Soccer Mommy – color theory
A pesar de las buenas críticas que tuvo, y de gustarme alguno de sus temas, no llegué a pillarle el punto al anterior trabajo de Soccer Mommy. Creo que, para mi gusto, le faltaba un poco un poco de rabia y tiraba demasiado de la guitarra acústica. Algo que no pasa en su nuevo trabajo, que cuenta con muchos más detalles y es bastante más compacto.
“theory color” es un álbum que aborda temas bastante jodidos, como la depresión y la salud mental. Algo que, cada vez, está más a la orden del día entre este tipo de artistas jóvenes. De hecho, la propia Sophie Allison, que así se llama la chica, comenta que «quería que se pareciera encontrar una cinta de cassette vieja y polvorienta que se ha estropeado con el tiempo, porque eso es lo que es este álbum: una expresión de todas las cosas que lentamente me degradaron personalmente». De ahí que tenga una producción un tanto más sucia. Pero es tan solo un espejismo, porque, a su vez, también es un disco mucho más pop. De hecho, cuenta con temas de lo más directos y deliciosos, como es el caso de ‘circle the drain’, ‘crawling in my skin’ o ‘lucy’.
Una de las cosas que hacen un poco diferente a Soccer Mommy del resto de “cantautoras” actuales, es que le gusta explayarse bastante en sus temas. Eso, si no se hace bien, puede ser un problema. Lo bueno es que, aquí, ha solventado muy bien la papeleta. Solo hay que escuchar los casi seis minutos de ‘bloodstream’, el tema que abre el disco. En él, se vale de un par de acordes simples, y un crescendo en el que va entrando una segunda guitarra y unos teclados, para hacer un tema absolutamente brillante. Además, sin hacer nada nuevo, que es lo más difícil. Pero, es en ‘yellow is the color of her eyes’ donde nos muestra que puede llegar más allá del indie-rock corriente. Estamos ante un corte de lo más ensoñador que se va a los ocho minutos sin que apenas te enteres. Principalmente, porque es una delicia de pop acústico, la cual, adornada con unos teclados de lo más envolventes. Eso sí, en su parte final, se lía la manta a la cabeza, y envuelve todo en un manto de psicodelia. Quizá, por eso, inmediatamente después, mete la corta, limpia, y absolutamente brillante, ‘up the walls’.
Estamos ante un álbum más completo que el anterior, en el que, las canciones más intimistas, funcionan mejor, y las más directas se convierten en clásicos instantáneos. Un disco que la confirma como una de las grandes de nuestros días.
8
Debe estar conectado para enviar un comentario.