Selección 2014 (4ª Parte)

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Una vez más, apuro hasta el último día para poner la recopilación del mes. Y es que, en estos últimos 30 días no han parado de salir novedades interesantes, y discos llenos de grandes canciones. Como podréis ver, este cuarto volumen es un extraña mezcla entre grupos pequeñitos (Devon Williams o The Proper Ornaments) y grandes estrellas del «indie» como Lana del Rey o Manic Street Preachers (me gustan mucho los teclados de esta nueva canción). Además, este mes ha sido el Record Store Day, y han salido cosas interesantes como el doble single de Cut Copy (podría haber metido cualquiera de las dos) o la colaboración entre Friendly Fires y The Asphodells, que mola un montón. Por supuesto, también está por aquí lo último de The Pains Of Being Pure At Heart, Hamilton Leithauser, Gold Bears (temazo), la canción más comercial de Twin Shadow, o lo nuevo de Courtney Love, que ha vuelto con fuerza. Espero que os guste.

  1. 11 O’clock Friday Night / Hamilton Leithauser 4:35
  2. Going Forth / Axxa/Abraxas 4:26
  3. Mistakes of My Youth / EELS 4:57
  4. Summer’s Gone / The Proper Ornaments 2:05
  5. Flowers / Devon Williams 2:50
  6. West Coast / Lana Del Rey 4:02
  7. To The Top / Twin Shadow 3:20
  8. Heavy Seas Of Love / Damon Albarn 3:45
  9. Water Fountain / tUnE-yArDs 3:09
  10. Repeat Pleasure / How to Dress Well 3:36
  11. In These Arms Of Love / Cut Copy 4:22
  12. Heartless / Sean Nicholas Savage 3:33
  13. Eurydice / The Pains Of Being Pure At Heart 4:18
  14. Another One / Yuck 3:52
  15. For You / Gold Bears 2:55
  16. Running Wild / La Sera 3:14
  17. You Know My Name / Courtney Love 2:44
  18. Women of War / Pixies 3:48
  19. Walk Me to the Bridge / Manic Street Preachers 3:15
  20. Holy Moses / Echo And The Bunnymen 3:44
  21. Can for Now / Underground Lovers 4:34
  22. Before Your Eyes / Friendly Fires and The Asphodells 7:54

tUnE-yArDs – Nikki Nack

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Una de las cosas que más molaban de los discos anteriores de tUnE-yArDs eran las percusiones locas que utilizaba la señorita Garbus, que es la que está al frente de este proyecto. De alguna manera, consiguió fusionar el pop, el hip-hop y la música africana y hacer una buena cantidad de hits (Bizness y Gangsta son la leche) con esos ingredientes. Además, siempre con un sonido cercano al lo-fi que le venía de perlas. Ahora, y según sus propias palabras “ha crecido como artista y necesitaba crear su música de forma diferente”. Dicho y hecho: se ha buscado un productor estrella -lo produce Malay, que ha trabajado con Alicia Keys, Big Boy y Frank Ocean-, y se ha olvidado del punto amateur que tenía su música. No hace falta decir que, gracias a esto, sus canciones han perdido gancho, y en muy pocas ocasiones consigue sorprender como lo hacía antes.

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Nikki Nack es un disco un tanto aburrido y soso. En gran parte del álbum, ha cambiado las percusiones por la electrónica, y ahora resulta mucho más estándar. Además, en unos cuantos casos, su extravagante forma de cantar, no tiene cabida en esas bases electrónicas tan simplonas. Para mí ha sido una decepción absoluta, sobre todo después de escuchar Water Fountain, el primer single, con el que nos puso los dientes muy largos. Con mucho, este es el mejor tema del disco, y el único en el que consigue llegar a la genialidad de las mejores canciones de sus antiguos trabajos. Más adelante encontramos algunos temas destacables, pero siempre por debajo de todo lo que ha hecho antes.

Aunque es un poco larga de más, Time of Dark se salva de la criba, y tiene un estribillo de lo más pintón (con bien de percusiones), que logra que nos olvidemos de que no hacen falta casi cinco minutos para finalizar esta canción. Es más, al lado de Real Thing y Look Around, los dos temas que vienen a continuación, parece mejor que de lo que es. Más que nada porque esas dos canciones son aburridas a más no poder. Menos mal que tras ellas vienen Hey Life y Sink-O (la otra gran canción del disco), donde recupera su amor por esa fórmula en la que mete percusiones locas, hip-hop y pop. Una vez más, no llegan al nivel de Gangsta o Bizness, pero al lado del resto del disco, son de lo más resultonas. Algo que no puedo decir de Stop That Motion, otra de las canciones de este palo que encontramos en el álbum. Y es que el punto de locura no le viene nada bien a una producción tan detallista.

No sería justo si no dijera que hay un par de cortes a los que sí que les viene bien una buena producción. Una de ellas es Wait For A Minute, que debe ser su canción más sencilla y R&B, pero le ha quedado muy bien. La otra es Left Behind, en la que vuelve a explorar su lado más afro-pop, y nos deja un estribillo delicioso.

Sinceramente, creo que se ha equivocado con este trabajo, ya, que aunque tiene cinco o seis temas decentes, el resultado final termina siendo un tanto tedioso. Ya no es que sea un disco irregular, es que muchas de las canciones los son, y es fácil que el mismo corte tenga partes interesantes, y partes de lo más aburridas. Un gran bache en una carrera que iba muy bien.

5,8

Streaming

 

Echo & The Bunnymen – Meteorites

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Dice Ian McCulloch que éste es “el mejor trabajo de la banda en mucho tiempo” y que “es un disco que ha cambiado su vida”. Estas son las típicas frases que suelen soltar todos los grupos cuando están de promoción, y la verdad es que, en un principio, yo no me las creo. Dudo mucho que McCulloch vea en estas canciones algo maravilloso y, aunque en conjunto resulta más interesante que su anterior trabajo (el muy olvidable The Fountain), es inferior al Siberia. Y es que, en algunos momentos, la banda de Liverpool parece una caricatura de sí misma. De hecho, hay partes en las que suenan a los primeros Coldplay, esos que tiraban de sus canciones de los ochenta. Algo que no es nada bueno, ya que no hay nada peor que sonar a una burda imitación de la banda a la que has influenciado.

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Meteorites no empieza nada bien, ya que el tema que lo abre, y le da título, es una de esas canciones donde parece que quieren convertirse en los nuevos Coldplay, y la verdad es que ya no tienen edad para esas tonterías. Ese toque épico cutre que tiene la canción no les sienta nada bien, por no hablar de esos punteos intensos de guitarra que tiene la canción al final. No es que no me gusten los Echo & The Bunnymen más épicos, de hecho, es una de sus mejores señas de identidad, pero aquí se han ido a lo fácil, y resultan de lo más aburridos. Afortunadamente, no es la tónica general del disco, y más adelante logran hacer cosas mucho más interesantes.

Creo que ellos mismos tienen muy claro que lo mejor que pueden hacer ahora son esos medios tiempos con un buen estribillo y una melodía resultona. Es lo que más encontramos en éste trabajo, y la verdad es que, en muchos casos, están más que acertados. Ahí está ese Holy Moses, que sirvió como single de presentación del álbum, y es toda una maravilla. Tiene todos los tics de la banda (estribillo intenso, el toque épico…), pero les vuelve a funcionar de maravilla. Lo bueno es que no es la única, y en la parte media del disco nos dejan cinco canciones más que decentes. Tenemos baladones marca de la casa (Grapes Upon The Vine y Burn It Down), algún tema pop con toque étnico justo (Lovers On The Run), y rock de estadio bien hecho (Explosions). La lastima es que hay temas donde no están muy inspirados, y vuelven a ser una mala copia de lo que fueron. Estoy hablando de Constantinople, a la que le sobra por todos los lados el toque arabesco, y de Market Town, donde se creen una banda de Manchester y nos dejan una canción aburrida a la que le sobran tres o cuatro minutos (dura siete y medio). Tampoco es que New Horizons, la balada con la que cierran el álbum, este muy bien, pero bueno, hace su función.

Al final te quedas con la sensación de que McCulloch está siendo sincero en sus declaraciones, y realmente confía en este trabajo. Y es que, en el fondo, no está mal y es un disco con unas cuantas partes disfrutables.

7,1

R.E.M. – Unplugged: The Complete 1991 and 2001 Sessions

REM

A pesar de que no paro de comprar vinilos, y disfruto como un enano en una tienda de discos, no soy muy aficionado a propuestas como el Record Store Day o el Día del Libro. Me da mucha pereza encontrarme con las tiendas hasta arriba de gente, o pegarme por conseguir la edición limitada (a precio de oro) de un disco. Además, por norma general, esos lanzamientos me parecen un engañabobos, y son muy pocas las referencias que me interesan. Una de ellas era está edición en vinilo doble de los dos Unplugged de R.E.M., que han sacado éste año, la cual, por supuesto, no conseguí. Y es que esa es otra, a España no llega la décima parte de lo que sale en el resto del mundo. Pero bueno, seguro que la puedo conseguir en eBay por 200 o 300 euros.

Tengo que reconocer que soy demasiado fan de R.E.M., y que, salvo sus últimos trabajos, el resto de su carrera me parece sobresaliente. Desde que era muy pequeño, recuerdo una cinta TDK de 90 (grabada por un amigo de mi hermano mayor) en la que, además de las grabaciones de estudio de R.E.M. (hasta el Document), había varias canciones en acústico sacadas de discos piratas. Por lo que se podría decir que, parte de mi primer acercamiento a la banda de Athens, fue en ese formato. Por eso mismo me apetecían mucho estos dos discos desenchufados (esta palabreja suena fatal), que muestran a unos R.E.M. en dos momentos muy diferentes de su carrera. Además, traen hasta once cortes que en su momento no salieron a la luz en los vídeos que emitió la MTV en su día.

REM 1991

En el primer disco nos encontramos a unos R.E.M. recién instalados en el mundo de la fama. Este concierto se grabó en abril de 1991, cuando Losing My Religion estaba sonando a todas horas en las radios de todo el mundo. Pero tampoco hay que olvidar, que tanto Document como Green, sus dos últimos trabajos de los ochenta, también tuvieron un éxito considerable. El repertorio está repartido entre esos discos y Out Of Time, que para eso era el trabajo que presentaban. Por supuesto, también hay un pequeño repaso a las mejores canciones de la primera parte de su carrera (ahí están Fall On Me y Perfect Circle). Aunque lo realmente interesante, está en la inclusión de algunas canciones poco conocidas de su carrera. Estoy hablando de Fretless, que estaba incluida en la banda sonora de Until The End of the World, y que más tarde metieron como cara-b del single The Sidewinder Sleeps Tonite. Al igual que Rotary 11, que era la canción que acompañaba en el single a Losing My Religion. Como dato curioso, también encontramos por aquí una versión del Love Is All Around de The Troggs, la cual destrozarían Wet Wet Wet tres años después. Pero si me tengo que quedar con una, esa es Low, mi canción favorita de Out Of Time, que aquí suena de maravilla, tan desnuda, y con esos bongos tan juguetones. Y es que, si algo caracteriza este Unplugged, es que es de lo más primitivo, y está muy lejos de algunos más sofisticados que hicieron artistas de la época.

El segundo concierto se grabó en mayo de 2001, aunque no fue emitido hasta  agosto de ese año (recuerdo que en aquel verano la MTV no paró de emitir el increíble vídeo de Imitation of Life), por lo que el repertorio está basado en Reveal y en el genial Up, que para mi gusto es el disco más incomprendido de la banda de Athens. Aquí encontramos una interpretación más sofisticada, en la que encontramos órganos (tocados por Ken Stringfellow) y alguna que otra batería. También hay menos sorpresas, por no decir ninguna, y lo hace mucho menos interesante que su predecesor. Aunque claro, R.E.M., no es una banda que necesite sorprender a su público para que un concierto suyo funcione, y con su colección de canciones ya tienen de sobra. Vamos, que una hora de música en la que podemos escuchar temas como Electrolite, At My Most Beautiful, So, Central Rain, Cuyahoga o I`ll Take The Rain, siempre resulta de lo más agradable. La lástima es que también encontramos mucho de aquel Reveal, donde ya empezaban a flojear un poco.

9

 

Damon Albarn – Everyday Robots

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La verdad es que entiendo las ganas que tiene Damon Albarn de desmarcarse de todo, y llevar su carrera hacia otros caminos. El británico está en ese momento en el que puede hacer lo que le de la gana con su música, ya ha demostrado todo lo que tenia demostrar, y ha triunfado todo lo que tenia que triunfar. Por eso ahora toca el siempre complicado disco personal, ese que sacan todos los artistas en un momento dado de su carrera. Albarn tiene claro que lo que quiere hacer ahora está muy lejos de sus grandes éxitos con Blur o de sus juguetonas canciones con Gorillaz, y nos deja un álbum esquivo, que casi tiene más que ver con esa etapa étnica por la que le dio hace unos años.

Everyday Robots no es un disco para todos los públicos, y en algunos momentos resulta excesivamente denso. Están muy bien la producción y el sonido a medio camino entre el folk y el soul que le ha sacado Richard Russell (el capo de XL Recordings), que se ha encargado de dar forma a las composiciones de Albarn. Lo malo es que son unas canciones que no entran muy bien de buenas a primeras, y que, dicho sea de paso, tampoco son nada del otro mundo

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Lo mejor del disco está al principio y al final, ya que en la parte central no está demasiado inspirado. Los cuatro primeros cortes forman un buen conjunto y funcionan muy bien como primera toma de contacto. Yo le encuentro muy pocas pegas al dúo tranquilo formado por Everyday Robots y Hostiles, que son bien bonitas. Por no hablar de que el toque más electrónico que tiene Lonely Press Play, hace que ésta se convierta en una de las mejores canciones del disco. Pero es Mr. Tempo donde se desmarca del resto del álbum, y nos deja una canción absolutamente veraniega y un hit en toda regla. Es donde más étnico se pone (esos coros femeninos le delatan), pero también es el corte que mejor entra de buenas a primeras.

En este tipo de discos que sacan las estrellas en solitario, siempre hay colaboraciones de gente importante, y éste no iba a ser menos, ya que ha contando con las voces de Natasha Khan (Bat For Lashes) y Brian Eno. La primera que encontramos es la de la Khan, que hace los coros en The Selfish Giant, una delicada balada que tiene un punto. Más que nada porque está al borde de esa parte del disco que resulta un tanto aburrida (los siete minutos de You & Me se hacen eternos), y destaca entre los cortes que vienen después. Y es que Hollow Ponds y Photograhs (You Are Taking Now) no suenen mal, pero les falta algo; están a medio cocer. Por eso mismo hay que irse hasta la otra colaboración (y al final del disco), para volver a encontrarse con un tema grande. Heavy Seas Of Love es la mejor canción de este trabajo, eso creo que es innegable, y escuchar la voz de Eno nada más empezar, es todo un punto, la verdad. Por algo es el single principal del disco. No podía ser otro.

7

Streaming de iTunes.

Yuck – Southern Skies Ep

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Dicen por ahí que, en éste nuevo Ep, Yuck han recuperado su talento para crear grandes canciones, y que han vuelto a los mejores momentos de su primer álbum. La verdad es que no entiendo muy bien los palos que se llevó su anterior trabajo, que era mucho más coherente que su debut y tenia una buena cantidad de temazos. Pero bueno, esto es así, alguien decide que ese disco no está a la altura, y todo el mundo le sigue. Tampoco entiendo muy bien la razón por la cual dicen que han vuelto a sus comienzos, cuando Southern Skieses la continuación lógica de Glow & Behold, donde ya exploraban su lado más soñador. Debe de ser por la producción, que es más tosca y menos limpia.

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Southern Skies es lo que uno se espera de un trabajo de Yuck, y en él no hay ninguna sorpresa. De hecho, no sé yo si han hecho muy bien en sacarlo tan pronto. Yo entiendo que, tras el pequeño chasco mediático de su anterior trabajo, tienen que dar un poco de cuerda a su carrera, pero al final lo único que hacen es demostrar que no son los más originales del lugar. El Ep está bien, pero sigue el mismo guión de siempre, y en él encontramos la canción indie-rock, la canción shoegaze y los dos temas más ensoñadores.

Cada vez estoy más convencido de que tienen que seguir por el camino de los temas más relajados (debo de ser el único), y olvidarse de los trallazos de indie-rock. Vale que de buenas a primeras, lo que mejor entra es una canción como Another One, pero, aparte de que es la misma canción otra vez (por momentos parece que se va a poner a cantar eso de “Georgia, what’s a girl to do?”), es un tema que se agota muy pronto. Esto no pasa con canciones como Set in Motion, donde tiran hacia los Pavement más limpios, o en el tema que da titulo al Ep, que es una delicia. Luego está Athena, que se va hacia su faceta dream-pop/shoegaze, y la verdad es que no está nada mal, pero tiene el mismo problema que Another One: la falta de originalidad.

Un Ep notable que consigue su función, que no es otra que la de estar en el candelero unos meses más. Y es que los festivales de verano están a la vuelta de la esquina. Por cierto, que hace poco los vi en directo (la foto de arriba se la hizo Adolfo después de su concierto en Madrid), y ahí si que merecen mucho la pena. Muy contundentes, y muy entretenidos.

7,3

The Day Before You Came (una recopilación)

http://blogdeadolfo.wordpress.com/2014/04/17/the-day-before-you-came-una-recopilacion/

Hoy toca recomendar la última recopilación del Blog de Adolfo que, como siempre, está genial. En ella ha metido unas cuantas novedades, y tres versiones bien chulas. Un acompañamiento perfecto para estos días de fiesta.

Estos son los grupos que ha metido:

Withered Hand,Future IslandsI Was A KingWoodsMac DeMarcoThe Pains Of Being Pure At HeartPosseDean WarehamKing Of PrussiaThe War On DrugsEternal SummersMy Sad CaptainsEelsJohn GrantTodd Terjecon Bryan FerryYuckEMAAngel OlsenSean Nicholas SavageBarzinSteven Wilson.

Espero que os guste.

Eels – The Cautionary Tales of Mark Oliver Everet

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Mr. E sigue explotando la gallina de los huevos de oro, y vuelve con otro trabajo en el que desgrana, una vez más, sus miserias personales. Ese podría ser el resumen del nuevo álbum de Eels. Y es que, no sé vosotros, pero yo empiezo a estar un tanto harto de escuchar lo jodida que es su vida, y de que trate de deprimirme con unas canciones que cada vez son más flojas. El de Virginia siempre se recreado en este personaje al que la vida le ha tratado tan mal, pero desde que triunfó con su libro, la cosa se ha desmadrado demasiado. Por lo menos para un servidor. Vamos, que ya no cuela.

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The Cautionary Tales of Mark Oliver Everet es el disco con el que trata que sus seguidores se corte las venas, y lo único que consigue es matarlos de aburrimiento. Un trabajo de lo más soso, donde hay canciones que parecen retales (no tienen nada de nada), y donde acierta en contadas ocasiones. Lo peor es que al principio consigue engañarnos, y tras Parallels y Lockdown Hurricane (de lo poco destacable del disco), uno piensa “uy, qué bonito es todo”, pero no, a medida que van pasando las canciones, el tedio llama a tu puerta. A partir de Agatha Chang, que está bien, pero tampoco es para tirar cohetes, tienen un pase dos o tres canciones más. Una de ellas es Swallow in the Sun, que es si le ha quedado bonita y resultona. Tampoco está nada mal Where I’m From, donde al menos le pone un poco más de vida al asunto y nos deja una canción con un sonido añejo, muy americano, pero que funciona. Tras esta, tienen que pasar seis canciones para que nos encontremos con algo interesante que escuchar. Afortunadamente, Mistakes of My Youth es el corte que está por encima del resto del álbum; la única canción que uno metería en una supuesta recopilación con lo mejor de su carrera. ¿Por qué no hace más cortes así? Es algo incomprensible, estos medios tiempos de pop se le dan de maravilla y, al fin al cabo, son los que han hecho que su carrera funcione.

Después de esto, yo me bajo del carro de Mr. E. Ahí le dejo con sus miserias de estrella del rock.

5,3

Streaming del New York Times

Sean Nicholas Savage – Bermuda Waterfall

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Me encanta Sean Nicholas Savage, no lo voy a negar. Me parece que su fusión de pop lo-fi y rollo cabaretero funciona de maravilla. También me gusta su exagerada forma de cantar, que es algo que normalmente me tira para atrás, pero en este caso me resulta algo atractivo. Por supuesto, no he podido escuchar todos sus trabajos (ha sacado diez en cinco años), pero los dos últimos, y éste que pongo hoy, me han parecido originales y, lo que es mejor, realmente interesantes. Además, es uno de esos artistas que me caen bien, aunque no tengo razón alguna para que esto sea así.

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Bermuda Waterfall es el disco de después, el disco que ya están esperando una buena legión de seguidores. Y es que, aunque tiene una discografía tan extensa, su anterior trabajo fue el que le dio popularidad. Gracias a él, tocó en una gran cantidad de festivales (aquí lo tuvimos en el Primavera Sound), y giró por todo el mundo. Todos estos viajes, y los nuevos lugares que ha conocido, le han influenciado enormemente a la hora de componer las canciones de éste trabajo. No solo a la hora de escribir las letras, también a la hora de hacer la música que las acompaña. Un buen ejemplo de esto son las guitarras Españolas que encontramos en Heartless y Hard Dance, dos canciones muy diferentes, con ese detalle en común. Además, son dos de los momentos más álgidos del disco, sobre todo la primera, en la que se nos pone synthpopero y nos deja una canción tremenda. Aunque el punto soul que tiene la segunda, también está muy bien.

Si hay algo que caracteriza la música de este canadiense, es ese toque intimista y personal que tienen sus canciones. De eso hay bastante en este trabajo, pero si es cierto, que también está un tanto más alegre que en otros discos. Es álbum de lo más veraniego, en el que encontramos aires tropicales (Naturally y Empire), sonidos ochenteros (The Rat y Darkness) y preciosas baladas marcas de la casa (Bermuda Waterfall, Please Set Me Free y Vampire). En todas ellas consigue decir algo con elementos muy diferentes, y la verdad es que eso es un punto a su favor. Es un trabajo ecléctico, pero coherente. Yo ya tengo claro que va a ser uno de mis discos de los próximos meses estivales.

8

The Pains Of Being Pure At Heart – Days Of Abandon

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Borrón y cuenta nueva: eso es lo que ha hecho Kip Berman en los últimos meses. El cantante de  The Pains Of Being Pure At Heart se ha tenido que buscar una nueva banda para sacar el grupo adelante (no sabemos muy bien que ha pasado con el resto de la formación), y poder dar salida a las canciones de su tercer disco. No sé sí será por esto, pero su música ha cambiado.  El que espere encontrar guitarras cortantes y retazos de shoegaze, que se vaya olvidando; los nuevos Pains son mucho más blandos que los de los dos primeros discos. Esto no es necesariamente malo, pero sí que va a dejar del revés a más de uno.

Llevo todo el fin de semana escuchando este álbum y, aunque al principio me quedé un poco descolocado, me ha terminado encantando. No es que de repente se hayan convertido en Fear Of Men (una banda blandita de la que Berman es amigo y fan), pero si se han olvidado de las canciones más rápidas y furiosas. Por aquí no hay temas como Girl of 1, 000 Dreams o Hey Paul, y sí encontramos muchos medios tiempos, y alguna balada. De hecho, el disco empieza con Art Smock, que es una preciosa canción con bien de guitarra acústica, y sin batería. Pero no os asustéis, siguen sabiendo cómo hacer pop guitarras, y en este Days Of Abandon, nos vuelven a dejar unas cuantas canciones sublimes.

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Hay muy pocas cosas que no me gustan en este disco, ya que a todas las canciones les encuentro algo. Incluso las que menos me gustan, me parecen notables. Es el caso de Coral and Gold, y su estribillo potente, o de The Asp in My Chest, que tiene un final épico y con bien de trompetas. Además, le ha dado mucho protagonismo a la voz de Jen Goma que colabora en varios cortes del disco. La cantante de A Sunny Day in Glasgow acapara todas las voces en la muy ochentera Kelly y en Life After Life, pero es en la parte final de Eurydice donde más destaca. Este corte es de lo mejor del disco y, su estrofa emocionante del final, le da el toque definitivo a la canción. Y es que se podría decir que es el trabajo más personal de la banda, y por lo tanto, el más emocionante. Una canción como Beautiful You es una de las mejores pruebas de esto. Este tema es el clásico corte dream-pop, pero les vuelve a funcionar, y la verdad es que es una auténtica preciosidad.

Si nos vamos a los temas más desenfados, esos que engordan su ya abultada lista de hits, hay que destacar Simple and Sure y Until The Sun Explodes (aparte de la ya mencionada Eurydice, claro), que son una maravilla. Y es que son muy pocos los que les ganan cuando le dan a ese pop guitarrero de grandes estribillos, y mejores melodías.

Una vez más, los Pains nos entregan un trabajo sobresaliente, y ya van tres.

8,5