Young Guv – GUV IV

Si hay algo que nos ha enseñado Ben Cool a lo largo de los últimos años, es que no puede dejar de componer canciones. El que fuera miembro de Fucked Up está muy cómodo con Young Guv, este proyecto de power-pop que empezó a tomar forma allá por 2018. Desde entonces, no ha parado publicar canciones y discos con varias entregas. Algo que ya pudimos comprobar en 2019 con ‘Guv I’ y ‘Guv II’, y que este año tiene su continuación en ‘Guv III’, el cual publicó hace unos meses, y en su segunda entrega, que justo se acaba de editar.

Ya os comenté cuando puse la anterior entrega, que estás canciones estaban compuestas un poco forzosamente. Y es que, el principio de la pandemia, pilló a Cook y su banda en mitad de una gira que paró en Nuevo México. Allí, sin dinero, y sin posibilidad de volver a su apartamento de Nueva York, que lo tenía subarrendado, no le quedó más remedio ponerse a escribir canciones sin parar. De hecho, al parecer, acabó exhausto y ha confesado que se está tomando un descanso de todo esto. 

A pesar de estar compuestas en el mismo periodo de tiempo, las canciones de ‘Guv IV’ son un tanto más eclécticas. Evidentemente, el power-pop sigue siendo el protagonista, pero ahora se codea con algún estallido de new-wave sintética (“Nervous Around You”); con sonidos añejos de lo más yankees (“Maybe I Should Luv Somebody Else”), o con deliciosos momentos dream-pop (“Change Your Mind”). Además de con alguna dosis que otra de psicodelia, como es el caso de “Sing From God” y “Overcome”. De hecho, en la segunda se acerca un poco al ‘Scremadelica’. 

De su lado más pop también destacan varios cortes. El primero nada más empezar, con esa pequeña joya llamada “Too Far Gone”, donde fusiona un sonido muy sixties con una guitarra que se acerca al post-punk. O “Cry 2 Sleep” y “Cold In The Summer”, en las que deja que su faceta lo-fi tenga algo de protagonismo. Además de “Helium” “Nowhere At All”, donde aparece de nuevo ese punto un poco new-wave. Aunque desde una visión un tanto más pop. Y hay que reconocer que es algo que le sienta de maravilla a la propuesta de Young Guv

7,5

Day Wave – Pastlife

Jackson Phillips ha hecho de Day Wave uno de los proyectos más sólidos de la actual escena bedroom-pop. Además de uno de lo más exitosos, porque las cifras de streaming de sus canciones se cuentas por decenas de millones. Lo que le ha llevado a colaborar con Hazel English o a producir a Pete Yorn. Y es que hay que reconocer que se le da muy bien crear atmósferas sonoras en las que juega con el pop más ensoñador. Pero también sabe como animar el cotarro e irse hacia mundos más movidos e indie-pop. Algo que podemos comprobar en su nuevo trabajo.

A pesar de que no ha parado de publicar canciones y algunos EPs en los últimos años, ‘Pastlife’ tan solo es su segundo álbum. Es más, le separan cinco años de su debut. Porque, lo cierto, es que creo que la música de Day Wave entra mejor en pequeñas dosis. Y es que, como ya he dicho, maneja muy bien este tipo de pop ensoñador, pero también es verdad que le cuesta salir de su zona de confort y su propuesta puede resultar un tanto repetitiva. Aunque, afortunadamente, esa carencia la suple con buenas canciones.

El disco se abre con “See You When The End’s Near”, un tema en el que entra en juega su faceta más oscura y pesimista -su título no deja lugar a dudas-. Además, en ella, nos encontramos con la voz grave de KennyHoopla, que casa de maravilla con esa maraña de guitarras densas. Es un sonido en el que también se adentra en temas como “Blue” y “Before Whe Knew”. Aunque sí es cierto que en estos dos temas lo hace desde una perspectiva más ensoñadora. Algo que le sienta muy bien a sus composiciones.

Lo bueno de este segundo trabajo de Day Wave es que la gran mayoría de sus canciones se van hacia el lado más pop y directo de su música. Así, nos encontramos con cortes animados y potentes, como es el caso de “Where Do You Go” o “We Used To Be Young”, donde resulta evidente que sigue muy cómodo en ese pop que se adentra en terrenos de la música surf. Pero también tiene tiempo para dejarse llevar por el indie-pop más corriente y entregar una canción tan delicada y bonita como “Loner”. Y, para terminar, vuelve a faceta dream-pop, con la que nos deja “Apartment Complex”, una pequeña joya en la que se deja acompañar por Hazel English.

7,5

Soccer Mommy – Sometimes, Forever

A pesar de que en su primer trabajo sobre todo se apoyaba en la guitarra acústica, Soccer Mommy ha ido evolucionando a medida que su carrera ha ido avanzando. Ya en su anterior trabajo endureció las guitarras y se hizo con canciones más directas y pop. Un camino en el que sigue en parte de su nuevo álbum. Y digo en parte porque, como no podría ser de otra manera, también coquetea con otro tipo de sonidos. No obstante, lo produce Daniel Lopatin, al que todos conocemos como Oneohtrix Point Never. Así que ya os podéis imaginar por dónde van los tiros. 

Como no podría ser de otra manera ‘Sometimes, Forever’ es un trabajo triste. Un disco en el que Sophie Allison descubre la cara oculta del éxito, y que es algo que no lleva a la felicidad. Algo que supongo que ha comprobado por ella misma, porque es una artista que cuenta con bastante éxito. Tanto de crítica, como de público. 

Para reflejar esa desilusión y tristeza, Soccer Mommy recurre a los ingredientes con los que ha llegado hasta aquí. Es decir, que estamos ante un álbum en el que las guitarras con sabor a los noventa sirven de acompañamiento a su voz triste y melancólica. Algo que se puede comprobar nada más empezar con “Bones”, un tema que nos lleva a ese indie-rock de guitarras potentes, pero también muy melódicas. Un sonido que también aparece en “Don’t Ask Me” y “Shotgun”, que son auténticos hits que nos llevan directamente a esos años que tanto adora la artista de Tennessee. 

Ya he comentado que no tiene miedo a irse hacia otros caminos que nada tienen que ver con el indie-rock. Ahí está “Unholy Affliction” donde sorprende con un tema puramente electrónico y muy oscuro. Aunque eso sí, no abandona los noventa, porque suena bastante a Portishead. Una referencia que también viene a la cabeza cuando suena “Darkness Forever”, que, como bien indica su nombre, es de lo más oscura. Y luego tenemos la estupenda “newdemo”, donde su guitarra acústica se deja acompañar por un teclado ensoñador y por una tímida caja de ritmos. Aunque eso sí, para cerrar, prefiere volver al principio de su carrera y entregar una bonita canción acústica llamada “Still”. 

7,9

Martin Courtney – Magic Sing

Siempre he pensado que, si te lanzas con una carrera en solitario fuera de tu banda principal, es para hacer algo diferente y no una extensión de esa banda. Pero lo cierto es que no suele ser así. Y, por norma general, cuando se atreven a jugar con otros sonidos, se quedan en meros experimentos. Así que también es cierto que a veces no está mal dejarse atrapar por  la zona de confort musical. Algo que hace Martin Courtney en su carrera en solitario. Y es que, el líder de Real Estate prefiere utilizar este proyecto como una vía de escape con el que crear canciones que no le den muchos quebraderos de cabeza. Y más cuando el último álbum de su banda fue con el que cambiaron un poco su sonido.

Magic Sun’ es su segundo trabajo en solitario. Un disco que nace de la ganas de evadirse de todo durante la pandemia. Sus canciones están escritas durante las noches de encierro,  mientras sus hijos dormían y su mujer hacía turnos en un hospital. Y según el propio Courtney, se inspiró en la seguridad de sus años de adolescencia en New Jersey. De ahí que la gran mayoría de ellas tengan un tono un tanto alegre y desenfadado. Además de ser bastante directas. 

Estamos ante un disco en el que predominan los sonidos pop que beben de The Byrds y de los paisajes más soleados. De hecho, está lleno de guitarras absolutamente luminosas y de melodías que saben a verano. Ahí está esa delicia llamada “Corncob”, que abre el disco envolviendo todo de psicodelia pop. O temas como “Outcome” y “Time To Go”, donde los teclados cogen más protagonismo y se adentran en sonidos un tanto más setenteros. Algo que, por cierto, ya ocurría en último trabajo Real Estate. Además de dejarnos esa pequeña joya melancólica llamada “Shoes”, en la que se hace con todo un duelo  ensoñador de guitarras y teclados. 

Como comentaba más arriba, hay unos cuantos momentos en los que no puede evitar irse de pleno hacia el sonido de Real Estate. Pero no pasa nada, porque es una banda que nos gusta mucho. Además, lo hace de maravilla, como demuestra en “Sailboat”, el que es el gran hit del disco, y su corte más potente. Pero también en un tema como “Terrestrial”, en el que baja el ritmo y entrega un bonito medio-tiempo de puro indie-pop. O en esa “Exit Music” final, donde no tiene ningún problema en tirar de The Byrds y para crear toda una delicia pop.

7,6

Flasher – Love is Yours

Pensaba que había puesto en el blog el anterior trabajo de Flasher, pero lo he comprobado y parece ser que no. Y eso que recuerdo escucharlo bastante en su día. En aquel álbum, el trío, ahora dúo, de Washington, se iba a un indie-rock alo lo-fi, pero muy directo, ‘en el que encontrábamos influencias de los primeros Pixies, Pavement, o el kiwi-rock de los ochenta. Y hay que decir que con bastante acierto. Pero su forma de ver la música ha cambiado en su nuevo álbum. Porque, aunque no han dejado de lado las guitarras, ahora suenan más pop, e incluso se atreven con algún ritmo un tanto bailongo. Lo que aporta frescura a muchas de sus canciones.

Love is Yours‘ no esconde su predilección por los sonidos más pop. Y para esto, le dan a sus canciones una producción más limpia. Solo hay que escuchar un tema como «Still Life«, donde sus guitarras se dejan acompañar de una bonita melodía y de un teclado de lo más luminoso. Y hay que reconocer que estos nuevos ingredientes se adaptan muy bien al su indie-rock. Como bien muestran en «Tangerine«, el tema que cierra el álbum. Una canción en la que, además, entran en juego las cajas de ritmos, las cuales tienen bastante presencia a la largo de todo el álbum.

Con esas cajas de ritmos consiguen hacer cosas de lo más interesantes, pero también alguna que otra rayada. Afortunadamente, están más acertados que perdidos. Y una buena prueba de esto es el tema que da título al álbum, en el que se meten de lleno en el dance-rock y se sacan de la manga toda una maravilla de lo más pegadiza. O esa «Nothing» llena de capas de guitarra, las cuales contrarrestan con una caja de ritmos de lo más bailonga. Además de «Sideways«, que los acerca a los ochenta más desenfadados. Lo malo es cuando se van por las ramas y entregan cortes en los que, al final, no terminan yendo a ningún lado. Es el caso de «Spell It Out«, un instrumental en el que se dedican a experimentar con sus guitarras mientras juegan con una caja de ritmos. Y la verdad es que se la podían haber ahorrado.

No han perdido esa afición por el indie-rock que dejaban ver en su anterior trabajo. Pero, como todo en este álbum, está ejecutado desde un lado más pop. Y es todo un acierto, porque temas como «Little Things» o «I’m Better» suenan bastante bien. Pero es incluso mejor cuando deciden llenar ese indie-rock de esta nueva faceta guitarrera, como muestran en «Damage».

7,7

Bartees Strange – Farm to Table

Bartees Strange se convirtió en una de las sensaciones de 2020 con ‘Live Forever’, un álbum de debut que entró en prácticamente todas las listas de lo mejor de ese año. Menos en la mía, que lo descubrí unos meses más tarde. En aquél trabajo predominaba el indie-rock, pero desde una perspectiva un tanto diferente, ya que no tenía problema en hacer un rap de vez en cuando, o dejarse llevar por otro tipo de sonidos más escapistas y electrónicos. Unos cambios de dirección que también aparecen en su segundo trabajo. Aunque sí es cierto que aquí se sale de la tangente en menos ocasiones.

Una de las cosas que más sorprenden de la propuesta de ‘Farm to Table’, es que su rock suena de lo más vigoroso y deslumbrante. Porque puede que a veces recuerde a otras bandas -la influencia de sus adorados The National y de TV On The Radio resulta evidente-, pero lo cierto es que Strange es capaz de impregnar su propia personalidad a estas canciones. Solo hay que escuchar “Heavy Heart”, que abre el álbum con una potencia sorprendente, y con una fusión de baterías nerviosas y guitarras esplendorosas. Pero a mitad de canción sorprende con un derroche de épica coronado por una trompeta. O ese lado más pop que aparece en la deliciosa “Mullholland Dr.” Además de ese pedazo de hit llamado “Wretched”, donde arropa su rock en un manto de electrónica. Algo que se repite en la también estupenda “Cosings”.

Si es cierto que en la segunda parte de este ‘Farm to Table’ baja bastante el ritmo. Y es que, a partir de “Tours”, que no es otra cosa que una balada de tintes folk, el rock va perdiendo protagonismo. Así, nos deja una delicada canción al más puro estilo Prince llamada “Hold The Line”, la cual, por cierto, está dedicada a la hija de George Floyd. Porque esa es otra, sus letras son bastante más sociales y combativas de lo que se suele ver en el indie-rock actual. Un buen ejemplo de esto es “Escape This Circus”, donde se va a su lado más pop para hablarnos del capitalismo. Aunque sí es cierto que en su tramo final explota en una tormenta de guitarras y voces distorsionadas. Y ojo, porque, volviendo al plano musical, en “Black Gold” se atreve con lo que podríamos llamar el sonido Bon Iver. Y, como en prácticamente todo el álbum, sale bien parado.

No cabe duda de que ‘Farm to Table’ aúpa a Bartees Strange a la primera línea del indie-rock actual. Además, muy merecidamente.

7,9

Hercules & Love Affair – In Amber

Hercules & Love Affair han creado un buen montón de temas a lo largo de estos últimos años, pero lo cierto es que siempre son recordados por “Blind”. Y es que, el proyecto de Andy Butler dio en la diana con ese himno disco con el que reventó las pistas de baile junto a ANOHNI, y hay que reconocer que se ha convertido en una de esas canciones inmortales. Por eso resulta un tanto extraño que en su nuevo disco rehúya de ese sonido. Porque, ahora, que artistas como Jessie Ware o Kylie se han ido al disco con bastante acierto, sería lógico que reivindicara su aportación al género. Pero ha hecho todo lo contrario, y se ha sacado de la manga la colección de canciones más oscura y reposada de su carrera.

In Amber’ cuenta con varios ganchos que hacen de él algo bastante interesante. Uno de ellos es ANOHNI, que presta su voz a seis temas. Pero también resulta curioso encontrarse con el propio Butler cantando, y con bastante solvencia, además, en varios temas. Además, luego está la temática del disco, que sin salir del mundo LGTB+, se escapa hacia otro tipo de historias. Ya que ahora habla de la culpa, del escapismo familiar, o de como la religión trata de dictar nuestro camino. Y claro, para eso como que no pegan ritmos muy bailables.

La primera sorpresa la encontramos nada más empezar. ‘Grace’ abre el álbum con Andy Butler metido en su papel, y con registro de voz muy similar al de Matt Berninger. Y hay que decir que consigue dar con un medio tiempo electrónico de lo más emocionante. Y ojo, porque es la aportación vocal más directa que hace en todo el disco. En el resto de sus interpretaciones está mucho más escapista y oscuro. Es más, menciona a Dead Can Dance como una de las mayores influencias del álbum. Y no hace falta que lo jure, porque temas como “You’ve Won This War” o “Gates of Separation” tiran del gótico más clásico. De hecho, su mayor apoyo está en un piano.

Hay que decir que los mejores momentos los deja para que ANOHNI se luzca. No obstante, le debe buena parte del disco y la decisión de que lo haya firmado como Hercules & Love Affair y no como Andy Butler, como quería hacer en un principio. El caso es que vuelven a contar con una estupenda sintonía en unos cuantos temas del álbum. Porque sí, esa “One” que entra efusivamente y que representa el lado más dance del disco, es todo un pepinazo. Y aunque no se vayan por ese camino en ningún otro momento del disco, sí que consiguen hacer cosas de lo más interesantes sacando las garras y las guitarras en la explicita “Christian Prayers”, o dejando que las percusiones se conviertan en las protagonistas en “Poisonous Storytelling”. Además de irse a la épica en la estupenda “Contempt for You”. Pero ojo, que también saca un buen partido de la cantante islandesa Elin Ey, con la que nos deja una bonita “Dissociation”.

7,6

My Raining Stars – 89 Memories

Thierry Haliniak es un músico francés que lleva en activo desde principio de los noventa. En aquella época formaba parte de Nothing To Be Done, un grupo al que no le fue nada mal y que llegó a girar con artistas como The Boo Radleys y Adorable. Hasta que a final de década empezó a trabajar bajo el nombre de My Raining Stars, el que es su proyecto en solitario. Aunque eso sí, le costó otra década publicar su álbum de debut, ya que no se puso a la venta hasta 2008. Y ahora, catorce años después, y tras publicar un EP en 2020 y un trabajo con otra banda llamada Meyverlin, vuelve con el que es su segundo trabajo.

89 Memories’ nace de algo así como una amistad entre Haliniak y el músico danés Casper Blond, que se ofreció ha ayudarle con las canciones de este disco tocando el bajo, la batería y la guitarra acústica. Juntos han dado con una estupenda colección de temas que no pueden recordar más a los últimos ochenta y los primeros noventa. Porque por aquí vemos una clara influencia de aquel C86 que cambió la historia del pop independiente, de la sensibilidad de los grupos de Sarah Records, y de la variedad con la que contaba un sello como Creation. Y todo ejecutado de una forma realmente maravillosa.

My Raining Stars van bordeando, e impregnando de su personalidad, estas influencias a lo largo de 40 minutos. Así, nos encontramos con temas en los que la fusión de las guitarras eléctricas y acústicas funcionan a la perfección. Además de esa batería de Blond, la cual tiene bastante presencia, y de unos teclados de lo más melancólicos. Es el caso del sobresaliente “Behind Her Lovely Smile”, que abre el álbum metiéndonos de lleno en su propuesta. Pero también de “If You”, donde nos encontramos con una guitarra de lo más deliciosa, y de lo más The House of Love. Y ojo con “From the Day She’s Gone” y “Time”, que nos llevan directamente al primer trabajo de Stone Roses.

Lo bueno de este trabajo, es que, a pesar de que no se sale nunca de esos años que mencionaba más arriba, cuenta con varias facetas diferentes. Así, de repente, bajan el ritmo y se dejan llevar por los sonidos de Ride en “The Way Things Turn”. Aunque eso sí, pasados un poco por el filtro britpop. O tiran hacia Manchester y se sacan de la manga “Too Soon”, un tema en el que la batería juega con ritmos más bailables, y las guitarras cuentan con un punto más de psicodelia. Además, hacia el final del disco, endurecen un poco más el sonido de sus guitarras, y nos entregan una joya como “Questions”, que es puro C86. Y la cosa no acaba aquí, porque, para terminar, se meten de lleno en el shoegaze más ensoñador y nos dejan la estupenda “Emptiness”.

8

Novedades musicales: junio 2022

Ya está aquí la recopilación de novedades de este mes. 50 canciones en las que, para no variar, hay un poco de todo. Y es que, tenemos un poco de dream-pop de la mano de The Haunted Youth, Grazer o Tallies; indie de guitarras de toda la vida, donde entran The Wedding Present, Cassettes on Tapes, y Airbag convirtiéndose en Los Planetas de finales de los 90, o cosas más oscuras, como Preoccupations, Death Bells o Dry Cleaning. Además de novedades de bandas míticas que han vuelto en estos días, como es el caso de Suede y su canción más potente en décadas; la sensibilidad pop de The Lightning Seeds, o ese pelotazo que se han sacado de la manga Yeah Yeah Yeahs junto a Perfume Genius. Y no pueden faltar cosas tan buenas como Oliver Sim dejándose ayudar por Jimmy Somerville; Air Waves haciéndonos bailar tímidamente, o Sky Ferreira sacando todo un himno con sabor a los ochenta.

Espero que os guste.

  1. Broken / The Haunted Youth
  2. These Days (Pass Me By) / Grazer
  3. Special / Tallies
  4. Tomorrow / Motorama
  5. When I First Met You / The Legendary House Cats
  6. Ricochet / Preoccupations
  7. Hysteria / Death Bells
  8. Sailboat / Martin Courtney
  9. Once Bitten / The Wedding Present
  10. Summer in Three / Cassettes on Tape
  11. The Last Time / Tony Molina
  12. Finales Alternativos / Airbag feat. J Planetas
  13. We’re Coming Back / Titus Andronicus
  14. Don’t Press Me / Dry Cleaning
  15. Estrella / Confeti de Odio
  16. She Still Leads Me On / Suede
  17. Fever Dream / High Vis
  18. Wind / Healing Potpourri
  19. Turning Red / The Boys With The Perpetual Nervousness
  20. A Bit of Previous / Belle and Sebastian
  21. Sunshine / The Lightning Seeds
  22. Go Home / Claud
  23. 10:36 / beabadoobee
  24. I Was Neon / Julia Jacklin
  25. Sailor Mouth / Why Bonnie
  26. Nervous Around / Young Guv
  27. Hello, Alright, You Got That? / Cool Sounds
  28. Glasgow (Edit) / Jockstrap
  29. Thinking Of Nina / Marlon Williams
  30. Real Love / Whitney
  31. Mascara Streakz / Altered Images
  32. What I Feel In Some Places / The Mary Onettes
  33. Apples / Sun’s Signature
  34. Spitting Off the Edge of the World / Yeah Yeah Yeahs feat. Perfume Genius
  35. Eat Men Eat / black midi
  36. Blessing / Alex G
  37. Him / The Soft Moon
  38. Pantomime / Fashion Club
  39. Karma Climb (Edit) / Editors
  40. Hideous / Oliver Sim feat. Jimmy Somerville
  41. Used To Love / SRSQ
  42. Don’t Forget / Sky Ferreira
  43. Wait / Air Waves
  44. Ploys / Working Men’s Club
  45. Androgynous / Nation of Language
  46. Alpha Zulu / Phoenix
  47. Where Is The Sun??? / Blue Hawaii
  48. Dream Alone / Still Dreams
  49. Unity / Röyksopp feat. Karen Harding
  50. EYES / The Blaze

Foals – Life Is Yours

Nunca he sido muy seguidor de Foals. De hecho, los vi en un DCODE hace mil años, y me parecieron un tanto aburridos. Solo me gustan en momentos puntuales y cuando se quitan la intensidad de por medio, como en “My Number”, su gran hit. Quizá, por eso, me ha gustado bastante su nuevo trabajo. Y es que, prácticamente, estamos ante una banda diferente. Los de Londres por fin van al grano y se quitan de en medio su intensidad para meterse de lleno en la pista de baile. Algo que resulta curioso, porque es el primer disco que graban como trío tras la marcha de su teclista. Pero lo cierto es que les funciona bastante bien.

Según los miembros de Foals, ‘Life is Yours’ se creó para este momento que estamos viviendo ahora. Es decir, para el primer verano de verdad tras la pandemia. Querían que reflejara ese sentimiento de querer vivirlo todo otra vez como antes, y que esta fuera la banda sonora de esas noches estivales en una pista de baile. Y, para mi gusto, lo han conseguido. Porque es un disco que apenas baja el ritmo, y en el que se adentran en terrenos bailables de muchas formas diferentes. De hecho, la única canción que no termina de cuajar es “Flutter”, que es la única en la que se calman un poco y se acercan a su faceta más intensita.

El disco se abre de la mejor posible con cuatro trallazos que te hacen levantar el culo de la silla al instante. Es más, tres de ellos han sido single. Y lo cierto es que el cuarto también es un hit en toda regla. Y es que, el tema titular, que es el que nos da la bienvenida, es toda una maravilla que nos lleva directos a ese dance-rock de principio de siglo. Además, lo hacen centrándose en el lado más electrónico y menos guitarrero, lo que hace que el tema sea de lo más contagioso. Un sonido del que también tiran en “2am”, que no solo cuenta con un ritmo vibrante, también tiene un estribillo absolutamente pegadizo. Y ojo, porque en “2001” aparecen las guitarras funk, los sonidos disco, y la euforia dance. Pero también tienen tiempo de llevar el rock a la pista de baile y entregar un himno como “Wake Me Up”.

Como ya he dicho, tiran de unos cuantos estilos diferentes a la hora de llevar su música a sonidos más dance. De hecho, se podría decir que la última parte del disco es más europea. Solo hay que escuchar la estupenda “Under The Radar”, que tiene un claro acento ochentero y synth-pop. O “The Sound”, donde fusionan sus guitarras funk con ritmos propios de una rave de principio de los 90. Pero donde resulta más evidente es en “Wild Green”, un corte abiertamente electrónico, que no puede beber más de los New Order de la época de ‘Technique’. Y la verdad es que mola bastante.

7,8