The Strokes – Comedown Machine

Hace dos semanas no tenia pensado hablar de este disco en el blog, y mucho menos hablar bien de él. No me esperaba demasiado tras escuchar el primer single, y la verdad es que después de escuchar el disco un par de veces, lo dejé aparcado. Por motivos que no vienen a cuento, lo he tenido que rescatar y escuchar atentamente. Para mi sorpresa, me he encontrado con un trabajo mucho mejor de lo que me esperaba. Los neoyorquinos vuelven a sonar mucho más coherentes y nos entregan su mejor colección de canciones desde “Room On Fire“. Sí, es cierto que ahora suenan mucho más pop, mucho más ochenteros y que hay unos falsetes que descolocan, pero en conjunto, la cosa funciona. De hecho, las declaraciones de Albert Hammond en las que decía que el grupo de su hijo estaba grabando un material buenísimo, tienen bastante de cierto. Aunque tampoco hay que pasarse, que no estamos ante uno de los discos del año, ni mucho menos.

Comedown Machine” huele a los primeros ochenta por todos los lados. No solo encontramos la new wave y garage-rock de sus comienzos, también una buena cantidad de sonidos sintetizados y algo de disco-funk. Esto puede asustar a más de uno, pero es cierto que cuanto más se salen de su rollo habitual, más aciertan. De hecho, lo peor del álbum es cuando se ponen más guitarreros.

Es innegable que el disco tiene un comienzo arrollador, en el que los cuatro primeros temas funcionan a la perfección. La new wave de Tape Out, el rock de All The Time o funk de Welcome to Japan (esta canción me parece una pasada) funcionan a la perfección. Y sí, el polémico One Way Trigger encaja maravillosamente en esta parte del álbum. Como ya he dicho antes, la peor parte es la parte más rockera y 50 50 es una de ellas. Otra de las sorpresas del disco son las baladas. 80′s Comedown Machine y Chances tiran mucho hacia el disco en solitario de Julian Casablancas (sobre todo la primera), y aunque a más de uno le va a dar algo cuando las oiga, son dos temas muy notables. De hecho, Chances no dista mucho de las baladas que hacían The Cars. Y eso siempre es bueno. Pero bueno, si eso no te va, siempre puedes tirar del rock de Partners in Crime (la mejor de este palo) o al pop de Slow Animals y Happy Endings, que me tiene encandilado.

Desde luego, si el público y crítica les machaca será injusto. No han sacado una joya de disco, pero es muy entretenido y cumple su función sobradamente.

7,5

Depeche Mode – Delta Machine

Pereza. Eso es lo primero que vino a la cabeza cuando me puse con el nuevo trabajo de Depeche Mode. Los de Basildon son el grupo de mi adolescencia, la banda con la que crecí. Me sé sus discos de memoria (bueno, los últimos no) y a pesar de eso, este “Delta Machine” no despertaba en mi ninguna curiosidad. Supongo que la culpa sería de ese Heaven que sacaron como primer single, y que no había por donde cogerlo. Además del conformismo de sus últimos trabajos. Pero mira tú por donde, me he decidido a darle unas cuantas escuchas, y me ha sorprendido muchísimo. Me he encontrado con unos Depeche Mode más electrónicos y oscuros, y menos preocupados en hacer himnos para llenar estadios -algo de eso hay, pero no mucho-. De hecho, se podría decir que es su mejor trabajo, y el más coherente, desde “Ultra” e incluso yo diría puede llegar a superarlo.

La primera sensación que tenemos nada más poner el disco, es que la cosas siguen igual. La voz soulera y blusera de Gahan en Welcome To My World y el rollo macarra de Angel, así lo confirman. Pero hay mucho más. Por ejemplo, en Welcome To My World nos sorprenden con un estupendo estribillo lleno de cuerdas, donde los coros de Martin Gore vuelven a encandilar. Es una pena que hayan elegidoHeaven como primer single, ya que solo representa tanto por ciento muy pequeño de “Delta Machine“. Y es que está vez no han estado muy atinados con las baladas. Lo que más sorprende de este trabajo, es el toque minimalista que tienen muchas de las canciones más electrónicas. Ahí están Secret To The End y My Little Universe para demostrar que pueden seguir siendo un gran grupo dentro de esta palo. Lastima que vuelvan al toque blues en Slow -desde que sacaron aquel brodio llamado Condemnation, siempre cae alguna de este rollo-. Afortunadamente, lo siguiente que nos encontramos esBroken, que nos hace olvidarnos del coñazo anterior en un momento. Este tema compuesto por Gahan, nos devuelve a los Depeche Mode más pop (es single más claro del álbum), y es de lo mejor que han sacado en estos últimos años. Si pasamos de la inevitable balada de Gore, nos encontramos con Soft Touch/Raw Nerve. Este es uno de esos temas para reventar estadios (ya os he dicho que alguno había), pero la verdad es que no está nada mal, y la culpa de eso la tiene ese toque sucio que le dan. Dave Gahan se está revelando como el compositor más pop del grupo, y con la tontería, sus temas se están convirtiendo en los más destacables. Esto viene a cuento por Should Be Higher, el que probablemente sea el mejor tema del álbum. Es un medio tiempo oscuro e intrigante, que se revela en un precioso estribillo donde Gahan canta mejor que nunca. Una pasada que no desentonaría en “Violator“. En Alone vuelven a esa electrónica sucia en inquietante, y una vez más, consiguen que les salga bien. Además, tiene unos teclados que recuerdan mucho a Kraftwert y a los OMD más minimalistas. Como segundo single han elegido Soothe My Soul, otro tema que no es de lo mejor del disco, pero que funcionará muy bien en sus directos. Eso sí, mejor que Heaven. Para cerrar regresan al toque blues en Goodbye, pero le dan un toque guarro y electrónico que consigue que la canción salga adelante. Una buena forma de acabar el disco.

8

Edwyn Collins – Understated

El otro día estuve viendo a Edwyn Collins, y salí absolutamente maravillado. El escoces dio uno de esos recitales nostálgicos y memorables, y me puso los pelos como escarpias en más de una ocasión. Repasó temas de toda su discografía, tanto de Orange Juice, como de su carrera en solitario, y por supuesto, presentó temas de este “Understated” que os dejo hoy. Toda una joya que me ha vuelto a dejar maravillado. Por supuesto, nada más salir del concierto, cayó el vinilo.

Con “Loosing Sleep” ya pudimos comprobar lo bien que se ha recuperado Mr. Collins de sus dos hemorragias cerebrales. En aquél trabajo contaba con la ayuda de varios músicos (gente de Franz Ferdinand, el cantante de The Drums o Roddy Frame) que le hicieron más llevadera la vuelta al estudio. Esto no pasa en “Understated“, y la verdad es que me alegro. No es que el otro disco estuviera mal, de hecho me encanta, pero si es cierto que algunas de las colaboraciones no sonaba a el mismo. Aquí estamos ante un trabajo 100% Edwyn Collins, y eso me apetece más que otro disco lleno de colaboraciones.

En una entrevista que leí el otro día, el propio Collins decía que era su trabajo más soul, y que a lo largo de él se podían encontrar muchas influencias de la Mowtown. Eso es algo más que evidente en Carry On, Carry OnToo Bad, (That’s Sad) o It’s A Reason (tres temazos), pero también en algunos temas más rock Dilemna o en algunos más pop como 31 Years. Esto no es nada nuevo -desde los principios de Orange Juice, el soul siempre ha estado ahí-, pero sorprende que lo siga haciendo también. Todos los temas que he mencionado son una absoluta delicia, y la verdad es que el disco entero no tiene desperdicio. Sobre todo las canciones más nostálgicas, esas en las que se confiesa. Down The Line, For Sooth y Love’s Been Good To Me (estremecedor ese estribillo en el que canta “I’m so happy to be alive“) son estremecedoras y te dejan del revés. Por no hablar de ese pepinazo llamado In The Now o de la canción que da titulo al álbum, que también son cojonudas. La verdad es que es un disco que le encuentro muy pocas cosas malas al disco (quizá Baby Jean es más floja), y me parece un trabajo de lo más disfrutable. Directo a lo mejor de 2013.

8,8

Bleached- Ride Your Heart

Bleached nacieron de las cenizas de Mika Miko, donde militaban las hermanas Clavin, que ahora se han embarcado en esta aventura. Jennifer y Jessica ya llevan un par de años sacando singles como Bleached, y por fin tienen preparado su álbum de debut. Un disco que no defraudará a los amantes del pop guitarrero con raíces sesenteras. Y sí, aunque hay dos mil grupos que hacen lo mismo, merece la pena, ya que ellas lo hacen con más gracia que casi todos ellos. Además, tienen un toque punk interesante, y lo que es mejor, algo de pop que las emparenta directamente con The Go Go’s o con las Bangles más potentes (no, no me refiero a las de Walk Like An Egyptian). Y eso siempre mola.

Ride Your Heart” empieza potente con un trallazo punk-pop llamado Looking for a Fight, y con otro en el que se van al garage, llamado Next Stop, que además, es el single de presentación. Hasta aquí todo normal, nada que no hagan otros grupos de chicas igual de bien. Lo bueno viene en los siguientes temas, donde abrazan el pop y nos entregan tres joyas a las que es imposible resistirse. Outta My Mind (y su puente contundente) es la más cruda de las tres, pero en Dead In Your Head nos dejan el mejor estribillo de todo el disco (y casi de lo que llevamos de año), y en Dreaming Without You se lanzan directamente a la piscina con una canción de pop sixties. Tras estos tres temas, vuelven al punk-pop coreable en Waiting By The Telephone y en Love Spells, donde se emocionan en el estribillo, y demuestran, otra vez, que nacieron para esto. Searching Through The Past era uno de esos singles que ya conocíamos (lo editaron en 2011), pero sigue funcionando muy bien, y uno no se cansa de él. Para el tema que le da titulo al álbum, bajan la velocidad, pero no la potencia y nos dejan un estupendo, y contundente pepinazo. En Dead Boy vuelven al garage, y en Guy Like You nos sorprenden con un tranquilo tema de aires tropicales, que es una delicia. Quizá el cierre es donde fallan más, ya que When I Was Yours no es de lo mejor del disco, y aunque acaben con contundencia y distorsión, no me termina de convencer. De hecho, lo yo lo hubiera cerrado con la canción anterior.

7,9

Selección 2013 (3ª Parte)

Aquí os dejo la tercera recopilación de este año, en la que hay nuevos temas Smith WesternsWireYeah Yeah Yeahs o The Polyphonic Spree. También hay canciones de discos como el Edwyn Collins o Bleached, que ya han salido a la luz, y todavía no he tenido tiempo de comentar por aquí. Además del obligado repaso a las novedades de estas últimas semanas, que han sido unas cuantas, y algunas de ellas muy buenas.

  1. Walking In Your Footsteps / Shout Out Louds 3:44
  2. Hit the Waves / The Mary Onettes 4:17
  3. Varsity / Smith Westerns 4:01
  4. Cayucos / Cayucas 3:28
  5. On Top / Milky Wimpshake 2:42
  6. Happy Nice Day / Northern Portrait 3:30
  7. She ‘s Gone Too Far / Brothers in Law 4:01
  8. Spirit House / Fear of Men 3:15
  9. Dead in Your Head / Bleached 4:20
  10. Hit Me / Suede 4:04
  11. You Don’t Know Me / The Polyphonic Spree 3:25
  12. The Stars (Are Out Tonight) / David Bowie 3:57
  13. In The Now / Edwyn Collins 3:47
  14. Grace for Saints and Ramblers / Iron & Wine 3:36
  15. Impressions of You / The Virgins 3:58
  16. GMF / John Grant 5:13
  17. Dixie Cups and Jars / Waxahatchee 3:36
  18. Distance / Beaches 5:03
  19. Sacrilege / Yeah Yeah Yeahs 3:50
  20. Love Bends / Wire 4:02
  21. Projektion / Girls Names 4:50
  22. Berlin Lovers / Still Corners 2:36
  23. Default / Atoms For Peace 5:16
  24. Now Is The Time / CHVRCHES 3:45 
  25. La era punk / Algora 6:38 

The Virgins – Strike Gently

Los grupos de rock no están muy bien vistos por los críticos más sesudos. Eso es un hecho. Desde que salieron The Strokes en el 2001, los medios tipo NME se han dedica a encumbrar a todo chaval que se pusiera una cazadora de cuero y cogiera una guitarra. Gracias a esto, hemos tenido a verdaderas mierdas vendiendo millones y encabezando festivales. Por eso un grupo como The Virgins lo tiene difícil, muy difícil. Muchos los eliminarán de su lista de “próximas escuchas” por el simple hecho de grabar para el sello de Julian Casablancas. O por haber tenido un éxito hace cinco años que les llevó a todas las televisiones de los Estados Unidos (aquél Rich Girls), y les convirtió en un pequeño hype. Un grave error, ya que este segundo trabajo de los neoyorquinos es un todo ejercicio nostálgico de la new wave setentera, y una autentica delicia.

La verdad es que desconozco si su primer trabajo era bueno o no, no lo escuché, pero este “Strike Gently” tiene mucho de donde rascar. También es cierto que soy muy fan de la new wave, y me das un trabajo como este, en el que la sombra de Elvis Costello y Nick Lowe está más que alargada, y ya me tienes ganado. Estos chicos no se preocupan por sonar más duros, y no tienen reparo en llenar de melodías de pop clásico sus canciones. Y es que el disco suena como si estuviera grabado en 1977.

Strike Gently” empieza a lo grande, con Prima Materia, el tema de adelanto para el cual Ryan McGinley -sí, el de las portadas de Christopher Owens y Bat For Lashes– les dirigió un corto. Todo un hit de pop setentero que da paso a una genial Wheel of Fortune, donde se acercan a The Cars. Como segundo single han elegido Flashback, Memories, and Dreams, un tema que en un principio parece que va a tirar hacia el post-punk, pero que en su pegadizo estribillo se delata, y nos deja otro himno con aires nuevaoleros. Una de las cosas que más me ha sorprendido de este trabajo, son los temas más tranquilos, esos que normalmente restan credibilidad a este tipo de grupos, y que aquí triunfan (en la mayoría de los casos). Figure on the Ice y se colofón final es un buen ejemplo (me encanta como va subiendo y termina estallando), al igual que la popera Impressions of You y su pegadizo estribillo con coros. De hecho, fallan cuando se ponen más rockeros, ya que What Good is Moonlight es la peor canción del disco, además, con diferencia. Se salva, porque una vez más se van hacia un estribillo más o menos pop. Afortunadamente, vuelven a esos cortes más clásicos en la recta final, y aunque Travel Express (from me) -muy Girls– y The Beggar no están a la altura de los primeros temas, sí que lo cierran a lo grande. Amelia y su grandioso estribillo son irresistibles, y Blue Rose Tattoo es un precioso tema de corte muy clásico, y un broche perfecto para cerrar un trabajo como este.

7,6

Suede – Bloodsports

Me gusta Suede. Sí, a pesar de sus últimos trabajos tan mediocres, le tengo un cariño especial a la banda de Brett Anderson (y Butler, que no se nos olvide). Supongo que será por todo lo que escuché en su día su primer trabajo, y el increíble “Dog Man Star” un año después.  A partir de ahí, la cosa se torció, y a pesar de que “Coming Up” era notable, se les fue la genialidad con la marcha de Bernard Butler. Por no hablar de sus dos últimos trabajos, donde se salvaban un par de canciones- me vienen a la cabeza Can’t Get Enough y Obsessions-. Además, termine un poco harto de ver el mismo concierto en el FIB (cuando molaba) una y otro vez. Vamos, que acabe saturado de ellos, y sus nuevas canciones ya no me llegaban tanto. Más que nada por su simpleza, y por el carisma que perdieron.

Tras estar dos años exprimiendo su material antiguo en una gira que les ha llevado por todo el mundo, han decido que ya es hora de sacar un nuevo trabajo -lo de tocar viejos temas no les iba a durar para siempre-. Un nuevo trabajo, que de buenas a primeras, a mi me da una pereza infinita. Aunque tengo que decir que un poco sí me ha sorprendido. Más que nada porque me esperaba un disco horrible, y bueno, es mejor que “Head Music” y “A New Morning” (algo que no es difícil).

Bloodsports” empieza potente con Barriers, un tema épico que trata de recuperar su primera época, pero al que le falta la suciedad y el impacto que tenían temas como So Young o Stay Together. Demasiado pulido, aunque está nada mal. Cuando se trata de hacer hits, es un disco muy “Coming Up” -lógico, es su trabajo más vendido- y lo demuestran en varios temas como Snowblind o It Stars And Ends With You. Dos temas en los que intentan recuperar esos estribillos que tantos buenos momentos les dieron. Digamos que van a la busca y captura de un nuevo Beautiful Ones o un Trash, y no lo consiguen, pero tampoco se quedan muy lejos. El problema viene con los temas más lentos, donde por lo general fallan. Es una lastima que no consigan recuperar ese talento que tenían a principio de los noventa y que les llevo a crear joyas como Still Life o The Wild Ones (Butler vuelve a aparecer por aquí). Se pueden encontrar algunos coletazos de lo que fueron en los preciosos punteos de Sabotage(esta canción no está nada mal) o en la melancolía de For The Stranges, pero siempre están por debajo de lo que hicieron en sus dos primeros trabajos. Además, a partir de aquí, el disco baja mucho, y aunque meten un hit como Hit Me, se hace muy cuesta arriba. Sobre todo porque los cuatro últimos temas son tranquilos y densos. Se pueden destacar What Are You Not Telling Me? y Faultlines, que son muy “Dog Man Star“- ellos mismos saben que nunca van a hacer nada mejor de lo que hicieron entre 1992 y 1994-, pero, como ya he dicho antes, siempre un peldaño por debajo.

No voy a ser malo y decir que me ha decepcionado, más que nada porque seria mentira. Pero claro, es que yo tenia muy pocas expectativas con su regreso. Además, si tras once años de retiro, solo son capaces de hacer esto, es que algo sigue fallando.

6,5

David Bowie – The Next Day

Llegó el día. Ese día que los seguidores de Bowie jamás pensaron que llegaría. La vuelta del músico británico es la noticia musical de este 2013, y pocas cosas pueden superar la sorpresa que nos dio hace un par de meses con Where Are We Know?. Yo todavía no sé como consiguió mantener en secreto la grabación de este trabajo en esta época en la que es casi imposible hacer algo sin que al día siguiente se entere todo el planeta. Si es cierto, que el hecho de no haber sacado una edición física del single, ayuda. Aun así, lograr que los músicos y la gente del estudio mantuvieran la boca cerrada durante meses, solo lo puede hacer Bowie. Ahí hay más que un contrato de confidencialidad de por medio: es una cuestión de respeto a uno de los artistas más grandes de la historia.

El disco sale hoy en todo el mundo, y ya he tenido la oportunidad de leer un par de críticas, donde por lo general, lo ponen bien. Sin pasarse, pero bien. Creo que aquí hay algo más que la música y no se puede juzgar este trabajo solo por sus contenidos. Tiene su merito sacar un álbum así tras estar casi una década retirado completamente de esto, y eso también hay que evaluarlo. Los músicos también se oxidan y no recuperan la inspiración de la noche a la mañana. Por eso me entra la risa cuando leo cosas como “Heathen” era mejor, o que si llega a salir en 2005 seria una continuación muy normalita del irregular “Reality“. Es absurdo comparar “The Next Day” con sus últimos trabajos, hay que verlo como un disco de 2013 y dejarse de tonterías. No digo que no se comparen sus temas con otras épocas de su carrera, eso es lógico (yo mismo lo voy a hacer más abajo), y más en un disco como este, en el que casi se pueden encontrar todos los palos que ha ido dando en estos últimos cincuenta años. Solo que hay que darle un pequeño respiro y no exigirle tanto.

The Next Day” no es un álbum perfecto, ni mucho menos, tiene unos cuantos fallos que le restan nota. El primero es la excesiva duración, ya que se ha pasado un poco metiendo catorce canciones (diecisiete en la versión deluxe), y con dos o tres temas menos, hubiera quedado perfecto. Pero claro, supongo que le habrá costado una barbaridad dejar fuera algunas canciones después de estar tanto tiempo sin crear nada. Quizá es un error que Bowie no debería cometer a estas alturas de su carrera, pero bueno, hay que recordar que puede estar un poco oxidado, y esta es una de las cosas que lo demuestra. Otra es lo de intentar tocar todos los palos de su extensa carrera, y recuperar el jungle en If You Can See Me, un tema que suena desfasado desde el primer segundo. Un error por su parte. Pero bueno, son solo un par de errores entre muchos aciertos.

El vigésimo-cuarto trabajo de David Bowie es un disco de rock crudo, y aunque nos intento engañar con el primer single, lo que predomina aquí es su faceta más rockera. Desde el principio con The Next Day ya lo deja bien claro. En ella Bowie canta con fuerza y se emociona en un estribillo contundente y arrebatador. Sigue rockero en Dirty Boys, una canción con un saxo barítono a la que le salva un buen estribillo. En The Stars (Are Out Tonight) nos encontramos con el primer gran hit del álbum. El segundo single es una canción muy inteligente en la que un melotron y la melancólica voz de Bowie te atrapan y no te sueltan. Uno de los grandes momentos del disco, sin dudad. Love Is Lost es un tema fuerte, con un ritmo contundente y omnipresente órgano, que triunfa por su crudeza y oscuridad. Mucho se ha hablado de Where Are We Know? y lo más comentado ha sido eso de que Bowie homenajeaba su época berlinesa. Es cierto, pero también lo es que es un precioso tema con un puente sublime.Valentine’s Day es mi canción favorita del disco. Sí, ya sé que no es la mejor, pero ese toque pop me chifla. Además, me recuerda sus grandes hits de los setenta.  Tras este tema, nos encontramos con la parte más floja del álbum en la que solo destacaría I’d Rather Be High y a lo mejor Boss of Me, pero ninguna de las dos me resulta imprescindible. Afortunadamente, remonta muy bien el vuelo en la recta final del disco con el pop funky de Dacing Out In Space (se nota que es un descarte del “Lodger“) y el rock ochentero de How Does the Grass Grow?, donde deja atrás parte de la crudeza del resto del álbum. Pero esa vuelve mejor que nunca en (You Will) Set the World on Fire donde recupera a Tin Machine en un pedazo de temazo. Para acabar vuelve la calma con un baladón soul (con coro incluido) marca de la casa, llamado You Feel So Lonely Could Die, y con Heat, donde se deja influenciar por Scott Walker.

Sinceramente, no se me ocurre un mejor trabajo que este para volver tras diez años de ausencia. Además, la producción de Tony Visconti no suena desfasada (excepto en If You Can See Me), algo que es un error muy común en este tipo de trabajos de viejas glorias.

8,2

The Mary Onettes – Hit The Waves

The Mary Onettes tienen algo. Los suecos han sabido librarse del lastre de ser la enésima banda que bebe de Joy Division (Lost es de lo mejorcito que nos ha dado esa corriente), y se han labrado una buena carrera como una banda de pop. Ahora vuelven con su tercer trabajo, en el que definitivamente se dejan de tonterías oscuras y se van al pop puro y duro. Todo un acierto, que ha hecho que me olvide de su último Ep, que era un autentico coñazo. Eso sí, si no te van los ochenta más “Romantic” ya puedes ir olvidándote. Se les ha ido la mano con esto

Hit Waves” no va a cambiar tu vida -sería muy triste si lo hiciera-,  pero si que puede que te haga sentir un poco mejor durante unas horas. Sobre todo si pasas de esa intro que abre el álbum y que no pinta nada. Afortunadamente, tras estos dos minutos de aburrimiento, viene lo bueno. Cuando nos encontramos con The Cure en Evil Coast. Esta especie de Pictures of You a la sueca es una pequeña maravilla, y una buena forma de adentrarse en este trabajo. Pero no lo mejor que vamos a encontrar en él. De eso se encarga Hit The Waves. El tema que da titulo al álbum, es una absoluta delicia ochentera que no he podido parar de escuchar en toda la semana. Aquí suenan más New Romantic que nunca, y recuerdan a China Crisis y grupos de este palo. No es la única: Black Sunset también tira hacia esos derroteros, y también triunfa con un estribillo arrebatador. Además, no se cortan un pelo, y meten unos bajos de sintetizador la mar de horteras. Pero bueno, sigamos con los Mary Onettes de siempre. Los que tiran de faceta pop de Robert SmithYears y Don’t Forget (To Forget About Me) – como podéis ver, no se cortan con las referencias a los ochenta- entran dentro de este rollo lleno de  teclados amables, guitarras cristalinas y estribillos de pegada instantánea. Vuelven a los ochenta de los cardados en Blues, solo que esta vez fallan y aburren con una especie de pseudo-reggae muy pobre. Eso sí acaban bien el disco con Cant Stop the Aching -los teclados de esta canción me recuerdan mucho al It’s My Life de Talk Talk– y con esa Unblessed, que bien podría ser una canción de Duran Duran. Y yo encantado con esto.

Es muy ochentas, pero también es un disco muy decente al que merece la pena dar unas escuchas.

7,2

Brothers in Law – Hard Times For Dreamers

Brothers in Law vienen de una pequeña ciudad de la costa noroeste de Italia llamada Pésaro. El típico sitio (muy centrado en el turismo playero) de donde no te imaginas que pueda salir una banda de este tipo, y sobre todo, que suene tan bien. No tienen nada que envidiar a las grupos de Williamsburg o a los últimos fichajes de Captured Tracks (casi es lo mismo), y beben del C-86 y el pop oscuro británico de los ochenta tan bien como lo hacen ellos -a veces, incluso mejor -. Algo que demuestra, una vez más, que la red ha conseguido abrir fronteras y ahora cualquier grupo, de cualquier parte del mundo, puede tener una oportunidad. De hecho, van a actuar este año en el SXSW de Austin gracias al Crowdfunding.

Hard Times For Dreamers” es su primer largo (más bien es un mini-lp), y en él nos encontramos con ocho canciones llenas de teclados ensoñadores y guitarras cristalinas. Quizá es lo mismo de siempre, pero el hecho de que salgan de esa pequeña ciudad italiana llena de maxi-gafas de Dolce & Gabbana ya les da un punto extra. No es lo mismo ser de Brooklyn y estar todo el día mamando este tipo de música, que ser el outsider de una ciudad italiana de 90.000 habitantes. Y eso debería contar.

Abren el disco con la potente Lose Control, donde hay capas y capas de teclados (se les ha ido un poco la mano) y recuerdan bastante a los fineses French Films. Sin duda es la comparación más acertada, pero también dejan ver algo de los mejores Beach Fossils (no los del último disco) en Go Ahead o en A Magic, donde reducen los teclados y aciertan de pleno. Tampoco se les da nada mal cuando se van al dream-pop, y buena prueba de ello es Childhood. Pero sin duda alguna, lo mejor lo encontramos en She’s Gone Too Far, donde limpian su sonido y nos entregan una preciosa canción a medio camino entre los Jesus & Mary Chain más pop y los últimos Echo & The Bunnymen. Una delicia. Al igual que las dos Shadows, donde nos muestran su faceta más tranquila (Follow Me) y una vuelta a los sonidos acelerados de principio del álbum (Leave Me). Quizá 40 Hours no es la mejor canción para cerrar el disco, es demasiado larga y te deja un sabor agridulce, pero es solo un bache entre muchos aciertos.

7,5