Broken Bells – After The Disco
Tengo que reconocer que pasé bastante del primer trabajo de Broken Bells y, creo, que no lo escuché más de tres veces en su día. Por eso mismo no voy a comparar este After The Disco con su debut, ya que por razones lógicas, no puedo hacerlo. Solo puedo decir que este segundo trabajo me ha parecido muy interesante, y no solo por sus grandes canciones. James Mercer y Brian Burton se han currado un disco que roza el rollo conceptual (el título no está ahí por casualidad), y que es la banda sonora perfecta para escuchar tras una noche de fiesta. Esto no significa que sea un disco tranquilo, para nada, pero en el encuentras canciones que te sirven para relajarte, y otras más efusivas que te sirven para volver a ponerte en marcha.
Evidentemente, el disco entero tiene un tufillo importante a los setenta. Pero no solo se fijan en la música disco, también se marcan baladones al más puro estilo Yes, o todos los grupos con nombre de continente. Esto también tiene su punto, y no se les da nada mal cuando se van por ahí. Al igual que no se les da nada mal tirar hacia el pop bailable. Pero eso ya lo sabíamos por los adelantos que han ido haciendo del disco.
Sin duda alguna, estos dos señores están más que curtidos en el mundo de la música, y saben cómo empezar un disco. Aquí lo hacen de maravilla con A Perfect World, un temazo de lo más directo que tiene un estribillo arrollador. Dura seis minutos, pero casi se hace corta. Además, para continuar nos dejan After The Disco, el fantástico single que ya conocíamos, y una de las canciones más interesantes de lo que llevamos de 2014 – una vez más, esto es sí que es una buena forma de construir algo interesante fijándose en un estilo tan manido como el disco (sí, ahora me estoy acordando de los pesados de los cascos)-. Me gusta bastante más que Holding On For Life, el primer single que nos enseñaron, y la canción en la que rinden un pequeño homenaje a los Bee Gees (ese falsete del estribillo les delata).
La primera balada la sueltan en el cuarto corte y, además, no se cortan un pelo a la hora de recuperar todos los clichés de aquella época. La canción está llena de coros épicos, dulces guitarras acústicas, y punteos eléctricos que sobresalen bien. Lo mejor es que les ha quedado bien, y de este tipo de temas, es la que mejor funciona. O por lo menos lo hace mejor que The Angel And The Fool. Pero vamos con lo bueno, con los cortes más pop…
No es raro que por aquí nos encontremos con una buena colección de canciones bien pegadizas. Por un lado tenemos al líder de The Shins, que sabe de sobra lo que es hacer un buen estribillo, y por el otro tenemos a Danger Mouse, que sabe cómo hacer que ese estribillo suene mejor. Por eso no nos extraña encontrarnos con Control (uno de los mejores estribillos del año), Medicine o No Matter What You’re Told, tres temas que unir al comienzo tan perfecto que se marcan al inicio del disco. Además, de los cortes más soul, que también hay algunos, y también funcionan de maravilla.
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