Torres – What An Enormous Room
Que Torres no tenga más éxito es una de las mayores injusticias que nos ha dado la música en los últimos años. No hay un solo disco del proyecto liderado por Mackenzie Scott que no sea notable. Además, es una artista a la que no le gusta repetirse demasiado. Lo que hace su propuesta de lo más interesante. Y, por si esto fuera poco, no le hace ascos a componer temas más comerciales para conseguir el éxito de público. Ahí tenemos ese pop-rock épico y ochentero llamado “Don’t Go Puttin Wishes in My Head”, el cual coronaba su anterior trabajo. Todo un temazo que, en un mundo justo, hubiera sido un hit. Pero no, ahí está, con poco más de dos millones de reproducciones en Spotify. Así que, tras ver esto, Torres ha decidido volver a un mundo más introspectivo en su nuevo trabajo. Y bien que hace.
‘What an Enormous Room’ es un disco en el que Torres ha contado con la ayuda de la artista y productora Sarah Jaffe. Han producido el álbum a pachas y se han repartido todos los instrumentos que adornan sus canciones. Eso sí, el tema de la composición sigue cayendo del lado de Scott. Y es que, una vez más, y a pesar de que estamos ante un trabajo más oscuro y difícil, nos habla de esa felicidad personal adquirida desde que comparte la vida con la pintora Jenna Gribbon. Aunque sí que ahora aparece algo de miedo por cosas que conciernen a su futuro, como si podrá pagar el alquiler. Un tema que, por otro lado, preocupa a buena parte de la población mundial.
Estamos ante un trabajo en el que Torres vuelve un poco a los sonidos sintéticos y las texturas extrañas que protagonizaban ‘Three Futures’, el disco que publicó en 2017. Solo que aquí también añade bastante de la melancolía que se dejaba ver en el estupendo ‘Silver Tongue’ (2020). Lo que hace que nos encontremos con una preciosidad como “I Got The Fear”, donde una guitarra acústica se deja llevar por una ligera capa sintética. O con los vibrantes seis minutos de “Artificial Limits”, en la que sigue apostando por la calma. Aunque esta vez nos encontramos con la intensidad que le da su guitarra, la cual suena sucia e intrigante. Todo lo contrario que esa limpieza que protagoniza la preciosa “Jerk Into Joy”, o la delicadeza con la que ataca “Ugly Mystery”.
Está claro que estamos ante un trabajo más difícil que los anteriores, pero eso no significa que no nos deje algún hit que otro de vez en cuando. Es el caso de la potente “Life As We Don’t Know It”, donde acelera su propuesta y se hace con un extraño sonido de guitarra que no puede resultar más atrayente. Además de dar con un buen estribillo. O de “Collect”, la canción que eligió como primer single. Aquí estamos ante un clásico tema de Torres en el que las cajas de ritmos suenan perezosas hasta que ataca con un estribillo lleno de guitarras pesadas que se lo comen todo. Y sigue funcionando muy bien. Como también lo hace esa “Forever Home” en la que casi se acerca a la pista de baile. Aunque eso sí, una un tanto extraña.
7,8
Debe estar conectado para enviar un comentario.