pop. Y hay cosas bastante interesantes, como el rock el rock super british de Folk Devils; el post-punk con tintes electrónicos de Sinister Cleaners, o el rock corrosivo de Blue Aeroplanes y Palookas. En definitiva, es una recopilación de lo más completa. Como todas las que edita este sello.

8

The Smile – Live at Montreux Jazz Festival, July 2022

No cabe duda de que el álbum de debut de The Smile ha sido una de las grandes sorpresas de este 2022. Sobre todo, para los que echábamos un poco de menos la faceta mas rock de Radiohead. Porque, aunque además de Thom Yorke y Jonny Greenwood, por aquí también está Tom Skinner, de los difuntos Sons of Kemet, es innegable que su propuesta suena una barbaridad a los viejos tiempos de la banda de Oxford. Y más si escuchamos sus canciones en directo, ya que, encima de un escenario, sus guitarras cuentan con más protagonismo.

Con tan solo un disco que, para colmo, salió hace apenas medio año, puede parecer que es un tanto precipitado editar un álbum en directo, pero lo cierto es que estamos ante un trabajo que funciona un poco más como complemento a ese álbum. ‘Live at Montreux Jazz Festival, July 2022’ es algo así como la confirmación de que estamos ante un grupo de verdad y no ante el capricho de dos miembros de Radiohead. Sus ocho canciones -hay una pista en la que empalman dos-, demuestran que el trío funciona a la perfección encima de un escenario. Porque, además, lo más sorprendente, es que apenas llevan invitados, y entre los tres sacan un sonido apabullante que refuerza aun más los temas originales.

Encima del escenario, los tres miembros de The Smile se van alternando a la hora de tocar diferentes instrumentos. Así, nada más empezar, nos encontramos con la cinematográfica “Pana-vision”, en la que Yorke se sienta ante el piano, Greenwood acaricia el bajo, y Skinner lleva el ritmo con la batería. Sin embargo, en temas como “The Opposite” y “The Smoke”, es el propio Yorke el que agarra el bajo. Y no veáis como suena eso. Sobre todo, cuando entra la distorsión de la guitarra de Greenwood en la primera. Porque, cuando se ponen más rock y guitarreros, suenan apabullantes. Solo hay que escuchar esa maravilla llamada “Thin Thing”, o la contundente “You Will Never Work In Television Again”, en la que cuentan con la presencia del saxofonista Robert Stillman. Aunque lo mejor llega con los casi doce minutos de “Free In The Knowledge / A Hairdryer”, donde empalman un baladón con el momento más intenso y acelerado de todo el disco.

Me ha gustado bastante este disco en directo de The Smile, pero tengo que ponerle una pega, y no es otra que echo en falta algún caramelito inédito. Y lo echo en falta precisamente porque sé que en este concierto tocaron cinco canciones que no están el álbum. Así que podrían haber metido un par si hubieran querido. Supongo que se las estarán guardando para otra ocasión.

7,8

DIIV – Live at The Murmrr Theatre

Desde 2020, los fines de año se han llenado de discos en directo. Algo que, durante la pandemia, tenia su sentido, ya que con las restricciones apenas había conciertos y estos trabajos calmaban un poco las ansias de la música en directo. Pero en este 2022 seguimos con este tipo de trabajos, y eso que ya hemos entrado en la normalidad, y yo, por lo menos, he acudido a un par de decenas de conciertos. Entre ellos uno de la banda que nos ocupa hoy. Y es que, ver a DIIV encima de un escenario era una de mis cuentas pendientes, y lo pude hacer el verano pasado en la sala Independance de Madrid. Además, me gustaron mucho. Pero hoy aparecen aquí en un formato bastante más relajado.

Live at The Murmrr Theatre’ es un concierto que se grabó en 2017 en dicho teatro de Brooklyn, pero no estamos ante una actuación cualquiera, ya que el grupo de neoyorquino ofreció un set completamente semiacustico. Así que estamos ante lo que podríamos llamar su unplugged –Zachary Cole es tan fan de Nirvana que también necesitaba su propio disco acústico-. Aunque hay que decir que no están desenchufados del todo, porque sus guitarras sí que lucen igual que siempre. Algo normal, porque la música de DIIV es inconcebible sin esas escalas de guitarras cristalinas y ensoñadoras.

Al ser una actuación de 2017, el repertorio está compuesto por las canciones de sus dos primeros trabajos y por un par de sorpresas en forma de versión. Algo que ya hace de este trabajo una cosa especial. Y es que, por un lado, los tenemos llevando el “When You Sleep” de My Bloody Valentine a ese mundo (casi) acústico y más delicado. Y hay que decir que la canción se presta bastante bien a este sonido, porque estamos ante una de las composiciones más accesibles y pop de la banda británica. Y por el otro, nos encontramos con una recreación de “Hollow”, una de las canciones más ruidosas de la carrera de Alex G, la cual, curiosamente, llevan hacia la faceta más relajada y ensoñadora del propio Alex G.

Hay que decir que DIIV tuvieron una gran idea al grabar este directo, porque sus canciones se adaptan de maravilla a este formato y cobran una nueva vida. Además, al dejar “enchufadas” las guitarras, no pierden su identidad. Así, nos encontramos con cortes acelerados y potentes de su carrera, como pueden ser “Past Lives” y “Doused”, que aquí se ven un tanto más domesticados, pero que no pierden esa fuerza que las caracteriza. O con una canción como “Earthboy”, una balada oscura en su versión original, que aquí convierten en una delicada y luminosa canción. Además de esos temas ensoñadores marca de la casa, como pueden ser “Drunn” y “How Long Have You Know”, los cuales casan estupendamente con este formato. Sin olvidarnos de “Under The Sun”, una canción que suena estupendamente de cualquier forma.

7,9

The Reds, Pinks & Purples – Dust in the Path of Love EP.

Si esperabais acabar el año sin tener noticias de The Reds, Pinks & Purples, estabais muy equivocados. Glenn Donaldson sigue con su actividad musical de lo más frenética, y su ristra de lanzamientos empieza a ser un tanto inalcanzable. Además, a veces los sube a una plataforma, y a veces a otra. Así, en las últimas semanas, nos hemos encontrado con un disco instrumental y un EP en directo en Spotify. Pero lo más jugoso suele aparecer en su bandcamp. Y ahí es donde entra este ‘Dust In The Path Of Love’, un EP con cinco canciones nuevas que, además, te puedes descargar por el precio que quieras -incluso gratis-.

Las cinco canciones que forman este lanzamiento están muy lejos de ser descartes. Además, están muy bien elegidas, porque representan todas las facetas de la música de The Reds, Pinks & Purples. Así, para empezar, tenemos “I Tried So Hard to Be There”, un tema delicado y melancólico, al que el tono lo-fi con el que cuenta todo el EP, le da un punto de lo más interesante. Solo hay que ver como entra esa guitarra sucia a mitad de canción. Una suciedad que también aparece en la animada, y algo más potente, “You’re Never Safe from Yourself”, en la que incluso se atreve con un solo de guitarra que casi parece salido de la cabeza de J Mascis. Pero antes, saca su lado más indie-pop y cristalino en la preciosa “What’s the Worst Thing You Heard?

Su faceta instrumental y ensoñadora también aparece por aquí. Lo hace en “3rd Flower”, una canción en la que se deja llevar por un sonido casi ambiental. Pero hay que decir que casa muy bien con el resto del EP. Porque, además, para cerrar, saca la acústica y nos deja una preciosa “Don’t You Waste Another Holy Day”, que es algo así como su canción navideña.

8

The Wedding Present – 24 Songs

Me parece un tanto curioso que el último proyecto de The Wedding Present no haya tenido mucha repercusión. Supongo que sus seguidores habrán estado al tanto, y muchos de ellos se habrán hecho con los singles correspondientes, pero no me parece que haya trascendido mucho. Y es que, lo de ir publicando un single doble cada mes no creo que haya terminado de cuajar. O por lo menos no lo ha hecho como sí lo hizo hace 30 años con aquel ‘The Hit Parade’ en el que publicaban una canción original en la cara-a, y una versión en la cara-b. Algo que sí ha cambiado en este ‘24 Songs’ que nos han ido dejando a lo largo del año, porque, a pesar de que sí hay alguna versión, la gran mayoría son originales. Además, yo lo he subido a 25, porque he metido el remix que les han hecho Utah Saints.

Muchas de las canciones de este ‘24 Songs’ se cocieron durante la pandemia, en la que sí es cierto que la banda de Leeds estuvo bastante activa haciendo directos online. De hecho, prácticamente las tenían terminadas cuando empezaron a editar los singles en enero pasado -tal y como está el mundo de las fabricas de vinilos, no puedes hacerlo de otra manera-. Algo que, según el propio David Gegde, está demasiado medido, pero surgió así y no pudo hacer nada. Además, esta vez no tenía el control al 100%, porque ha contado con un nuevo compañero de escritura, ya que Jon Stewart, de Sleeper, ha colaborado en una buena cantidad de canciones del disco.

No me atrevo a decir que esta compilación de canciones funciona como un disco más de The Wedding Present. Más que nada, porque nos vamos más allá de la hora y media de música, y es muy difícil que todo funcione a la perfección en ese largo periodo de tiempo -pocos discos dobles son redondos-. Pero sí se puede decir que hay una buena cantidad de temas sobresalientes. Empezando por esa joya llamada “We Should Be Together” con la que abrían la serie. Un tema en el que aparece el lado más pop de la banda, y en el que cuentan con la voz invitada de Louise Wener, la cantante y principal compositora de Sleeper. Un lado más pop que también aparece en “Once Bitten”, aunque de una forma un poco más oscura. O en esas “Summer” y “Astronomic” tan veraniegas y melódicas.

No voy a diseccionar todo el disco porque no tiene ningún sentido, pero sí me quiero parar en algunas curiosidades. Porque, a pesar de que hay muchos temas acelerados que nos recuerdan a los primeros The Wedding Present –“I Am Not Going To Fall In Love With You” y “Go Go Go” son estupendas-, también hay algunas curiosidades. Empezando por “We All Came from the Sea”, una pista más bailable, de la que el propio Gegde ha comentado que quería canalizar su Nile Rodgers interior y llevarlo a la forma de tocar que tenían los Banshees. Y lo ha conseguido. De hecho, es el tema del que Utah Saints han hecho un remix. Además, también nos encontramos con una versión muy pop del “A Song From Under the Floorboards” de Magazine. O con esa “The Loneliest Time Of Year”, que es algo así como lo más parecido a un villancico que han hecho The Wedding Present en toda su carrera.

7,8

Michael Head And The Red Elastic Band – Dear Scott

Ya sabéis cómo funciona esto. Cuando llegan los últimos días de diciembre toca recuperar alguno de los discos que, por alguna razón u otra, no han terminado cayendo en el blog durante el resto del año. Además de algunos directos, y alguna sorpresa que tengo por ahí preparada. Y creo que sería injusto que nos plantáramos en 2023 y yo no hubiera hablado del último trabajo de Michael Head & The Red Elastic Band. Porque, a pesar de que le he prestado algo de atención en los últimos meses, no he terminado de ponerme con él hasta hace poco. Y es una pena, porque podría haber entrado perfectamente en la lista de los mejores discos de 2022.

Supongo que muchos conoceréis la historia un tanto maldita de Michael Head, pero bueno, hago un pequeño resumen para el que no esté al tanto. Head empezó su carrera formando The Pale Fountains, una de las bandas emblema del jangle-pop de los ochenta que, a pesar de contar con un gran éxito de crítica, no logró dar con un gran éxito comercial. Y eso que tenían temas tan buenos y pegadizos como “Palm Of My Hand” y “Jean’s Not Happening”. Tras su separación en 1987, Head formó Shack junto a su hermano, pero la mala suerte le siguió persiguiendo. Y es que, aunque se adelantaron al britpop con ‘Waterpistol’, un álbum que grabaron en 1991, gracias un incendio en el estudio, la perdida de las cintas en un taxi, y la adicción a la heroína de Head, no pudo ver la luz hasta 1995. Lo que convirtió al disco en una especie de clásico maldito.

Head comenzó su carrera en solitario en 1997, cuando publicó el álbum de debut de Michael Head introducing The Strands. El cual, como la gran mayoría de su discografía, se llevó los elogios de la crítica, aunque, una vez más, no logró el éxito comercial. Pero, al final, parece que se hace justicia con su música. Aunque eso sí, han tenido que pasar cuarenta años, y otro cambio de nombre, para que vea un disco suyo en el top 10 británico. Y es que, a principios del verano pasado, daba la sorpresa colocando este ‘Dear Scott’ en el número seis de los discos más vendidos de su país. Y no es para menos, porque es una auténtica joya en la que da buena cuenta del mejor pop british de las últimas seis décadas.

Head ataca el pop de una forma elegante y de lo más clásica. De ahí, que estemos ante un trabajo que no entiende de modas, y en el que se da prioridad a una buena melodía y una instrumentación rica en detalles. Algo que se puede apreciar nada más empezar, con esa estupenda “Kismet” que abre el álbum entre un manto de guitarras cristalinas, y que estalla en su parte final con una trompeta. Un instrumento que, por otro lado, siempre ha contado con bastante protagonismo en su carrera. De hecho, aquí también aparece en la más delicada “American Kid”, o en la parte final de esa maravilla llamada “Gino and Rico”. Además de en ese chamber-pop lleno de épica que se deja ver en “Broken Beauty”, uno de los momentos álgidos del disco.

No todo es pop en este trabajo. Michael Head siempre ha sido amante de los sonidos más folk. De hecho, una de las mayores alegrías de su carrera fue cuando acompañó a Love en una gira. Y ese sonido se puede apreciar perfectamente en una balada acústica como “Freedom”, o en la algo más psicodélica “The Grass”, en la que también entra en juego la influencia de Scott Walker. Y es que, el mítico artista británico, siempre ha sido elogiado por los artistas de pop que llegaron después. Sobre todo, por los que tiraban hacia un sonido más elegante y orquestal. Algo de lo que también da buena cuenta aquí Head. Solo hay que escuchar delicias como “The Next Day” o “Grace And Eddie”. Además de algún momento más cinematográfico, como el que aparece en “The Ten”, o en “Shirls Ghost”, el precioso instrumental que cierra el álbum.

8

Under The Bridge

Supongo que los seguidores de Sarah Records, y de todo lo que rodea a su sonido, ya tendrán más que masticada esta recopilación llamada ‘Under The Bridge’. Sobre todo, porque se publicó el pasado marzo. Pero no quería que se acabara el año y que no hubiera caído por aquí. Y es que estamos ante una compilación ideada por el sello Skep Wax, el cual fundaron Amelia Fletcher y Rob Pursey el año pasado, que tan solo tiene premisa: está formada por grupos que estuvieron en Sarah Records, o tienen miembros que formaron parte del mítico sello. Además, tiene un aliciente, ya que todas las canciones son nuevas, y muchas de ellas inéditas hasta entonces.

Al igual que en Sarah Records, en este ‘Under The Bridge’ nos encontramos con un conjunto de bandas un tanto ecléctico. Porque, lo cierto, es que todo el mundo asocia el sello de Bristol con el indie-pop, pero al final, en su catálogo, también había cosas cercanas al punk-rock, o algunos coqueteos con la electrónica. Aquí es algo que no resulta tan evidente, pero sí que hay un mundo entre algunas bandas que lo forman. Así, nos encontramos con el indie-pop potente y sucio de Even As We Speak, que nos dejan una maravilla llamada “Begins Goodbye”; un pop delicado y ochentero que llega de la mano de Leaf Mosaic, y que es puro Felt, o a The Orchids jugando con las posibilidades que les dan las cajas de ritmos y entregando una “I Don’t Mean To Stare” un tanto étnica.

Como es lógico, el pop más ensoñador cuenta con bastante protagonismo en esta recopilación. Pero lo cierto es que también hay un mundo entre las bandas que optan por esta corriente. Y es que, por un lado, tenemos a The Luxembourg Signal, que entregan una preciosista “Travel Through Midnight”. Sin embargo, por el otro, nos encontramos a Secret Shine, que prefieren irse hacia el lado más shoegaze del asunto. Y las dos bandas aciertan de pleno. Además, en el lado más pop de esta corriente, tenemos a The Wake entregando la preciosa “Stockport”. Un tema más delicado que casa muy bien con otras canciones de la recopilación, como ese chamber-pop afrancesado que practican Tufthunter enMonsieur Jadis”.

Evidentemente, las guitarras sucias, pero muy melódicas, cuentan con cierto protagonismo. Y ahí tenemos a los míticos St. Christopher, que lo demuestran rasgando sus cuerdas entre cajas de ritmos lo-fi en la estupenda “Stornaway”. O a Boyracer entregándose en cuerpo y alma al indie-pop más acelerado y guitarrero en “Larkin”. Aunque los que se llevan el primer premio en esta faceta son Jetstream Pony, que entregan todo un hit cercano al C86 llamado “Strood McD F.C.”. Aunque hay que decir que es un tema que ya formaba parte de su último EP. Y ojo, porque también tenemos a Soundwire poniendo la guinda psicodélica y ruidosa con la manchesterinaAnother Sun”. Así que se puede decir que estamos ante una recopilación de lo más completa.

8,2

UNDER THE BRIDGE by VARIOUS ARTISTS

Thanks For Coming – You Haven’t Missed Much

La escena bedroom-pop de Brooklyn es de lo más colaborativa. Solo hay que ver lo que rodea a Thanks For Coming, el proyecto en solitario de Rachel Brown, a la que muchos conoceréis por ser la parte femenina del dúo Water From Your Eyes. Solo hay que ver lo ocupado que está Nate Amos, su compañero de banda, que este año formó My Idea, un nuevo proyecto junto a Lily Konigsberg, otra de las artistas punteras de esta escena. Y, tanto él, como ella, también colaboran en este proyecto de Brown. Así que se puede decir que, al final, todo queda en casa.

Rachel Brown empezó este proyecto en 2015, cuando todavía vivía en Chicago e iba al instituto. Desde entonces, y como la gran mayoría de estas bandas, ha publicado una buena cantidad de música en su bandcamp. Y lo que nos encontramos en este ‘You Haven’t Missed Much’ no es otra cosa que una especie de recopilación con lo mejor de todos esos lanzamientos. Así que se podría decir que estamos ante una buena carta de presentación para los que no estábamos muy familiarizados con su música en solitario, como es mi caso.

Tengo que decir que este disco me ha parecido una delicia. Al igual que sus compañeros y compañeras de escena, Thanks For Coming cuenta con un talento innato para hacer buenas canciones de pop. Solo hay que escuchar “Losing Touch (NYC)”, el que es su mayor éxito. Estamos ante una de esas canciones en la que las guitarras brillan para irse hacia un indie-pop de lo más juguetón. Y hay que decir que se le da de maravilla esta faceta. Algo que se puede apreciar fácilmente en otras canciones del álbum, como es el caso de “Panic” y “Yr Kind of Cool”. Pero ojo, que no se queda ahí.

Brown cuenta con un lado más oscuro y un tanto menos directo. Lo bueno es que sabe cómo hacer que estas canciones algo más minimalistas -en muchas de ellas, apenas utiliza una guitarra y un teclado- se queden al instante. Es el caso de “My Name”, que cuenta con un halo de misterio que la hace de lo más interesante. O de esa “Belief in a World of Doubt” en la que deja que los teclados se lleven el protagonismo. Además de coquetear con sonidos más indie-rock de la forma más minimalista, y sin necesidad de utilizar una base rítmica, como es el caso de “Plagiarizer” y “Missed Connections”. Y cuando entra la batería y pisa el pedal de distorsión, nos deja la intensa y sucia “Have a Good One”, o la algo más delicada “Universe”. Así que no se puede decir que no estemos ante un disco de lo más variado.

7,9

La URSS – +

Hace unas semanas, cuando puse el último trabajo de Smirk, comentaba que el punk era un sonido que no aparecía mucho por aquí, pero parece que eso está cambiando. Y es que, he caído en las redes de La URSS. La banda andaluza es toda una veterana de la escena punk nacional, e incluso han conseguido salir de nuestras fronteras y hacer giras por Europa y Estados Unidos. Pero sí es cierto que parece que todas estas nuevas bandas jóvenes que le dan al post-punk, han hecho que su propuesta tenga más repercusión. Porque, en muchas ocasiones, no se quedan muy lejos de ese lado más oscuro del punk. Y hay que decir que se les da de maravilla.

Hay que decir que la propuesta de La URSS en 2022 es un tanto más accesible. En parte, porque entran en juego los teclados, que tienen cierto protagonismo en este ‘+’. Pero también porque nos encontramos con alguna guitarra más pop que de costumbre. Y eso, unido a que siempre han contado con un punto bastante melódico, hace que nos encontremos con algún tema que se aleja del punk más corrosivo. Es el caso de la estupenda “Armonía”, que casi podría ser un cruce entre los primeros The Cure y Siouxie and the Banshees. O “A distancia”, que es toda una maravilla post-punk. Además de esa “Entorno competitivo” tan oscura, que tiene como protagonista a una caja de ritmos.

El capitalismo como una religión más es la idea que planea por prácticamente todo el quinto álbum de La URSS. Algo que se puede certificar con tan solo echar una mirada a las decenas de cuentas de liberales que pululan por twitter. Y para ilustrar musicalmente esta idea, se dejan llevar por un punk oscuro de clara influencia británica. Aunque, por su forma de cantar, y por el idioma, lo primero que nos viene a la cabeza son Parálisis Permanente. Pero claro, el grupo madrileño ya tiraba de esos sonidos británicos. En cualquier caso, tengo que decir que han logrado dar con una colección de canciones de punk que funcionan de maravilla. Algo que se certifica con las ultra-melódicas “Euroorden” y “Euforia”, que abren el disco a lo grande y dejándonos estribillos para corear a grito pelado. O con esa “Más allá del futuro” y sus guitarras tan indie-pop.

En ‘+’ también hay algún momento más oscuro. Es el caso de “Meta”, que nos muestra un lado más potente y que los lleva directos a los primeros años del post-punk. O esa “Fe” tan acelerada y contundente en la que sí se van al punk más tradicional. Aunque siempre con un punto melódico, eso sí. Pero es en “En verdad” donde muestran un sonido más abrasivo. Además de curioso, porque, de su primera parte, casi podríamos decir que es una saeta punk. Un sonido religioso al que vuelven en “Post”, el tema más duro del disco, tanto en su sonido, como en su letra. Y es que, como no podría ser de otra manera, había que cerrar el disco con contundencia.

8

Soft Blue Shimmer – Love Lives in the Body

Soft Blue Shimmer es un trío de los Los Ángeles que tuvo cierta repercusión en la escena shoegaze de su ciudad con su álbum de debut. Aunque casi tendría que decir nugaze, una etiqueta que, al parecer, sirve para englobar a todas esas bandas que empezaron a principio de este siglo fijándose en lo que hacían los grupos de shoegaze británicos de los ochenta y los noventa. Porque sí es cierto que son unas formaciones que, principalmente, beben de ahí, pero que también titan hacia sonidos más americanos e indie-rock. De hecho, el termino lo acuñó My Vitriol, aquella banda que debutó en el 2001 con un disco que no estaba mal, pero que, a mí, no me mató mucho. Afortunadamente, estos Soft Blue Shimmer tienen poco que ver con ellos.

Una de las cosas buenas de Soft Blue Shimmer es su sonido. La producción de este ‘Love Lives in the Body’, que ha corrido a cargo de Corey Coffman, uno de los gurús de esa nueva escena guitarrera de Los Ángeles, es potente y rica en detalles. Además de bastante limpia. Y eso es lo que los aparta de la etiqueta shoegaze. Lo que no significa que no sepan cuando tienen que sacar la garra y pisar el pedal de distorsión. De hecho, lo hacen muy bien en temas como “Prism of Feeling”, “Strawberry Cool”, o “A Brighter Summer Day”, que son estupendas y cuentan con chorros de distorsión. Pero también con un elemento más: una batería potente y limpia que roba el protagonismo a las guitarras. Algo que, incluso, se acentúa en “Love Being”, una de las joyas del disco.

Como la gran mayoría de estas bandas, Soft Blue Shimmer también cuentan con su lado más ensoñador. En parte, por la delicada voz de Meredith Ramond, su cantante, que tiene ese punto algo etéreo que combina tan bien con los paisajes de guitarras distorsionadas. Algo que podemos comprobar nada más empezar el disco con “First Breath Back”, una canción vibrante y llena de distorsión, pero también muy ensoñadora. Y si nos vamos a “Burden of Desire” y “Memory / Fantasy”, nos encontramos con dos estupendos temas de dream-pop. Aunque lo mejor llega cuando esa batería tan presente en el álbum se acelera, y lleva “9090” a un sonido que, esta vez sí, se acerca al shoegaze más primigenio. Y hay que decir que les sienta de maravilla.

7,7