The War On Drugs – I Don’t Live Here Anymore

Recuerdo que, cuando puse el anterior trabajo de The War On Drugs, comentaba esas declaraciones que habían hecho The Killers en las que decían que el rock ya no triunfa porque no había suficientes bandas buenas. A lo que yo añadía que, si decían eso, era porque no habían escuchado a The War On Drugs. Un error que subsanaron, porque en su penúltimo álbum les fusilaron el sonido. Aunque eso sí, con en el beneplácito del propio Adam Granduciel, que colaboró en el disco. Y es que, al fin y al cabo, las dos bandas se están fijando en el rock de los ochenta, y en Bruce Springsteen en particular. Y aunque el grupo de Brandon Flowers ha mejorado bastante en sus últimos discos, hay que decir que los de Filadelfia juegan en otra liga.
‘I Don’t Live Here Anymore’ es un disco que, según el propio Granduciel, trata del cambio, de “crecer y envejecer, pero también salir de ti mismo y entrar en algo nuevo”. De hecho, es un concepto que se repite a lo largo de todo el álbum, que incluso cuenta con un estupendo tema llamado “Change”. Eso en cuanto a la temática del disco, porque el sonido es el mismo de siempre. Aunque eso sí, con algunos pequeños cambios. Ahora ya todo suena limpio y cristalino, y ya no queda ni rastro de esos pequeños momentos shoegaze que contenían sus primeros trabajos. Y la verdad es que es todo un acierto.
Estamos ante la mayor colección de hits de The War On Drugs. Es más, sorprende mucho que, como primer sencillo del disco, eligieran “Living Proof”, que es el corte menos directo del disco. Aunque hay que decir que es bien bonito. Además, sirve de introducción perfecta al resto del álbum, porque, a partir de ahí, llega ese mundo épico y ochentero lleno de sintetizadores que tan buenos resultados les ha dado en el pasado. Y lo bueno es que aquí lo perfeccionan. Solo hay escuchar esa joya llamada “Harmonia’s Dream”, donde su fusión de ritmos sintéticos, teclados luminosos, y punteos limpios de guitarra, funciona a la perfección. O esa “Wasted” tan sumamente pop que puede convertirse en el gran hit del álbum. Y ojo con “Victim”, el corte más electrónico de la carrera de la banda, y otro hit en potencia.
Están que salen en prácticamente todas las facetas del álbum. Así, en el tema titular, se meten de lleno en un rock de estadio que les sienta de maravilla. Además, escuchar una voz femenina, la de Lucius, le da otro punto a su música. De hecho, es algo que podrían hacer más a menudo. Y solo puedo decir cosas buenas de las semi-baladas del disco. Porque, están tan eufóricos, que en cortes como “I Don’t Wanna Wait” y “Old Skin”, que tienen un tono más reposado, no pueden evitar sacar una parte final llena de épica. Y, para terminar, nada mejor que una canción como “Occasional Rain”, que resume muy bien el sonido del disco, y que cuenta con un pequeño e inesperado ataque en su parte intermedia.
Una vez más, The War On Drugs han hecho uno de los discos del año. Y ya van cinco.
8,5
Debe estar conectado para enviar un comentario.