Selección 2015 (4ª Parte)

selección 2015-04

Ahora que veo el listado de canciones que he metido en esta recopilación, me doy cuenta de que me ha quedado un tanto dark. De hecho, empieza con el temazo de once minutos que han hecho Girls Names, que es todo un trallazo post-punk. A ellos se le unen Soko y Ariel Pink, con su Lovetrap, todo un himno de oscuro de lo más ochentero, o las españolas Tulsa y La Bien Querida, que han sacado dos discos de electrónica que van por el mismo camino. Por no hablar de lo nuevo de Chromatics o de ese temazo que se ha marcado Jamie xx con Romy, su compañera de grupo, el cual he escuchado unas cincuenta veces este fin de semana. Pero no os asustéis, también hay pop de la mano de Dick Diver, Nic Hessler y The Manhattan Love Suicides. Además de novedades jugosas, como el tema bailongo de Tame Impala o una de las nuevas canciones de Blur.

Espero que os guste.

  1. Zero Triptych / Girls Names 10:55
  2. Sin mirar atrás / Reina Republicana 2:30
  3. Gente Común / Tulsa 3:45
  4. Vueltas / La Bien Querida 3:34
  5. I Can Never Be Myself When You’re Around / Chromatics 5:07
  6. Let It Happen / Tame Impala 7:49
  7. Reflections / Django Django 4:20
  8. Loud Places / Jamie xx 4:43
  9. No Way Out (Redux) / Warpaint 3:07
  10. Lovetrap (feat. Ariel Pink) / Soko 4:35
  11. There Are Too Many of Us / Blur 4:24
  12. Anything But Satisfied / The Manhattan Love Suicides 4:01
  13. I Can’t Explain / Surfer Blood 4:24
  14. I Feel Again / Nic Hessler 3:36
  15. Debbie Downer / Courtney Barnett 3:18
  16. Tearing The Posters Down / Dick Diver 3:40
  17. Dice / Robin Guthrie And Mark Gardener 4:27
  18. How Could You Babe / Tobias Jesso Jr. 3:53
  19. Courage / Villagers 4:46
  20. Should Have Known Better / Sufjan Stevens 5:08

Fade Into You (Una recopilación)

Aquí tenéis una nueva recopilación del Blog de Adolfo con unas cuantas novedades y algunos clásicos. ¡No os la perdáis!

Blog de Adolfo

Aunque llevaba siglos sin actualizar el blog, la verdad es que tengo a medio terminar un montón de entradas (diarios de viajes a Oporto y Londres, textos sobre discos, fotografía, etc.). Pero como me han insistido en que vuelva a colgar recopilaciones musicales, he aprovechado que esta tarde estaba haciendo una para mí, para actualizar el blog.

FADE INTO YOU la empecé a organizar alrededor de un tema de J Mascis que le da título, pero que finalmente se ha caído del listado final. Incluye tres o cuatro clásicos, tres versiones (de Big Star, Neil Young y Blake Babies) y muchas novedades, pero estas son, en su mayoría, de sonido muy clásico. Como siempre, es muy ecléctica, pero, espero, coherente.

Haz clic para descargar la recopilación "Fade Into You". Haz clic para descargar la recopilación «Fade Into You».

Los artistas que he incluido en esta ocasión son Paul Simon, Father John Misty, Justin Townes Earle

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Death Cab For Cutie – Kintsugi

death cab

¿Qué hacemos con Death Cab For Cutie? Desde hace varios discos no levantan cabeza, y su último trabajo no va a ser el que remonte esa pérdida de talento creativo. Para mi gusto, la banda de Ben Gibbard ha perdido el norte, y con cada disco intenta hacer algo nuevo, lo que no deja ser un acto de desesperación. Una llamada de atención y un intento de no quedarse estancados en ese indie-rock que tanta fama les dio. Se aprecia el intento, pero, tras varios discos, ya se ha visto que no les funciona. El último ejemplo es este Kintsugi, el cual han llenado de sintetizadores y algún que otro ritmo más electrónico, y en el que se han vuelto a quedar a medias.

Lo primero que chirria (una vez más) es la producción. Los de Bellingham son especialistas en llenar sus canciones con capas y capas de instrumentos, tanto, que al final, lo que es la composición en sí, se queda en un segundo plano. Aquí lo han vuelto a hacer, y hay temas en los que se ve a la legua que han pasado por un lavado de cara en el estudio y en la mezcla. Además, esta vez no es Chris Walla, que ha dejado el grupo, el que produce el álbum, y es algo que también se nota. El disco tiene un sonido sintético, como si hubieran querido irse a los ochenta, y, aunque no está mal, no me termina de convencer. Sin embargo, esta vez sí que están un poco más acertados en las canciones. Por lo menos en cuatro o cinco.

Yo soy de lo que piensa que los adelantos del álbum (han sacado tres) están bastante bien, y creo que han hecho bien en ir dando esas pistas. La que más me gusta de las tres es No Room in Frame, que me recuerda un poco a sus viejos trabajos. También me parece muy interesante esa macarrada llamada The Ghosts of Beverly Drive, que nos trae a unos Death Cab For Cutie más potentes. Junto a ellas, lo mejor del disco viene en Everything’s a Celling y Good Help (Is So Hard to Find), que juegan con el toque ochentero sin dejar de lado su sonido típico. Luego tenemos El Dorado, que es la canción más extraña del disco, pero tiene su punto con esos coros tan étnicos. El resto del disco son baladas, de las que solo salvaría Little Wanderer, que tampoco es para tirar cohetes, y esa Ingénue en la que recuperan el tacto para hacer este tipo de canciones. Las otras son realmente aburridas, y no hay por dónde cogerlas.

Quizá es mejor que sus anteriores trabajos, pero eso no significa que de nuevo estemos ante los mejores Death Cab For Cutie. Esos están muy lejos.

6,9

Streaming

Robin Guthrie And Mark Gardener – Universal Road

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Hasta el otro día no supe que Robin Guthrie y Mark Gardener llevan varios años colaborando juntos, y que han hecho varias giras. Incluso sacaron un single conjunto en 2012. Ahora regresan con un álbum completo, que me ha dejado una sensación extraña. Y es que, por un lado tenemos a Guthrie, que fundó Cocteau Twins, y por el otro tenemos a Gardener, una de las mitades de Ride, pero no logran dejar las buenas sensaciones que te dan dos estos grupos. Tratándose de estos dos pesos pesados del dream-pop y el shoegaze, uno se espera un disco con un sonido más o menos parecido al de sus respectivas bandas, pero no, es un trabajo con un sonido un tanto convencional al que le falta un poco de fuerza.

Supongo que su idea era fusionar a las dos bandas que tanta fama les dieron, pero se han quedado a mitad de camino. Todo esto siempre hablando del sonido del disco, las canciones son otra cosa. Y es que, el que tuvo retuvo, y componiendo siguen siendo un par de monstruos. Como prueba tenemos Dice, el fantástico single de adelanto, en el que sacan las garras y pisan el pedal de distorsión. Es una canción fantástica, en la que sí han dado con la fusión perfecta de sus dos personalidades musicales (el subidón de la segunda parte es genial). Algo que también consiguen en Reason, que es una gran balada con un intenso final lleno de guitarras ensoñadoras.

La gran mayoría del álbum está formado por canciones tranquilas y etéreas, por lo que no es un disco que entre  con facilidad. Aun así, hay canciones que ya te dicen algo con la primera escucha. Es el caso de la bonita canción que abre y titula el disco. En ella nos dan una buena muestra de lo bien que se les dan este tipo de canciones cercanas al dream-pop. Algo que, por otra parte, ya sabíamos de sobra. Junto a ella, podemos meter Yesterday’s News, que es un poco más convencional, pero tiene su punto. Y hablando de temas más convencionales, tenemos que mencionar Sometime y Triumphant, donde hacen un pop del más normal, sin paisajes ensoñadores y sin rollos etéreos. La verdad es que no están mal, sobre todo la segunda, que es la canción más animada del disco.

Si le hubieran sacado un sonido más cercano a sus respectivas bandas, estaríamos ante un álbum realmente interesante. Pero como no es así, estamos ante un trabajo con buenas canciones, pero con un sonido muy mejorable.

7

Courtney Barnett – Sometimes I Sit and Think and Sometimes I Just Sit

courtney

Hay artistas que lo tienen, a los que se les ve el talento a las primeras de cambio. Una de ellas es Courtney Barnett, la australiana que nos sedujo hace un par de años con sus dos Eps, los cuales sacó en un álbum conjunto llamado A Sea of Split Peas. Ahora, tras girar por medio mundo, vuelve con el que oficialmente es su álbum de debut. La de Melbourne ha puesto las expectativas muy altas con los dos adelantos de este trabajo (Best New Track en Pitchfork para los dos), y tras unas cuantas escuchas del mismo, solo puedo decir que mantiene el nivel casi todo el álbum.

Courtney Barnett es mucho más que la enésima cantante que revive el indie-rock de los noventa. En sus discos también hay temas cercanos al rock más clásico, al folk, y a los R.E.M., más pop. Pero sí es cierto que lo que mejor se le da es tirar de guitarras distorsionadas y recuperar todo lo bueno que hicieron bandas como The Breeders o The Lemonheads -si investigáis un poco por la red, encontrareis versiones suyas de estos dos grupos, e incluso una actuación conjunta con Evan Dando -. El disco va sobrado de este tipo de canciones, y todas son realmente buenas. Las tenemos un poco más crudas, como Pedestrian At Best y Nobody Really Cares If You Don’t Go The Party, o un poco más pop como Elevator Operator, Aqua Profunda! y la maravillosa Dead Fox, que se ha convertido en mi canción favorita de estos días. Incluso la esquiva An Illustration Of Loneliness (Sleepless In New York) tiene su punto con ese tono de chulería guitarrera.

Como decía antes, si hay algo que ha conseguido Courtney Barnett en este trabajo, es demostrar que se mueve como pez en el agua en otros estilos. Es el caso de Depreston,  una delicia de balada folkie en la que reflexiona sobre las afueras de las ciudades y lo deprimentes que son (la letra es bien chula), dejándonos el que, probablemente, sea el mejor corte del disco. Aunque lo que más me ha sorprendido es lo bien que se le da el pop con tintes rockeros. Lo podemos ver en Debbie Downer, un tema que, con ese órgano juguetón y esa dulce melodía, no desentonaría en el Green de R.E.M.

Al final del disco, en la cruda Kim’s Caravan, y en la delicada Boxing Day Blues, baja un poco el ritmo frenético del disco, y está un poco menos acertada. Aunque en el último tramo de la primera nos enseña lo bien que se le da rasgar una guitarra y crear una de esas tormentas eléctricas tan habituales en los grupos de los noventa.

Gracias a discos como este, merecen la pena estos revivals de otras décadas que vivimos constantemente. Lo malo es que es no suele ser habitual encontrarnos con trabajos así de buenos.

8,4

The Manhattan Love Suicides – More Heat! More Panic!

The Manhattan Love Suicides

Hace unas semanas, en una tienda Rough Trade de Londres, tuve este vinilo en mis manos, y estuve a punto de comprármelo (solo costaba 10 libras), pero al final no lo hice. Hoy me arrepiento de esta decisión, ya que llevo unos días escuchándolo y no puede gustarme más. Además, han agotado la edición de 500 copias que han sacado, así que ahora me va a ser un poco complicado conseguirlo. Pero bueno, tampoco pasa nada, al fin y al cabo solo es un disco.

The Manhattan Love Suicides tienen una carrera intermitente, con un parón de cinco años que rompieron en 2013 con un nuevo tema -el fantástico (Never Stop) Hating You, que está incluido en este trabajo-. Hasta entonces, habían sacado muchos singles (que recopilaron en Burnt Out Landscapes), pero tan solo un álbum. Ahora, nueve años después de su debut, vuelven con este More Heat! More Panic!, en el que están sembrados.

Los de Leeds están mucho más pop que nunca, y suenan menos sucios que en sus primeros singles. Digamos que se han decantado por su faceta más Primitives, y han dejado un poco de lado su rollo más oscuro. También se han currado un poco más las canciones, haciéndolas más largas y desarrollándolas mejor. Es el caso de las muy tranquilotas e inofensivas Goffin-King y She’s A Bullet (Phil Spector debe de estar hasta las narices de que utilicen el ritmo de batería del Be My Baby), que son bien majas. Pero es en los hits de indie-pop guitarrero donde están más acertados. Cuando sacan las garras y nos dejan temas como (Never Stop) Hating You, Nowhere Bound, Burning Embers o Anything But Satisfied, no hay quien les tosa. Es cierto que no es la primera banda, ni la última, que revisita el C-86 y hace pop ruidoso, pero se les da tan bien, que eso es lo de menos.

Lo más curioso de More Heat! More Panic! es su parte final. Lo de emplear quince minutos para tres canciones, es algo nuevo en ellos, y salen airosos del asunto. Tanto en Fallen Empire, una balada con final explosivo, como en Frozen Wasteland (Do It Again), la canción más “rocker” del disco, dejan ver que están mucho más sueltos y que no le tienen miedo a dejar que las canciones sigan su curso. Por no hablar de esa balada sucia y guitarrera llamada Speak To You, con la que cierran el disco por todo lo alto.

Ya sabes, si te va el buen pop de guitarras, no dejes pasar este disco. Además, la portada es muy chula.

8

Nic Hessler – Soft Connections

Nic-Hessler

Allá por 2009, Nic Hessler tenía una prometedora carrera bajo el alias de Catwalk, y a sus 16 años ya había firmado un contrato con Captured Tracks, con los que llegó a sacar un par de singles. Pero un par de años más tarde, con apenas 18 años, le diagnosticaron el síndrome de Guillain–Barré, un trastorno similar a la esclerosis múltiple que le dejó parcialmente paralizado y le impidió tocar la guitarra. Afortunadamente, Hessler ha superado la enfermedad y, cuatro años después, está aquí de nuevo con el que es su álbum de debut para el sello que confió en él desde el principio.

Soft Connections es un trabajo que lleva años en la mente de Hessler, y eso se nota. El californiano ha logrado un sonido perfecto para esta colección de canciones, a medio camino entre el lo-fi y una producción más estándar. Algo que le viene de perlas a sus canciones con influencias del power-pop americano de los setenta, y la new-wave británica de la misma década. Pero también deja ver cierto gusto por el indie-pop de los ochenta. En estos trece cortes podemos escuchar ecos de Alex Chilton, XTC o los Echo & The Bunnymen menos oscuros. Lo bueno es que Hessler mete todos estos ingredientes en su batidora personal, y se saca de la manga una colección de temas de lo más maja e interesante.

Hessler empieza el disco demasiado potente, con la brillante I Feel Again, y quizá, por eso, uno tiene la sensación de que el disco va bajando enteros a medida que va pasando. Pero no creo que sea así, solo que ese tema es una muy buena carta de presentación. Pero a lo largo de los 42 minutos que dura el disco, nos encontramos con varios temazos. Es el caso de Hearts, Repeating, el segundo single, y All in the Night, en las que se pone mucho más power-pop. O de Permanent, que es una balada bien bonita. Por no hablar de que cuando vuelve al hit indie-pop, lo hace con ganas y talento. Es el caso de Into the Twilight y Soon You’ll See, Kristine, que son deliciosas. Incluso Disappear, el bonus track, es todo un hit en potencia.

Quizá le sobren un par de canciones en las que está menos acertado, pero Soft Connections es un disco de lo más entretenido, lleno de grandes estribillos y bonitas melodías.

7,6

Primavera Sound 2015: Tobias Jesso Jr. – Goon

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Poco a poco, y single a single, el canadiense Tobias Jesso Jr. se ha ganado a la crítica y al público con sus delicadas baladas al piano. Este jovenzuelo de Vancouver tiene un talento enorme para conseguir emocionar con tan solo un piano y su voz, algo que me parece todo logro. Con la ayuda en la producción de Chet “JR” White, una de las cabezas pensantes de Girls, y Patrick Carney, de los Black Keys, ha creado un trabajo que casi es un clásico instantáneo. Ya no solo por el estilo de música que hace, también porque es uno de esos discos que te llegan muy dentro desde el primer momento.

Tobias es un chico triste, y eso se refleja en sus canciones, que hablan de desamores y sueños rotos. Lo bueno es que es no es un disco deprimente, y, aunque el chico cante cosas como que no puede parar de pensar en su chica amada, o que no puede respirar sin su alma gemela, sus canciones tienen un tono esperanzador. Es el caso de los tres temas que abren el disco, que son una delicia. Tanto la intimista Can’t Stop Thinking About You, como la arrebatadora How Could You Babe, que recuerda una barbaridad a los Girls más tranquilos, te dejan con muy buenas sensaciones. Por no hablar de lo bonita que es Without You, con ese toque tan Beatle, y la ayuda de la batería de Haim. Y es que la influencia de los Beatles es evidente. De hecho, Can We Still Be Friends casi podría ser una canción de Paul McCartney.

Lo más curioso de Goon es que, siendo un trabajo tan tranquilo, en el que el chico no hace nada nuevo, no es nada aburrido. Hay algún tema más flojo, como Bad Words, pero, en general, el nivel está muy alto en casi todo el álbum. Solo hay que escuchar esa Hollywood, donde desmonta la tierra de los sueños en apenas cinco minutos, o la bonita For You, en la que se anima un poco más. Algo que también hace en la genial Crocodile Tears. Junto a ellas, en la parte final del disco, vuelve a las baladas al piano, y vuelve a triunfar con Just a Dream y Leaving LA.

Goon es un disco sobresaliente, lleno de canciones bonitas, al que no se le pueden poner muchas pegas. Sí, no es innovador y nos recuerda a muchos artistas, pero suena tan bien, que eso da igual.

8,2

Twin Shadow – Eclipse

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Desde luego, a George Lewis Jr., no se le puede acusar de no tener claras sus influencias. Desde hace unos años ha ido pasando por todas las etapas y estilos que tuvieron mayor repercusión en los ochenta, y se convertido en un experto en los sonidos de aquella década. En su primer trabajo dejaba ver una elegancia cercana a los Roxy Music, que, poco a poco, ha ido dejando atrás, para meterse de lleno en la faceta más comercial del pop. Así hasta llegar a este tercer álbum, donde se deja los complejos de lado y se ánima con un disco que lo podría haber petado en las radiofórmulas de 1987.

No es que me sorprenda este giro hacia el lado más comercial de los ochenta, los adelantos del disco ya iban por ese camino, pero sí me deja un poco indiferente. Tiene su punto encontrarse con una canción como To The Top, que tira de la épica de estadio más casposa, pero es algo que ya hemos escuchado muchas veces. Además, le veo un poco perdido, tirando de un palo y de otro durante todo el disco. En Eclipse hay canciones de R&B (no sé a qué viene hacerse ahora un Blood Orange), temas enfocados a la pista de baile, y baladas que se pierden en la épica. Un popurrí de estilos que no le hace ningún favor este trabajo.

Otro de los problemas de Eclipse es la falta de un hit claro. Sí, están When The Lights Turn Out y Old Love/New Love, los dos mejores cortes del disco, pero si los comparas con Five Seconds, Golden Light o At My Heels, se quedan un poco atrás. Y es que, se le ha ido la mano con las baladas y ese toque R&B por el que le ha dado todo el mundo. Solo hay que escuchar Turn Me Up, que debe ser el single más aburrido y simple de su carrera. Menos mal que en I’m Ready, el nuevo sencillo, mejora un poco (por lo menos no aburre) y se pone algo más desenfado. Tampoco está mal Flatliners, en la que al menos se hace con uno de esos estribillos épicos que tanto nos gustan. Y como balada, la gran triunfadora es Half Life, que con la intensidad de sus teclados ganan un motón de puntos.

Eclipse es un trabajo al que le falta coherencia, y le sobran unas cuantas canciones. Algo que no pasaba con sus dos anteriores discos, en los que nos encontrábamos a un artista que no se iba por las ramas.

6,6

Streaming

Soko – My Dreams Dictate My Reality

Soko

Bajo el nombre de Soko, la francesa Stéphanie Sokolinski lleva una década siendo un rostro conocido en su país y en parte de Europa. Por un lado tiene su carrera como actriz en Francia, donde ha hecho más de una decena de películas, además de poner la voz a Isabella, uno de los personajes de Her, la película de Spike Jonze. Pero ha sido con su carrera como cantante donde más éxito ha tenido, principalmente en países como Dinamarca o Australia, donde cuenta con algún número uno. Incluso en Estados Unidos ha contado con cierto reconocimiento, y su canción We Might Be Dead by Tomorrow, llegó a ser top10. Además,  ha colaborado con bandas como The Go! Team y Cornershop.

My Dreams Dictate My Reality tiene muy poco que ver con su primer trabajo, en el que hacia un pop delicado, sedoso, y lleno de texturas electrónicas. Para este nuevo álbum ha decidido sacar a la luz su faceta más oscura y según ella misma “es la versión femenina de los primeros discos de The Cure”. Para conseguir eso sonido ha llamado a Ross Robinson, productor del Bloodflowers y el The Cure, y se ha lanzado a la piscina con un disco lleno de paisajes oscuros y guitarras cercanas a las de la banda de Robert Smith (su favorita). Hay que decir que no le ha quedado nada mal, y que, afortunadamente, no solo tira por ese camino. Es un disco con mucho aire ochentero, y en él también encontramos hits en plan new-wave, como Ocean of Tears y el single, Who Wears the Pants??, que están muy bien. Además de Temporary Mood Swings, que es algo así como una fusión entre The B-52’s y The Cure.

Para conseguir el sonido oscuro que tanto ansiaba cuando se metió a grabar el disco, también ha contado con la ayuda de Ariel Pink, que pone su voz a dos de los temas del álbum. En Monster Love, el primero de esos temas, se mueven dentro del mundo oscuro en un corte lleno de esas guitarras con eco que hicieron tan populares The Cure a principio de los ochenta. No está mal, pero no tiene ni punto de comparación con el otro tema en el que Pink ha puesto su huella. En Lovetrap, canción que Pitchfork, muy acertadamente, ha elegido como Best New Track,  están mucho más acertados. Es un corte que empieza oscuro, con una Soko convertida en Siouxie, pero que en el estribillo se va hacia el pop de Ariel Pink. Todo regado con unas guitarras y unos teclados de lo más alegres. No son los únicos cortes “oscuros” que funcionan en el disco, tanto I Come in Peace, con la que abre el álbum de forma reposada y sutil, como en la muy lo-fi Bad Poetry (como molan esas guitarrillas), y en la balada gótica Visions, está muy bien. Por no hablar del corte post-punk que se ha marcado en My Precious, que podría estar en cualquiera de los primeros discos de The Cure.

Quizá baje un poco el nivel al final del disco, con los dos últimos temas, pero la chica tiene talento. Sobre todo porque ha conseguido llegar a esa meta que se propuso al grabar el disco, que no era otra que ser una especie de versión femenina de los Cure.

7,6