bdrmm – I Don’t Know
Con su estupendo álbum de debut, los británicos bdrmm se metieron de lleno entre lo mejor de la escena shoegaze actual. Una escena que, como todos sabréis, está de lo más saturada. Así que lo suyo tiene más merito todavía. Y esto en parte creo que se debe a que no tenían ningún problema en salir de su zona de confort de vez en cuando y meterse en camino más ensoñadores y pop. Algo que se acentúa en su segundo trabajo, que los saca directamente de la etiqueta shoegaze para llevarlos a un mundo más amplio. Y hay que decir que es todo un acierto.
‘I Don’t Know’ empieza dejando las cosas bien claras. “Alps” es un tema en el que los de Hull se meten de lleno en mundos puramente electrónicos. Una pasada coronada por una caja de ritmos y unos sonidos de lo más sintéticos, que estalla en su parte final, cuando entra una arrítmica batería y unas guitarras de lo más ensoñadoras. No es el único corte en el que se dejan llevar por la electrónica. Si nos vamos a “Advertisement One”, nos encontramos con una canción de post-rock sintético que los emparenta con los últimos Mogwai. Algo que no creo que sea casual, porque graban para el sello del grupo escoces. Y si nos vamos “Hidden Cinema”, podemos comprobar que también saben llevar esta faceta más electrónica a mundos más pop. Además, con resultados excelentes.
Resulta curioso, pero en este nuevo trabajo de bdrmm veo una notable influencia de Radiohead. Sobre todo, en un par de temas. El primero es “Be Careful”, donde suenan más limpios que nunca y se dejan llevar una sección rítmica que es hasta cálida. Además, aquí, la voz de su cantante incluso tiene un aire a la de Thom Yorke. Algo que se aprecia un poco más en “It’s Just a Bit Of Blood”. Aunque eso sí, solo en su primera parte, porque luego sacan la garra y ensucian sus guitarras. De hecho, su estribillo, sí que se mete de lleno en el shoegaze.
Ese shoegaze que protagonizaba su álbum de debut también tiene algo de presencia por aquí. Pero sí es cierto que lo atacan de otra forma. En aquel trabajo, la influencia de My Bloody Valentine era más que notable, y aquí apenas se aprecia. De hecho, diría que tan solo aparece en las guitarras de “Pulling Stitches”. Porque, luego, tenemos un tema como “We Fall Apart”, donde mezclan ese sonido con una faceta más kraut. Y si nos vamos a “A Final Movement”, nos encontramos con ocho envolventes minutos de pop etéreo y ensoñador. Y es que, como decía al principio: lo suyo va más allá de un solo estilo.
7,9
Debe estar conectado para enviar un comentario.