Las canciones de la semana: 3

Esta semana hemos tenido recopilación de novedades, así que las canciones de la semana empiezan con uno de esos temas que forman parte de la recopilación. Y lo cierto es que me ha costado elegir una, pero al final me he decidido por “Run” de Lightning Dust, una pasada de canción que espero que se convierta en todo un éxito.

Sigo con el pop lo-fi de Lael Neale. La artista norteamericana ha vuelto con un nuevo álbum en el sigue con su rollo casero, pero en el que también mete unos cuantos adornos y detalles a sus canciones. Como esa guitarra tan la Velvet que aparece en “I Am The River”.

Otros que han vuelto esta semana son Holiday Ghosts. Los de Brighton nos han dejado ‘Absolute Reality’, un disco lleno de canciones que van desde el garage al indie-pop guitarrero, y que por el camino se pasan por el rock australiano. Y la verdad es que lo hacen de maravilla. Sólo hay que escuchar la genial “Vulture”.

Kosmetika es una curiosa banda afincada en Melbourne en la que hay australianos, neozelandeses y una rusa. Que al final es la que gana la partida, porque, además de cantar algunas canciones en su idioma, también suenan a la Europa más fría de los 80. Post-punk, synth-pop y algo de shoegaze protagonizan su segundo trabajo. Y ahí aparece la estupenda “Psycho TV”.

Termino con The National, que esta semana han publicado su noveno trabajo. Un disco más reposado que cuenta con artistas invitados de la talla de Taylor Swift, Sufjan Stevens, y Phoebe Bridgers. Pero ellos no necesitan a nadie para seguir emocionándonos con sus canciones. Ahí tenemos la maravillosa “Eucalyptus”.

Las canciones de la semana: 3

Esta semana hemos tenido recopilación de novedades, así que las canciones de la semana empiezan con uno de esos temas que forman parte de la recopilación. Y lo cierto es que me ha costado elegir una, pero al final me he decidido por “Run” de Lightning Dust, una pasada de canción que espero que se convierta en todo un éxito.

Sigo con el pop lo-fi de Lael Neale. La artista norteamericana ha vuelto con un nuevo álbum en el sigue con su rollo casero, pero en el que también mete unos cuantos adornos y detalles a sus canciones. Como esa guitarra tan la Velvet que aparece en “I Am The River”.

Otros que han vuelto esta semana son Holiday Ghosts. Los de Brighton nos han dejado ‘Absolute Reality’, un disco lleno de canciones que van desde el garage al indie-pop guitarrero, y que por el camino se pasan por el rock australiano. Y la verdad es que lo hacen de maravilla. Sólo hay que escuchar la genial “Vulture”.

Kosmetika es una curiosa banda afincada en Melbourne en la que hay australianos, neozelandeses y una rusa. Que al final es la que gana la partida, porque, además de cantar algunas canciones en su idioma, también suenan a la Europa más fría de los 80. Post-punk, synth-pop y algo de shoegaze protagonizan su segundo trabajo. Y ahí aparece la estupenda “Psycho TV”.

Termino con The National, que esta semana han publicado su noveno trabajo. Un disco más reposado que cuenta con artistas invitados de la talla de Taylor Swift, Sufjan Stevens, y Phoebe Bridgers. Pero ellos no necesitan a nadie para seguir emocionándonos con sus canciones. Ahí tenemos la maravillosa “Eucalyptus”.

The National – First Two Pages of Frankenstein

La gran mayoría de los mortales no lo sabíamos, pero The National han estado a punto de separarse en los últimos años. Con Matt Berninger sumergido en una depresión que le bloqueó a nivel compositivo, Bryce Dessner viviendo en Francia y dedicándose a componer bandas sonoras, y su hermano Aaron metido en multitud de historias -álbumes de Taylor Swift o su proyecto junto a Justin Vernon-, la banda de Brooklyn quedó en segundo plano. Pero al final el bloqueo de Berninger empezó a desparecer gracias a “Tropic Morning News”, una canción que compuso junto a Carin Besser, su mujer, y que, finalmente, se convirtió en el primer single de su nuevo álbum. A partir de ahí las cosas empezaron a rodar de nuevo hasta llegar a finalizar el que es su noveno trabajo.

First Two Pages of Frankenstein’ no es el disco más fácil de la carrera de The National. De hecho, yo, que soy súper fan de ellos, he necesitado unas cuantas escuchas para poder pillarle el punto. En parte, porque, al sacar tantos adelantos, el efecto sorpresa se diluye bastante. Sobre todo, cuando entre esos adelantos, están algunas de las canciones más directas del álbum. Y es que, puede que estemos ante el álbum más reposado de la carrera de The National. Además del más triste. Algo lógico, si tenemos en cuenta las condiciones en las que están escritas sus letras. Pero, al final, consiguen que sus temas terminen emocionando como siempre. Aunque que hay que ponerle un poco de empeño.

Al igual que en su anterior trabajo, el noveno álbum de The National cuenta con varias colaboraciones. Y al igual que en ese álbum, las estrellas invitadas se adaptan al sonido de la banda. Incluso Taylor Swift, que se monta un dúo junto a Berninger en “Alcott”, la que, definitivamente, es la canción más sosa de todo el disco. Porque esta chica no puede evitar quitarle la sal a todo lo que toca. Resultan mucho más interesantes las dos colaboraciones de Phoebe Bridgers. “This Isn´t Helping” es uno de esos clásicos temas de The National que empiezan con un piano suave y van subiendo de intensidad hasta convertirse en un derroche de épica. Y les sigue funcionando de maravilla. Pero es incluso mejor “Your Mind Is Not Your Friend”, en la que se contienen un poco más para hablar de la depresión. Con resultados demoledores. Y luego tenemos a Sufjan Stevens, que tampoco es que haga mucho en “Once Upon A Poolside”, pero es una canción perfecta para abrir un disco.

Habrá gente que piense que la fórmula de The National está gastada, pero yo no creo que sea así. Sólo hay que escuchar una canción como “Eucalyptus”, en la que Berninger va repasando la lista de las cosas que hay que repartirse tras una ruptura sentimental. Y lo hacen con unas guitarras crudas, pero emocionantes, y una parte final que protagoniza una trompeta de lo más épica. O la delicadeza que aparece en “New Order T-Shirt”, la cual te arropa con sus cálidas cajas de ritmos. Unas cajas de ritmos que también protagonizan la ya mencionada “Tropic Morning News”, donde se aceleran bastante más y donde las guitarras tienen más protagonismo. Aunque el tema que hizo que me volara la cabeza a la cabeza a la primera escucha fue “Grease In Your Hair”. Sin duda, es el hit del disco, y el típico tema de The National que sirve para que Berninger se desmelene encima del escenario. Y funciona a la perfección.

7,8

Kosmetika – Illustration

Kosmetika es una banda de Melbourne formada por tres australianos, un neozelandés, y una rusa. Una mezcla de nacionalidades que ha hecho que muchos medios la califiquen con la «la banda más misteriosa de Australia«. Porque, además, cuentan con un sonido bastante europeo que, en su primer álbum, los llevaba a cambiar del krautrock al indie-pop en cuestión de segundos. Y, por si esto fuera poco, no tienen ningún problema en hacer canciones con letras en ruso. Un idioma que tiene muy poco de comercial. Pero eso es algo que les da igual, porque en su segundo álbum todavía hay más temas en esta lengua. Algo que Veeka Nazarova, su cantante, justifica así: «echaba de menos hablar en mi idioma natal, así que decidí desafiarme a mí misma y escribir un montón de letras en mi idioma solo para probar que todavía podía hacerlo».

Illustration’ es un disco grabado en casa por Michael Ellis y Veeka Nazarova, que supongo que serán pareja, o por lo menos comparten hogar. El caso es que se vieron incapaces de hacer algo con el resto de la banda -pandemias, confinamiento, y demás historias- y decidieron empezar con un proyecto paralelo. Pero al final debieron ver que les estaba quedando demasiado bien. Porque lo cierto es que este trabajo es todo un soplo de aire fresco dentro de la escena post-punk actual. Y eso que se van directamente a sonidos propios de la Europa de los primeros ochenta, que no pueden estar más revisitados. Pero la verdad es que, no sé si será por la mezcla de estilos -aquí también hay algo de shoegaze o momentos más pop-, o por el hecho de cantar en ruso de vez en cuando, pero el caso es que les ha quedado estupendo.

Si obviamos la introducción con la que se abre el álbum, que no pinta mucho, lo primero que nos encontramos es con “Psycho TV”, lo que yo llamaría el primer caballo ganador del disco. Estamos ante un corte de synth-pop oscuro y frío que se sumerge en unas guitarras sucias en su potente estribillo. Y todo sin perder su toque melódico. Porque, aunque su música suene fría -Nazarova ha confesado que se ha inspirado en las bandas de post-punk rusas-, siempre tiene ese punto pop. Ahí tenemos el krautrock de “Eighty Four”, al que le meten unos teclados que suavizan el asunto; el lado más new-wave que aparece en “House”, que casi parece un tema de Devo, o las guitarras tan melódicas que protagonizan la extraña “Mne Nadoeli”. Además de la curiosa e inclasificable, pero estupenda, “Pick Up The Phone”.

Ya he comentado que no todo es post-punk en este disco. El shoegaze también cuenta con algo de protagonismo. Aunque sí es cierto que hay veces que la línea que separa los dos estilos es casi imposible de ver. Como en el caso de “Mokryj Asphalt”, que podría ser una canción de Lush cantada en ruso. Además, una de las buenas. O de “Rosaleen”, que se podría decir que es una fusión entre esos dos estilos. Y si nos vamos a “Growing Up”, nos encontramos con que cierran el disco tirando más hacia su faceta shoegaze. Y hay que reconocer que se les da bastante bien.

7,9

Holiday Ghosts – Absolute Reality

Al igual que me pasó ayer con el Lael Neale, pensaba que ya había caído algo de Holiday Ghosts en el blog. Pero no, más allá de unos temas en un par de recopilaciones de 2022, no había puesto nada de ellos por aquí. Y eso que el grupo afincado en Brighton lo tiene todo para gustarme. Sus canciones tiran de influencias que pasan por el indie-pop a lo The Pastels, el rock surfero de los 50 y 60, el garage, o la escena punk y new-wave del Nueva York de finales de los setenta. Una mezcla que se hace aún más evidente en su cuarto trabajo, donde yo diría que incluso están más pop que de costumbre.

Absolute Reality’ se abre con “Rocket”, uno de esos temas en los que Holiday Ghosts muestran su lado más juguetón. Sus acordes de guitarra, sencillos y pegadizos, y esa forma de cantar, que casi se acerca a la de una canción infantil, hacen que estemos ante algo de lo más delicioso. Y de esa guisa siguen en “Favourite Freak”, donde entra la voz femenina y se hacen con una canción que nos remiten a las primeras bandas de indie-pop de los ochenta. Algo que manejan de maravilla, y que también se puede apreciar en temas como “Limbo”, o en la más delicada “Lose The Game”.

Según ellos mismos, una de las mayores influencias del disco es el Nueva York de finales de los setenta y su escena punk y new-wave. Y no les falta razón. Sobre todo, en un tema como “Vulture”, donde las guitarras se acercan bastante a grupos de aquella época -no pueden sonar más a The Modern Lovers-. Pero también porque que cuenta con un lado muy melódico que los mete de lleno en esa new-wave que tanto veneran. Y luego tenemos su vertiente más punk, que no solo los lleva a esa época y a esa ciudad, también se adentra en los ochenta australianos. Lo que hace que ese lado más acelerado y guitarrero de su música, también sea muy pop. Algo que se aprecia en las estupendas “Again and Again”, “B. Truck”, o “Flight or Flight”. Aunque sí es cierto que esta última es más kiwi-rock que otra cosa.

El hecho de que quieran abarcar muchos estilos hace que también suenen un tanto irregulares en un par de canciones -lo de pisar el freno en “Blue” y “Big Cold River” no les termina de funcionar-, pero son solo un par de baches en el camino, porque el resto del disco es realmente genial.

7,9

Lael Neale – Star Eaters Delight

Pensaba que había puesto el álbum de debut de Lael Neale por aquí, pero he estado echando un vistazo y no. Lo que sí metí es una de sus canciones entre las mejores de 2020. Y es que, la propuesta de esta chica no puede ser más curiosa. Con tan solo un Omnichord y grabando sus canciones en una cinta, se hizo con un delicioso trabajo que acabó siendo editado por un sello tan potente como es Sub Pop. Y para hacer que eso funcione hay que tener mucho talento. No obstante, estuvo entre los mejores de su año en muchos medios. Algo que, para mi gusto, debería volver a ocurrir con su segundo trabajo, que es incluso mejor.

Star Eaters Delight’ nace de un cambio de residencia de Neale. O más bien de una vuelta a casa. Y es que, tras vivir y trabajar unos años en Los Ángeles, en 2020 volvió a la granja de sus padres en Virginia. Allí fue donde escribió y grabó en una cinta las canciones de este trabajo. Unos temas que luego se aderezaron con los arreglos de Guy Blakeslee, y que más tarde viajaron a Los Ángeles para que Chris Coady las masterizara. Y el resultado no puede ser mejor, ya que conservan ese sonido lo-fi que caracteriza su propuesta, pero ahora también tenemos los arreglos de Blakeslee, que le dan mucha más fuerza, y una mezcla que resalta todos esos detalles que hay tras esas capas de baja fidelidad.

Esta nueva energía se aprecia nada más empezar. En “I Am The River” acelera su caja de ritmos y te seduce a las primeras de cambio con un delicioso estribillo onomatopéyico. Además, también aparece por ahí una guitarra que no puede recordar más a la Velvet. Bueno, en general, toda la canción recuerda al mítico grupo neoyorquino. Una referencia que también aparece en los casi nueve minutos de “In Verona”, una especie de fantasía sobre el Romeo y Julieta de Shakespeare que adereza con unas notas de piano intrigantes, y unos teclados ensoñadores -todo salido de su inseparable Omnichord-. Y la verdad es que no puede sonar más fascinante. Como también lo hace “Faster Than The Medicine”, en la que vuelve a acelerar su música, y en la que da protagonismo a un bajo de lo más potente.

No sé si será por lo limitación que le da su instrumento, pero, al final, la propuesta de Lael Neale no puede sonar más a los sesenta. Además, de varias formas posibles. Porque, aparte de esa influencia de la Velvet que ya he comentado, tenemos un tema como “If Had No Wings”, en el que se mete de lleno dentro de ese folk algo psicotrópico que protagonizó el final de esa década. Y si nos vamos a “Must Be Tears” y “No Holds Barred”, nos encontramos con dos canciones que se van al lado más dulce y meloso de esos años. Algo que le sienta de maravilla, porque son una absoluta delicia. De hecho, me parece que tienen ese rollo tan guay que tenia Lana Del Rey al principio de su carrera, y que ha ido perdiendo entre tanta languidez.

8

Novedades musicales: abril 2023

Sigo con mis recopilaciones mensuales de lo más extensas -la lista de canciones del año va a ser un parto-. Y es que, por más que intento resumir, me cuesta mucho dejar algunos temas fuera. Así que me he vuelto a liar la manta a la cabeza y he recopilado 65 canciones que han marcado las últimas semanas.

Estamos ante una recopilación en la que hay nombres bastante conocidos, como The National, The Drums, Jessie Ware, Christine and the Queens, Dexys, o Peter Gabriel, pero lo cierto es que, en su mayoría, está formada por artistas más medianos o pequeños. Así, tenemos unos cuantos nombres nacionales, como El Último Vecino, Apartamentos Acapulco, Antílopedevega, o Alcalá Norte, una banda que descubrí hace unos días, y que me ha dejado flipado con su nuevo single. De fuera destacaría el indie-pop guitarrero de Tough Age y Sleaze, el post-punk de Wicca Phase Springs Eternal y VULPIX; el dream-pop de Temple of Angels y Echo Ladies, o esa maravilla de rock épico y oscuro que han sacado Lightning Dust.

Espero que os guste.

1. Give It a Day / Tough Age 2:25

2. Daffodils / SLEAZE 3:52

3. Watching The Credits / The Beths 3:15

4. No podemos ser amigos / Tigre y Diamante 3:27

5. Migajas / Apartamentos Acapulco 2:26

6. Diamante roto / El mató a un policía motorizado 3:02

7. Demasiado / El Último Vecino 2:17

8. Moving Without Movement / Wicca Phase Springs Eternal 2:53

9. 420N / Alcalá Norte, Suneo 4:06

10. Molly / Soft Kill 3:06

11. Next Exit / Vacations 3:21

12. Joy (Guilt) / dust 4:10

13. Hand Grenade / Be Your Own Pet 2:57

14. True Life / Water From Your Eyes 3:46

15. Squid / RVG 4:48

16. punkt / bar italia 2:26

17. Time Is Calling / Low Praise 5:07

18. Grey Cell Green / Palm Ghosts 3:46

19. All Under the Sky / Cathedral Bells 4:37

20. I Want It All / The Drums 4:56

21. In Vain / True Faith 4:07

22. Red Moon / VULPIX 3:37

23. Dare Me / Beach Fossils 2:25

24. Before / Swiss Portrait 3:28

25. Heartbreak On Film / Pale Dream 4:50

26. Tenderness / Postcards

27. Canción de Muerte del Pez Dorado / Triángulo de Amor Bizarro

28. Tangled in Joy / Temple of Angels

29. Eastern Ave / Flasher

30. Run / Lightning Dust

31. You Can Be Mean / Indigo De Souza

32. The Big Mess / Tanlines

33. Eucalyptus / The National

34. Willows / Will Butler + Sister Squares

35. Take / Westerman

36. Seaforth / King Krule

37. Kicking Up A Fuss / BC Camplight

38. Aftermath / Sorry Girls

39. Something Wrong / Hand Habits

40. Whatever’s Inconvenient / CMAT

41. Every Day Is The Worst Day Of My Life / The Lemon Twigs

42. i/o (Bright-Side Mix) / Peter Gabriel

43. I’m Going To Get Free / Dexys

44. Heart In Hand / Martin Frawley

45. Hold Tight / Girl Ray

46. Tiger / Pip Blom

47. Sad to Breathe / The Japanese House

48. Naneun / Wake in June

49. Dirty Dancing / Echo Ladies

50. At the Bathhouse / The Ballet

51. Cactus People / Mega Bog

52. Tomorrow Never Knows / Minimal Schlager

53. Blind /Harsh Symmetry

54. Highrise / LEATHERS

55. Nausea / Bleached Heat

56. 42 / Antílopedevega

57. Weak In Your Light / Nation of Language

58. True love / Christine and the Queens feat. 070 Shake

59. From The Morning / Let’s Eat Grandma

60. Love Harder / Kae Tempest

61. Blades / Arlo Parks

62. It’s Euphoric / Georgia

63. Begin Again / Jessie Ware

64. Enjoy Your Life / Romy

65. NeverStop / Alison Goldfrapp

Las canciones de la semana: 2

Las canciones de la semana empiezan con Jonathan Bree. El artista neozelandés ha vuelto con un nuevo álbum en el que tira de la nostalgia ochentera. De hecho, ha llamado a Nile Rodgers para que le ayude en un par de temas. Y uno de ellos es el estupendo “Miss You”, en el que también aparece su amiga Princess Chelsea.

Sigo con Pynch, el grupo británico que ha debutado con un estupendo álbum en el que se fijan en el indie-pop de los primeros 2000. Pero, según ellos, también en Pavement o Sonic Youth. Aunque lo cierto es que en “Tin Foil” no pueden sonar más british.

Temples son uno de los grupos actuales que manejan mejor el pop psicodélico. Algo que se puede apreciar en ‘Exotico’, un disco un poco excesivo en el que se les ha ido un poco la mano con la duración. Pero lo cierto es que contiene unas cuantas buenas canciones. Como la estupenda y bailable “Gamma Ray”.

No conocía la propuesta de Terry, una banda australiana en la que hay miembros de Dick Diver o Total Control. Y lo cierto es que se podría decir que lo suyo es una fusión entre el indie-pop de los primeros y el post-punk de los segundos. Y todo esto con unas letras de lo más políticas. Ahí tenemos la estupenda “Centuries”, en la que le dan cera a los poderosos.

Termino con Everything But The Girl, que han vuelto con ‘Fuse’, su primer trabajo en 24 años. Y hay que decir que no han perdido el talento para hacer grandes canciones en las que la melancólica voz de Tracey Thorn se fusiona con unos beats electrónicos fríos y cortantes. Como en ese pepinazo llamado “Nothing Left To Lose”.

Everything But The Girl – Fuse

En 1999, cuando Everything But The Girl habían esquivado con acierto el éxito que les proporcionó el remix de “Missing” -llegaron a rechazar una gira por estadios abriendo para U2-, decidieron dejar hacer canciones juntos para dedicarse a la vida familiar que tienen en común. Pero lo cierto es que, tanto Tracey Thorn, como Ben Watt, no han dejado de hacer cosas en todo este tiempo – las memorias que escribió Thorn hace unos años eran maravillosas-. Quizá, por eso, les ha resultado tan fácil volver a grabar juntos tras casi un cuarto de siglo. Es más, todo lo relacionado con la promoción de este nuevo álbum se ha hecho de la forma más natural y sin grandes alardes por su parte. Un buen día, publicaron un tuit anunciando el disco, se fueron a cenar, y cuando volvieron tenían miles de notificaciones.

La idea de volver a grabar juntos parte de Thorn y de la inevitable pandemia. Su confinamiento fue más severo que el de la mayoría de la población, ya que Ben Watt tiene una enfermedad autoinmune que, en un momento así, le podría llevar al otro barrio en cualquier momento. Lo que hizo que Tracey Thorn se planteara volver hacer canciones con su marido antes de que fuera tarde. Y así fue todo, compusieron y grabaron los temas en secreto, y un buen día tenían completo el primer disco de Everything But The Girl en 24 años. Aunque también hay que decir que, en estos meses, han repetido varias veces que el material tenia que ser notable para que viera la luz. Y tengo que decir que, tras una cuantas escuchas de ‘Fuse’, pueden estar más que tranquilos, porque es estupendo.

Everything But The Girl cuentan con una discografía de lo más eclética en la que prácticamente se han encargado de repasar todas las facetas del pop o del folk. Pero su última etapa estuvo claramente marcada por la música electrónica. Es ahí a donde vuelve en este trabajo. Aunque ojo, que no se van a lo fácil y recuperan el sonido que los hizo mundialmente famosos. Su nuevo trabajo suena mucho más actual que el de muchas bandas veinteañeras que pululan por ahí. Sólo hay que escuchar ese trallazo llamado “Nothing Left To Lose” que abre el álbum. Es toda una bomba electrónica con un beat contundente y un bajo vibrante que se te mete en el cuerpo. A lo que hay que sumar la melancólica voz de Thorn. O el house elegante que aparece en “Caution to the Wind”, que es una autentica delicia. Incluso se atreven a pitufar la voz en “When You Mess Up”. Uno de los pocos errores del álbum.

No creo que a estas alturas de su carrera vayan buscando otro hit, pero sí es cierto que aquí hay un par de canciones que podrían serlo. La más evidente de las dos es “Forever”, que los mete de lleno en un pop electrónico más directo y bailable -un buen remix de esto puede petarlo en las pistas de baile-. Y luego tenemos “No One Knows We’re Dancing”, en la que sí apelan a la nostalgia en su letra. De hecho, en ella, se acuerdan del club diurno que regentaba Watt a finales de los noventa. Y lo hacen con un ritmo más cálido -el propio Watt comentaba que tenia alfo de italo-disco-, y un sintetizador luminoso y ochentero.

Muchos y muchas os preguntareis si los Everything But The Girl más intimistas aparecen por aquí. Pues sí, y además lo hacen en un muy buen estado de forma. Un buen ejemplo lo tenemos en la preciosa “Run A Red Light”, en la que prácticamente se apoyan en un piano y en la fantástica voz de Thorn. O en “Lost”, donde tiran de una electrónica sedosa y algo ensoñadora. Y luego tenemos esa “Karaoke” que llega justo al final. En ella se animan con un beat entrecortado que le da un toque R&B a la canción y los mete de lleno en un terreno desconocido del que, como no podría ser de otra manera, salen victoriosos.

8

Terry – Call Me Terry

No sé cómo he llegado hasta Terry, pero el caso es que me alegro un montón de haberme topado con ellos. Y es que, esta banda australiana, que ya va por su cuarto trabajo, me ha conquistado a las primeras de cambio. Su sonido, al que meten dentro del post-punk, aunque eso hay que cogerlo con muchas pinzas, es de lo más cautivador. En parte, porque es algo sucio, casi lo-fi, pero, a su vez, también es luminoso y juguetón. Algo que contrarresta con sus letras, que son abiertamente políticas y dan cera a buena parte de los políticos de su país, a lideres de iglesias evangelistas, y a los tótems del capitalismo. Además, de la forma más directa y sin cortarse ni un pelo. De hecho, en la portada del álbum, encontramos fotos y descripciones de sitios que ellos definen como “políticamente tóxicos”.

Call Me Terry’ se abre con “Miracles”, una extraña canción en la que una guitarra sucia, y casi rota, se alía con un saxo un tanto estridente. Pero ahí están las voces femeninas dulces y pop para contrarrestar. Y eso es una constante el todo el álbum. Terry utilizan ese punto melódico que manejan tan bien para contarnos historias que no tienen nada de divertidas. Así, en “Centuries”, nos dejan un escueto tema de noise-pop en el que dan cera a esas personas que se instalan en el poder y no salen de ahí. O “Jane Roe”, donde nos cuentan la historia de Norma McCorvey, la demandante del caso Roe v. Wade, con el que se despenalizó el aborto en Estados Unidos -ese que acaban de revocar-. La cuestión es que luego se hizo una ferviente católica antiabortista por el módico precio de 456,911$. Una cantidad que le pagó el lobby católico yankee. Y lo hacen casi como si fuera una canción infantil, y cantando esa cantidad como si lo estuvieran haciendo de lo forma más didáctica posible.

Como ya he dicho antes, eso de meterlos en carro del post-punk, no sería del todo acertado. Sólo hay que escuchar una canción como “Gold Duck”, que, con ese teclado juguetón, está más cerca del indie-pop de Papas Fritas que de otra cosa. Una descripción que también se adapta perfectamente a “Balconies”. Incluso se podría decir que suena un poco a ese kiwi-rock que practican los miembros de la banda con sus otros proyectos -aquí hay gente de Dick Diver o UV Race-. Y si nos vamos a “Golden Head”, nos encontramos con una deliciosa canción de pop en la que nos cuentan una extraña historia sobre una estatua de un pueblo de Melbourne.

Por aquí también hay miembros de Total Control, una banda que sí entra dentro del mundo post-punk. Y eso si que se aprecia en un tema como “Excuses”, donde aparecen unas guitarras sucias y muy punk. Además, el tono ya no es tan pop y vuelve el saxo estridente. Incluso podríamos meter la juguetona “Gronks” en ese carro. Y eso que en ella hablan de hablan de la pandemia y los confinamientos. Pero, al igual que en todo el álbum, la ironía y la mala leche están más que presentes.

8