Recomendaciones en Streaming: Vampire Weekend – Obvious Bicycle/Everlasting Arms/Ya Hey

No sé si habéis estado al tanto de la campaña de promoción que han hecho Vampire Weekend de «Modern Vampires of the City«, su nuevo trabajo, que saldrá a la venta el 14 de mayo. Entre otras cosas, hicieron un concierto el pasado Domingo en Nueva York donde presentaron dos canciones nuevas. Dicho concierto lo ha dirigido Steve Buscemi, que se ha metido de lleno en la promoción y ha invadido la red con videos de él y el grupo por diversos sitios de Nueva York (algunos de ellos muy divertidos). Los dos temas en cuestión, demuestran que los neoyorquinos han conseguido un sonido propio e inconfundible, y que no han perdido la inspiración. A ver que os parecen.

Actualizo y pongo Ya Hey, el nuevo tema que me tiene absolutamente loco.

Legs – Pass The Ringo

Hoy os dejo un disco que espero que triunfe y se convierta en uno de los favoritos de este 2013. Se trata del debut de Legs, una banda de Oakland formada por un californiano y un neozelandés, que es una joya de poco más de media hora. Lo suyo es el pop lo-fi neozelandés de los ochenta -el otro día me enteré de que a esto lo llaman Kiwi-Rock-, y  C-86, pero también tienen algún deje de los Ramones y algo de épica pop. Ya sé que esto está demasiado trillado, y que a lo mejor el mundo no necesita otro grupo de estos, pero hay que dar una oportunidad a las cosas bien hechas.

«Pass The Ringo» es uno de esos trabajos que se pasan volando, gracias a que está lleno de melodías estupendas, dulces estribillos e impregna una frescura con la que muy pocos de estos grupos consiguen dar. Además, no se pasan con el rollo lo-fi, y eso siempre se agradece.

El disco empieza con Friday Afternoon At The Zoo, una bonita canción al más puro estilo californiano, que poco tiene que ver con el resto del álbum. Tan solo el deje a lo Jesus & Mary Chain en la forma de cantar. Los hermanos Reid también aparecen en Go Ask Your Mother, el siguiente corte, que es un trallazo de indie-pop guitarrero digno de los mejores momentos de este genero. Tanto en Rounded Edges como en The Kingdom’s Collection of Slides & Super 8, se van al lado más salvaje y garagero, recordándonos a otros de sus compañeros de la «bay area» como The Fresh & Onlys. Y lo hacen igual de bien. En Two Colours vuelven al pop más delicado y la voz femenina de Amelia Adams toma todo el protagonismo. Por si lo dudabais, es otra delicia pop. Al igual que la ruidosas Thirteen Stories y Time To Face The World, que son puro C-86. En Cast In Shadows y Don’t Say A Word vuelven a Nueva Zelanda, a The Clean y a esos grupos que tan buenas canciones nos dieron a principio de los ochenta. No sé si será porque tienen un miembro de allí, pero han sabido captar toda la esencia de esa época en estas dos canciones. Todo un logro al alcance de muy pocos. Para cerrar recurren a un tema épico con estribillo contundente en el que me han recordado a unos The Polyphonic Spree en clave lo-fi, y pasados por el «wall of sound». Imposible acabar de una forma mejor.

8,2

Recomendaciones en Streaming: Wild Nothing – A Dancing Shell

No ha pasado ni un año de la edición de «Nocturne», el último trabajo de Wild Nothing, pero Jack Tatum ya tiene preparado un nuevo Ep con ocho canciones. Según sus propias declaraciones, el hecho de grabar en los estudios Brooklyn Gary’s Electric con Al Carlson (Yeaseyer, Tim Hecker, Clinic), le ha permitido explorar nuevos sonidos e instrumentos para Wild Nothing. Vamos, que después de grabar en su casa, lo de meterse en un estudio de grabación le ha parecido la leche. Esto se nota, ya que el primer single es mucho más animado que el resto de su discografía y se le puede apreciar mucho más feliz. De ahí el colorido video de la canción. A ver si el resto del Ep sigue por este camino.

She & Him – Volume 3

No puedo con la tontería de Zooey Deschanel, esa imagen de cortita que se ha creado, y la pedazo de mierda de serie que protagoniza, me saturan. Además, ella sólita está consiguiendo que empiece a odiar el pop de los sesenta, una música que siempre me ha encantado. Su historia con M. Ward empezó muy bien, con un disco que era un bonito homenaje a una época dorada de la música, y una buena colección de canciones. El talento de Ward se unió con el supuesto encanto de Deschanel, y salió la fórmula perfecta. Hasta aquí perfecto, pero parece que estos dos personajes no han odio eso de que no hay que abusar. Tras otro disco y algún que otro trabajo navideño, esa fórmula se ha terminado agotando, y este «Volume 3» lo certifica.

Vale, el disco no empieza mal con I’ve Got Your Number, Son y con Never Wanted You, el single con bien de cuerdas, que con diferencia es lo mejor de este trabajo. Sí, para nada son malos temas, pero suenan trillados hasta decir basta. Más de lo mismo. La primera versión del disco es de un tema de Ellie Greenwich llamado Baby que a mí personalmente, no me dice mucho, ni la original, ni esta versión. I Could’ve Been Your Girl es otro tema decente que hemos escuchado mil veces. Eso sí, al menos resulta más entretenida que Turn to White, que viene inmediatamente después. Y es que en los temas más lentos como este, o como Something’s Haunting You, duermen a cualquiera. Al menos entre medias meten un Somebody Sweet To Talk To donde copian bien a las girls-groups de los sesenta, y en Together se salen un poco de su rollo, y nos entregan un tema de pop un poco más contemporáneo. Se agradece.

No sé quien de los dos ha elegido las tres versiones del disco, pero de ellas solo se salva la de Blondie. Para hacer una versión del  Hold Me, Thrill Me, Kiss Me de Karen Chandler hay que saber cantar, y esa no es una de las mejores cualidades de Zooey. Sin embargo, el Sunday Girl de Blondie les ha quedado muy bien, y es de lo mejor que nos vamos a encontrar en estos 43 minutos de música. Además de ser lo único destacable de la parte final del disco. Donde vuelven a aburrir con Snow Queen (el enésimo villancico), London y Shadow of Love. Y es que se les ha ido la mano con la duración, y no hay quien se trague este trabajo entero sin bostezar una docena de veces.

5,3

NPR Streaming

Recomendaciones en Streaming: Jessie Ware – Love…Thy Will Be Done (Martika Cover)

Jessie Ware está que no para, y no deja de sacar nuevos temas y de ser noticia constantemente. Si hace unas semanas nos presentaba una canción inédita, que va con la edición americana de su enorme disco de debut, ahora nos deja noqueados con esta versión de Love…Thy Will Be Done. El tema que compuso Prince para Martika allá por 1990 le viene como anillo al dedo a la británica, que va camino de convertirse en una de las reinas de la música de nuestros días. A ver si los americanos no la pervierten.

Golden Grrrls – Golden Grrrls

Pop lo-fi, fanzines, casetes…Si añoras esa época en la que hacer un disco era mucho más que grabar diez canciones, este es tu grupo. Los escoceses Golden Grrrls están más cerca de los veinte que de los treinta, pero han logrado impregnar todo sabor de una época en la que todo se hacia con más cariño e ilusión. Sí, ahora que consumimos discos como churros, no está mal echar la vista atrás y recordar cuando cogías un disco y no lo soltabas en un mes. O cuando un álbum estaba más de un año en el candelero. Seria hipócrita que yo criticará la forma de escuchar música que tenemos ahora, y de hecho no lo estoy haciendo, pero sí echo de menos aquellos años. Con esto es con lo que juegan Golden Grrrls, con la nostalgia de los que estamos cerca (o dentro) de los cuarenta, lo malo es que no siempre aciertan.

Un grupo así solo podía grabar en un sello como Slumberland Records, que en estos últimos años se ha dedicado a reivindicar el indie-pop de aquellos años. Ese en el que unos acordes simples se juntaban con unas melodías ensoñadoras y unas voces inocentonas. Golden Grrls tiran de todo eso y logran capturar ese sonido indie-pop y twee con una perfección impresionante. ¿Donde está el fallo? Pues en lo más importante: en las canciones. Les faltan temas redondos con los que rellenar el disco, y que este sea algo más que un mero ejercicio de nostalgia.

No empiezan mal con el indie-pop pegadizo de New Pop y Past Tense o el corte dedicado a Paul Simon (lo mejor del disco), pero en seguida se empiezan a repetir, y solo consiguen destacar unas pocas veces más. Y es que les cuesta dar con la melodía adecuada, algo que es totalmente imprescindible para este tipo de música. Logran acercarse a ella en Take Your Time, en Wrld Peace y sobre todo en Date It, que les ha quedado estupenda. Pero ninguno de estos temas es de los que perduran en tu cabeza, y estoy seguro de que aquí a unos meses ya no me acordaré de ellos. Es una pena, porque tienen las influencias adecuadas y cierto encanto que les hace adorables, pero les cuesta cuajar la historia. A ver si para la próxima se aplican un poco más.

6,5

Recomendaciones en Streaming: Six By Seven – Fall Into Your Arms/Sympathy/Truce

Six By Seven eran una de mis bandas favoritas allá por el 2000, cuando sacaron el espectacular «The Closer Your Get«. Los escuchaba sin parar, y aquel álbum lo quemé hasta la saciedad. Al igual que su siguiente trabajo («The Way I Feel Today«), y algunas canciones posteriores. Lamentablemente, nunca tuvieron demasiado éxito, ni siquiera con singles tan claros como For You, New Year o esa I.O.U Love tan The Cure, y acabaron separándose. El año pasado, su líder, Chris Olley, regaló unas cuantas grabaciones caseras bajo el nombre de The Death Of Six By Seven, donde se pudo ver que todavía tenia algo que decir. Aquello fue el germen de lo que nos encontramos hoy, que no es otra cosa que la banda al completo (con el batería de Placebo), y un nuevo disco para el mes de junio del que ya han adelantado tres canciones. Bueno, más bien tres pepinazos que hacen que este se haya convertido en uno de mis discos más esperados de este año. Y es que son los Six By Seven crudos y guitarreros, los que dan una tremenda importancia al hammond, y los que emocionan con sus canciones (Sympathy ya me tiene loco).

No Joy – Wait To Pleasure

Sabéis que no soy muy seguidor del ruido sin sentido, y que pienso que muchas veces se utiliza para tapar la mediocridad de las composiciones. Lo he dejado bien claro en muchas ocasiones, y hoy voy a insistir en este tema. Y es  que me revienta que un grupo se empeñe en afear sus canciones con capas y capas de distorsión que no van a ningún lado. Un buen ejemplo de esto es el segundo disco del trió canadiense No Joy , donde parece que no son capaces de hacer una canción sin toneladas de reverb. Es una pena, ya que tienen unos cuantos temas muy interesantes de donde se pueden rascar muchas cosas.

«Wait To Pleasure» tira demasiado del «Loveless«, y aunque es un rollo que está de lo más trillado, el disco no empieza nada mal. En los cuatro primeros temas saben como encontrar el equilibrio entre la melodía y el ruido, haciendo que esos coros ensoñadores se impongan a las guitarras ruidosas.  De esta cuatro, suenan especialmente bien densa y calmada Hare Tarot Lies y la potente Prodigy. Lo malo viene a partir de Blue Neck Riviera, donde empiezan a experimentar con cajas de ritmos, y terminan haciendo un tema sin pies ni cabeza. O en la sosa Lizard Kids, que apenas dura dos minutos y medio, y resulta aburrida. Afortunadamente, en Lunar Phobia cambian un poco el chip -a mi no me engañan, ese bajo está tomado del Fascination Street de The Cure-, y vuelven a resurgir con un bonito tema. Lastima que la jodan con ese final tan absurdo, y lleno de beats sin sentido. La parte final está llena de retazos, de canciones que parece que están sin acabar. Salvo una notable Wrack Attack y una sofocante Ignored Pets, el resto no vale para mucho. Y eso que intentan acabar a lo grande con Uhy Yuoi Yoi, el típico tema dream-pop cubierto de teclados y susurrantes voces. Suena bien, pero es una canción sin desarrollar a la que le falta chicha por todos los lados.

Desde luego, se les ve maneras y tienen algunos temas muy notables, pero también son capaces de hacer mierdas bien grandes. Irregulares hasta decir basta.

6,5

Recomendaciones en Streaming: Daugh Gibson – The Sound Of Law

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Daugh Gibson se ha dado prisa en grabar en su segundo trabajo (el primero para Sub Pop). Este cantautor (que poco me gusta esta palabra) norteamericano, que ejerció de camionero durante un tiempo, sorprendió el año pasado con un debut bastante original. En él fusionaba el estilo americano más fronterizo con cajas de ritmos que escupían ritmos dub, y una extraña voz barítono. Por raro que parezca, la mezcla funcionaba, y mucho. Ahora vuelve, y nos deja otra vez a cuadros con The Sound Of Law: una canción de lo más Nick Cave. Un tema contundente en el que se olvida de esas bases dub, y da protagonismo a unas guitarras asfixiantes. Eso sí, los grandes parajes del sur de Estados Unidos siguen estando muy presentes. El 9 de julio comprobaremos si «Me Moan» (así se llama su nuevo trabajo) tira por el mismo camino. Espero que sí. Pero antes, es una de las citas obligadas en el próximo Primavera Sound.

Tullycraft – Lost In Light Rotation

El mundo de la reciente independencia norteamericana no seria lo mismo sin Tullycraft, y su twee-pop de manual. La banda de Seattle son los padrinos de este movimiento tan británico en su país, y desde 1995 llevan dando guerra a base de buenas y pegadizas melodías. Sinceramente, yo hace muchos años que no sabia nada de ellos (su anterior disco es de 2007), y los tenia muy olvidados. Y es que este tipo de música me gusta mucho, pero en pequeñas dosis, no puedo meterme una tarde de pop edulcorado y acelerado, y quedarme tan ancho. Por eso solo escucho los discos de los grandes del genero, y ellos están dentro de ese grupo.

«Lost In Light Rotation» es su sexto trabajo (no se prodigan mucho), y en él encontramos todo lo que se espera de un disco de estas características. Es decir, coros gritones por encima de melodías pegadizas, y aceleradas canciones de tres minutos. De hecho, es como si no hubiera pasado el tiempo y aun estuviéramos en mitad de los noventa con nuestras camisetas de rayas y nuestras Adidas Gazelle. Lo bueno de todo esto que siguen sonando frescos y haciendo hits a diestro y siniestro.

La primera leche la meten con Agincourt, una tema de los más acelerado que contiene un potente estribillo, y que coronan estupendamente con unas trompetas. De este tipo de temas hay unos cuantos, y la verdad es que todos funcionan de maravilla. Dig Up The Graves, From Wichita With Love (con guiño al Do You Wanna Dance) o el tremendo single que da titulo al disco, son buena prueba de ello. Por cierto, para la portada de este último han utilizado la famosa foto de la gente en Coney Island que hizo Weegee, y que ya utilizó George Michael en uno de sus discos. Pero no solo se les da bien el pop saltarín, también salen airosos cuando se ponen más tranquilos y nos recuerdan a Hefner. Canciones como Queenie Co. o Westchester Turnabouts son una autentica delicia pop. Por no hablar de Anacortes, el tema con el que cierran el disco de una manera brillante. Sin duda alguna, los seguidores de este tipo de pop estamos de enhorabuena con su vuelta.

7,5