Thom Yorke – ANIMA
Thom Yorke es muy listo. Por mucho que lleve una carrera en solitario más más o menos experimental, el líder de Radiohead sabe muy bien cómo vender su música. Y no porque haya editado este trabajo por sorpresa un jueves cualquiera, eso ya no es algo relevante en la actualidad. Lo es porque ha hecho de este lanzamiento algo excepcional. Realmente, su nuevo trabajo, sigue el mismo camino que los dos anteriores, pero lado visual que lo acompaña, es excelente. Y es que, si habéis tenido la oportunidad de ver el estupendo dirigido por Paul Thomas Anderson que acompaña al disco, veréis este álbum con otros ojos.
“ANIMA” es un disco que reflexiona sobre el mundo de la tecnología, y como nos ha hecho desconectar de la realidad del mundo. De hecho, no le falta razón, porque vivimos en un mundo donde tenemos toda la información disponible con tan solo un click, pero, a su vez, esa información desaparece de nuestra cabeza igual de rápido. Para hacer esta reflexión, que no deja de ser algo distópica, ha vuelto a llamar a Nigel Godrich, y han creado un sonido electrónico oscuro, y algo claustrofóbico, pero bastante interesante.
El disco se abre con la electrónica analógica de ‘Traffic’, uno de los temas que se pueden escuchar en el corto, y que funcionan muy bien con las imágenes que acompaña. Sus beats, un tanto estridentes, sin ser machacones, le vienen como anillo al dedo a esa coreografía rara que hace Thom Yorke junto a un grupo de bailarines. Otra de las canciones que aparecen en la película, es ‘Not The News’, el que, quizá, es el corte más asequible del álbum. Y es que, aquí entra su lado más emocionante, y nos deja un tema que bien podría formar parte de “Kid A” o “Amnesiac”. Aunque, para emocionante, tenemos ‘Dawn Chorus’, el último tema que aparece en el corto. Es una balada sintética, en la que la voz de Yorke está un tanto distorsionada, y en la que consigue emocionar con muy poco.
No hace falta decir que el tercer disco en solitario de Thom Yorke es un trabajo triste, algo escurridizo, y un poco duro de roer. Hace ya mucho tiempo que el de Oxford no se va a lo evidente. Aquí, es innegable que sigue los pasos que a principio de la década pasada le llevaron a bandas como Autechre o Clinic, y que más tarde le han llevado a ese mundo oscuro cercano a gente como Burial. Y hace bien, porque, a base de practicarlo, se ha hecho con un sonido más o menos propio. Algo que demuestra en la impresionante e hipnótica ‘Twist’, en la algo menos esquiva ‘I Am a Very Rude Person’, o en la épica ‘Impossible Knots’, que cuenta con un bajo brutal.
No es que yo sea muy defensor de los últimos años de carrera de Thom Yorke y Radiohead, pero creo con este disco ha dado en el clavo, y ha conseguido hacerse con un sonido que ya identifica su carrera en solitario.
8
Debe estar conectado para enviar un comentario.