Mint Julep – Covers

Mint Julep es una de esas bandas que me hacen entrar en una especie de zona de confort que viene muy bien de vez en cuando. El dúo formado por el matrimonio Kenniff ha logrado dar con un dream-pop sintético que es bastante irresistible. Y encima, tratan de no quedarse estancados, ya que, con cada disco, cambian un poco su propuesta. Solo hay que escuchar su anterior trabajo, el estupendo ‘In a Deep and Dreamless Sleep’, donde se centraban más en los paisajes sonoros y se olvidaban del típico “estrofa/estribillo/estrofa”. Quizá, por eso, ahora han decidido desengrasar un poco y entregar una colección de versiones de temas bastante conocidos.

Covers’ recopila alguna de las versiones que han ido sacando desde 2011. Aunque lo cierto es que se podría decir que casi es un disco nuevo. Porque, aunque algunas de ellas tengan unos años, solo se han editado de forma independiente, y en plataformas tipo bandcamp o souncloud. De hecho, la única que tuvo un lanzamiento “oficial”, es “The Promise”, la preciosa revisión que hacen del one hit wonder ochentero de When I Rome. Así que me parece una idea estupenda lo de recopilarlas y darles un sentido en 2022.

Si su música propia ya te mete en una zona de confort, ya os podéis imaginar lo que ocurre cuando se lanzan con unos cuantos clásicos. Porque estamos hablando de canciones absolutamente reconocibles y que fueron hits en su época. Ahí está esa “Cruel Summer” de Bananarama, que aquí se convierte en un ensoñador tema de synth-pop. O la delicadeza con la que atacan el “It’s My Life” de Talk Talk, una banda que siempre hay que reivindicar. Además de eliminar el toque ochentero que tenía el “Shout” de Tears For Fears para hacer con ella una bonita canción de dream-pop sintético. Y ojo, porque, a la hora de reivindicar a Depeche Mode, han preferido elegir una cara-b. Aunque no es una cualquiera, ya que “But Not Tonight”, que acompañaba a “Stripped”, es una de las canciones más queridas por los fans de la banda.

Fuera de los ochenta nos dejan dos temas. El primero es “I Never Wanted You”, el mayor éxito de Headphones, que tan solo editaron un disco en 2005. Aunque de ahí salieron artistas como David Bazan y Frank Lenz, que luego formaron Pedro The Lion y Starflyer 59. Lo suyo era la indietronica que tanto se llevaba en esos años, y se podría decir que Mint Julep le han quitado parte de la extrañeza que tenia la canción, y han hecho con ella otra pequeña joya de dream-pop electrónico. Y, para terminar, toca irse a los noventa y al shoegaze. Porque cierran este trabajo con una potente revisión del “Horror Head” de Curve. De hecho, sus guitarras, suenan incluso más potentes que en el tema original.

8

VR SEX – Rough Dimension

Andrew Clinco es uno de esos artistas con varias personalidades. La más conocida es la que atiende al nombre de Deb Demure, el que es el líder de los estupendos Drab Majesty. Pero también cuenta con otro proyecto llamado VR SEX en el que el protagonista es un tal Noel Skum. Un personaje malvado inspirado en Elon Musk, con el que Clinco expresa su desprecio y fascinación por los márgenes sórdidos y surrealistas de Los Ángeles, condenados a callejones sin salida de vanidad, lujuria y tecnología. Y para reforzar su propuesta, se hace con un sonido más pesado y guitarrero que el de su otra banda.

Rough Dimension’ es su segundo trabajo, y está escrito y grabado por él mismo en un oscuro piso de Marsella. Aunque eso sí, la mezcla está hecha en un estudio profesional de Brooklyn. Lo que hace que el equilibrio entre la suciedad y pesadez de su post-punk, y su talento más melódico, se fusionen a la perfección. Y menos mal, porque también os digo que, sin ese punto melódico, este disco seria un hueso duro de roer. Clinco se mete muy bien en su papel, y para ello se deja llevar por unas guitarras que recuerdan a los primeros Wire, y por base rítmica de lo más pesada. Pero, afortunadamente, también hay pasajes de teclados más luminosos.

Sí es cierto que “Victim Or Vixen” y “Glutton For Love”, que abren este álbum, representan uno de sus momentos más duros. Pero también es verdad que, gracias a esos teclados de los que hablaba más arriba, consiguen funcionar para una mente pop como la mía. Es más, la segunda tiene un estribillo de lo más pintón. Y si nos vamos a la acelerada “Taste of Hate”, nos encontramos con un potente tema de post-punk en el que no puede evitar hacerse con otro estribillo de lo más pegadizo.

No hay ningún momento abiertamente limpio y pop como los de Drab Majesty, pero si algunos pasajes que se acercan a ese sonido. Es el caso de buena parte de la estupenda “Live In A Dream”, en la cual solo se endurecen las guitarras en su estribillo. O esa “Walk Of Fame” densa y tranquila, la cual cuenta con un teclado de lo más siniestro. Incluso podríamos meter “End Vision”, el tema que cierra el álbum. Y es que, aquí, se pone más abiertamente electrónico con una acelerada caja de ritmos y una melódica línea de sintetizador que entra en su estribillo. Aunque eso sí, al final no puede evitar ser el gemelo malo y terminar la canción con un derroche de crudeza que lo acerca a sonidos más industriales.

7,5

Young Prisms – Drifter

Young Prisms no tuvieron mucha suerte en su primer intento de convertirse en una de las referencias del shoegaze actual. Formados en 2009 en San Francisco, el cuarteto editó dos discos notables y llegó a girar con bandas como The Radio Dept. y Dum Dum Girls, pero en 2012 decidieron tomarse un descanso. Hasta ahora, que acaban de publicar el que es su primer trabajo en una década. Un disco que, según la propia banda, “solo podría haberse hecho con el paso real del tiempo y a través del punto de vista de un grupo de amigos cansados del mundo que no pueden dejar de volver a encontrarse”. 

Drifter’ es un disco producido por Shaun Durkan, que sabe lo que es estar al mando de otras bandas guitarreras como Weekend y Soft Kill, y eso se nota. Más que nada porque estamos ante un shoegaze de lo más clásico en el que la influencia de grupos como My Bloody Valentine o Curve es evidente. Algo que se puede apreciar en un tema como “Above Water”, que abre el disco de la forma más densa y oscura posible. O en una canción como “Violet”, donde dejan que una caja de ritmos sirva de acompañamiento a su mar de guitarras. Además, también saben lo que es irse al lado más pop del asunto, y lo demuestran muy bien en cortes como “Yourside” y “Around”, que son una delicia ruidosa.

Ese lado más pop que tienen es el que hace que el disco resulte de lo más interesante. No digo que el shoegaze más clásico no tenga su punto, pero siempre he pensado que, si le das un punto más melódico, funciona bastante mejor. Es algo que Young Prisms hacen en las pegadizas “Honeydew” y “Outside Air”, donde las guitarras están al servicio de la melodía. O en “This Time”, en la que limpian su sonido y nos dejan un delicado tema de aires sixties. Aunque lo mejor del disco llega con “Self Love”. Aquí se van hacia un dream-pop de lo más delicioso y logran dar con uno de esos temas que seducen a las primeras de cambio. Y la verdad es que también tiene un toque retro que hace que nos acordemos de bandas como The Raveonettes, o nuestros Ghost Transmission.

Young Prisms tienen talento y canciones de sobra para convertirse en una de las bandas de referencia del shoegaze y dream-pop actual. A ver si esta vez tienen más suerte.

7,8

Barrie – Barbara

Barrie pasaron de ser un grupo a un proyecto en solitario en apenas un mes. Y es que, a las pocas semanas de editar su álbum de debut, el resto de los miembros de la banda confesaron a Barrie Lindsay que ya no querían seguir en el grupo. Pero ojo, que no hubo malos rollos, simplemente querían llevar otro camino musical. Y la prueba es que la propia Lindsay colaboró en dos temas del primer trabajo de Psymon Spine, una banda que cuenta con dos de esos antiguos miembros de Barrie. Así que se podría decir que estamos ante el primer disco en solitario de Barrie. Aunque eso sí, ha contado con la ayuda de su mujer.

Barbara’ representa estupendamente el papel de disco del cambio. Por aquí hay muy poco de ese dream-pop algo animado que ocupaba buena parte de su primer trabajo. Aunque sí es cierto que un tema como “Jersey”, o la preciosa “Jenny”, no se alejan mucho de ese rollo. Y es que, al final, nos encontramos con un disco un tanto variado en el que hay synth-pop, algo de folk, e incluso un pequeño toque étnico. Una variedad que resuelve muy bien y que hace que el álbum sea de lo más entretenido.

Hay que decir que lo más interesante del disco es la inmediatez que tienen los cortes más electrónicos. Sobre todo, un tema como “Frankie”, en el que se pone mucho más bailonga de costumbre y consigue dar con un todo un hit de synth-pop. Pero también en la más delicada “Concrete”, donde utiliza los sintetizadores para llevarnos a paisajes más ensoñadores. Y luego tenemos la estupenda “Basketball”, una canción que empieza de la forma más minimalista posible y acaba con todo un derroche de percusión que entra abruptamente.

Dentro de su faceta más folk también hay canciones notables. Es el caso de la preciosa “Bully”, en la que tira de guitarra acústica y casi se acerca a Big Thief. Pero también de la algo extraña “Dig”, que con esos coros tan étnicos le ha quedado un tanto curiosa. Y si nos vamos a “Bloodline” nos encontramos con una bonita balada al piano que cierra el disco reposadamente y dejándonos una cierta sensación de paz.

7,9

Destroyer – LABYRINTHITIS

Dan Bejar es incombustible. El artista canadiense no puede parar de crear y de hacer de cada disco una nueva aventura. Aunque eso sí, cada vez va cerrando más el circulo y encontrando un sonido con el que se puede identificar la última etapa de la carrera de Destroyer. Y ese sonido pasa necesariamente por la electrónica. Porque, si en su anterior trabajo ya se dejaba llevar por el synth-pop, en este ‘LABYRINTHITIS’ se mete de lleno en terrenos totalmente electrónicos. De hecho, el propio Bejar decía que quería hacer un disco sonara a Cher metiéndose de lleno en el mundo del Hi-NRG. Pero lo cierto es que no se ha ido tan lejos y ha terminado quedándose en una influencia evidente de New Order y Art of Noise.

Dan Bejar y John Collins, que ha sido su mano derecha más de una vez, empezaron a trabajar en este trabajo a principio de la pandemia, cuando cada uno estaba en su casa y se iban enviando ideas desde sus respectivos hogares. Ahí, la idea principal todavía seguía siendo la de hacer un disco de techno con un ritmo 4/4 constante. Pero esto fue cambiando a medida que iban pasando los días. Y sí, estamos ante un disco lleno de ritmos bailables y electrónicos, pero también ante un trabajo en el que aparecen sus características guitarras, y algún que otro saxo. De hecho, el título no es casual, y viene de los muchos laberintos que, según el propio Bejar, hay en el disco.

Estamos ante un trabajo que está muy cerca de ser redondo. Porque, lo bueno, es que Bejar no se ha ido a lo fácil y ha impregnado de su personalidad todas estas canciones. De hecho, y a pesar de que hay canciones más directas en el álbum, ha elegido algunas de las más extrañas para presentarlo. Pero ahí está interesante del asunto, porque estas canciones funcionan de maravilla. Y es que, esa “Tintoretto, It’s For You” tan oscura y llena de ritmos abruptos, es una autentica pasada. Al igual que “Eat the Wine, Drink the Bread”, que cuenta con un ritmo bailable de lo más contagioso, pero que no se puede decir que sea una canción totalmente pop. Y si nos vamos a “June”, nos encontramos con uno de los singles más extraños de su carrera. Además de con el tema que más recuerda a su etapa ‘Kaputt’.

Sí es cierto que en el resto del álbum sí que se va hacia caminos más pop. Y lo hace desde el principio, porque esa “It’s In Your Heart Now” que abre el álbum de forma tan delicada, y con unas guitarras que son puro New Order, es una autentica delicia. Pero lo mejor llega cuando se va abiertamente al synth-pop. Temas como “Suffer” y “All My Pretty Dresses” nos presentan a unos Destroyer totalmente pop y muy bailables. Pero, como ya he dicho antes, sin perder su identidad. Así, nos encontramos con un saxo por aquí, una guitarra por allá, o un cencerro enloquecido en la efusiva “It Takes a Thief”. Aunque eso sí, para cerrar, prefiere bajar el ritmo y entregarnos una “The Last Song” en la que solo aparece su guitarra y su voz.

8,3

Mattiel – Georgia Gothic

Mattiel es una de esas bandas que he pasado por alto en los últimos años. Y la verdad es que tengo que reconocer que, hasta hace unos días, ni siquiera sabía de la existencia de este dúo de Atlanta. Y eso que ya van por su tercer trabajo y tienen alguna canción que otra con varios millones de reproducciones en las plataformas de streaming. Pero también es cierto que, hasta ahora, su música se ha decantado por una faceta más rock que a mí no me tira mucho. No obstante, abrieron para Jack White en sus comienzos, e incluso hacían versiones de los White Stripes. Pero parece que todo eso ha cambiado con su tercer trabajo.

La pandemia ha trastocado bastante la carrera y la vida de los dos miembros de Mattiel. Para empezar, y al igual que muchos otros artistas, tuvieron que suspender la gira de su segundo trabajo por el confinamiento. Pero lo peor es que, unos pocos meses antes, habían decidido dedicarse a la música a tiempo completo y vivir de ella. Lo que llevó a Atina Mattiel Brown, la parte femenina del grupo, a rechazar un lucrativo trabajo como diseñadora gráfica en Mailchimp, y a Jonah Swilley a dejar su trabajo en una tienda de antigüedades. Así, en unos pocos meses, pasaron de tener una gira con un buen montón de fechas, a encontrarse sin trabajo y cobrando el paro en su casa de Atlanta.

Georgia Gothic’ es el resultado de ese parón forzoso de 2020. Y es que, al final, terminaron alquilándose una casa en el norte de Georgia, y allí, entre sesiones de cine y largas noches de composición, se hicieron con el disco entero en una semana. Un trabajo en el que, según ellos mismos, han ampliado su paleta de sonidos y se han dejado llevar un poco más. Y eso es algo que se nota, porque, aunque lo suyo sigue siendo el rock, lo cierto es que suenan un poco menos crudos y más limpios. Ahí está esa “Jeff Goldblum” inicial, en la que se dejan llevar por una caja de ritmos y se sacan de la manga un estribillo de lo más pegadizo. O esa himno pop llamado “Lighthouse”, una tema absolutamente redondo, en el que se atreven a llenar el estribillo de trompetas. Mi bucle de los últimos días.

Ese punto melódico que tiene su aspereza hace que temas como “Wheels Fall Off” o “Subterranean Shit-In Blues” entren bastante bien. Además, tengo que decir que me han recordado un poco a los Yeah Yeah Yeahs más escurridizos. Y si nos vamos a “You Can Have It All”, nos encontramos con un vibrante tema de rock en el que Atina se convierte en una Patti Smith moderna. Pero ojo, que también saben cuándo bajar el ritmo e irse hacia un mundo un poco más soul -Swilley formó parte de la banda de acompañamiento de Curtis Harding-. Algo que hacen en la estupenda “Blood in the Yolk” y en la sedosas “Cultural Criminal” y “Other Plans”. Eso sí, para cerrar, prefieren volver al rock y dejarnos la intensa “How It Ends”.

7,8

Charli XCX – Crash

Tengo un problema con las artistas pop de la actualidad. Y es que, más allá de los singles, los discos suelen cojear bastante. Algo que, en realidad, no es algo nuevo. La música pop está llena de álbumes de diez pistas en los que apenas destacan tres o cuatro canciones. Evidentemente, siempre hay excepciones, y artistas como Madonna o Janet Jackson nos han dejado algunos discos bastante más currados. Algo que ha intentado Charli XCX en su quinto trabajo, donde, afortunadamente, y para alivio de nuestros tímpanos, se olvida del hyperpop y de la PC Music. De hecho, cita como máxima influencia la Janet de los ochenta.

Crash’ es uno de esos discos con unos créditos más largos que un día sin pan. ¿Necesitas siete personas para escribir una canción pop? Personalmente, y viendo el resultado final, creo que no es necesario. No estamos ante un trabajo que vaya a revolucionar el pop y, sinceramente, tampoco está haciendo nada que no haya hecho nadie antes. Esto no significa que el disco no funcione, todo lo contrario, está lleno de hits absolutamente pegadizos. Y de eso es de lo que la artista inglesa puede presumir, porque, como ha demostrado a lo largo de su carrera, tiene un talento especial para escribir buenas canciones pop.

Una parte de este trabajo se va hacia ese pop ochentero más americano. De hecho, que en un principio se bautizara como “su disco Janet”, no sorprende lo más mínimo. Solo hay que escuchar el tema que le da título y que lo abre, en el que se deja llevar por unas cajas de ritmos cortantes que son puro ‘Rhythm Nation’. Algo que también ocurre con “New Shapes”, donde se deja acompañar por otras dos reinas como son Christine and The Queens y Caroline Polachek. Y luego tenemos una canción como “Baby”, en la que se adentra en mundos más funk y bailongos, o esa “Lightning” tan Taylor Dayne. Aunque sí es cierto que no deja de meter sus cosillas, y de vez en cuando juega con su voz y se le va un poco la mano con el pitufeo.

Lo bueno es que no solo se ha quedado en los ochenta y en Estados Unidos. El dance-pop europeo de los noventa también cuenta con bastante presencia en este trabajo. Ahí está ese pelotazo llamado “Good Ones”, el cual te lleva a la pista de baile con una facilidad tremenda. O esa “Beg For You”, en la que aparecen unos teclados de lo más trance. Además de la voz de Rina Sawayama. De hecho, no se ha cortado un pelo a la hora de utilizar en “Show Me Love” de Robin S en “Used To Know Me”. Y la verdad es que la canción le ha quedado de lo más resultona.

Desde luego, Charli XCX puede presumir de haber hecho uno de esos discos en los que casi todas sus canciones podrían ser singles. Ahora, también es cierto que es un tanto repetitivo y que hay veces que parece que ha puesto el piloto automático.

7,6

Partner Look – By The Book

Llevo unas cuantas semanas intentando poner el debut de Partner Look, pero, con tanta novedad, lo he ido dejando. Hasta ahora, que parece que la cosa se ha calmado un poco y el resto del mundo solo está pendiente de un disco. Y es que, me molesta un poco olvidarme de estas bandas algo más pequeñas y acordarme varios meses después de que sus discos también eran de lo más interesantes. Algo que esta vez no me va a pasar.

Partner Look es una banda con sede en Melbourne, pero con una alineación algo más internacional. De hecho, empezó como el proyecto paralelo de hermanas alemanas Ambrin (Cool Sounds) y Anila Hasnain (Studio Magic). Pero al final se terminaron uniendo Dainis Lacey (también miembro de Cool Sounds) y Lachlan Denton (The Ocean Party), o lo que es lo mismo, sus respectivas parejas. De hecho, el nombre de la banda juega con esa cercanía con la que cuentan todos sus miembros, ya que viene de una expresión alemana que se utiliza cuando una pareja lleva el mismo estilo.

By The Book’ es un disco sencillo que está grabado en uno de esos descansos pandémicos que tuvieron en Australia en 2020. Así, en esas pocas semanas que pudieron reunirse los cuatro, y el productor, construyeron un estudio el garaje de Ambrin y Dainis y grabaron las doce canciones que forman este trabajo. Un disco que lleva el pop como bandera y que suena bastante a ese rollo jangle tan australiano. Solo hay que escuchar esa delicia llamada “Partner Look”, que abre el álbum dejándonos un luminoso himno de puro pop. O la estupenda “Right Here”, la cual comparte nombre con una canción de The Go-Betweens. Algo que no creo que sea una casualidad. Además de las juguetonas “Rodeo Tragic” y “Geelong”, en las que los teclados cobran algo más de protagonismo.

Estamos ante un disco de los más disfrutable. Uno de esos trabajos en los que solo importa que las canciones suenen bien y que las melodías y los estribillos estén en su sitio. Algo que hace que resulte imposible no rendirse ante temas más delicados como “Water” y “Leroy”, que me han recordado bastante al pop delicioso de Papas Fritas. O ante “Deutschland”, donde oscurecen un poco más su sonido, pero no se olvidan de que son una banda de pop. Al igual que en “Endless Plain”, la bonita balada que cierra el álbum llevándolos a sonidos más americanos.  

7,8

Novedades musicales: marzo 2022

Pensaba que este mes me iba a salir una recopilación con menos temas de lo normal y al final me ido hasta las 55 canciones. Y eso que he quitado algunas -entre ellas, la última de Pixies, que me ha parecido flojísima-. Pero bueno, al fin y al cabo, esto está muy bien, ya que demuestra que estamos ante un gran inicio de año. Además, con un regreso potente como el de Arcade Fire, que han vuelto a la épica de sus comienzos. Pero también el de Belle and Sebastian y su primer álbum en siete años. Y el poder comprobar que grupos como !!!, Hercules & Love Affair o The Dream Syndicate siguen en muy buena forma.

También es verdad que, repasando la lista de canciones, veo que la gran mayoría de bandas no cuentan con una década de existencia. Y eso me gusta. Y es que, hay grupos como Just Mustard, Wet Leg o Horsegirl, que están haciendo un indie-rock potente y muy fresco. Además de Porridge Radio, una banda de sobra conocida por todos, que ya cuentan con el primer adelanto de su nuevo álbum. Y ojo, porque tenemos nuevos proyectos de viejos conocidos. Como Oliver Sim, bajista de The xx, que debuta en solitario con un tema de lo más electrónico. O Gentle Sinners, donde nos encontramos con Aidan Moffat (Arab Strap) y James Graham (The Twilight Sad).

Espero que os guste.

1 The Lightning I, II / Arcade Fire

2 Unnecessary Drama / Belle and Sebastian

3 Tidal River / Rolling Blackouts Coastal Fever

4 Angelica / Wet Leg

5 Anti-glory / Horsegirl

6 So Excited / Cola

7 Any Day Now / Spice

8 Live In A Dream / VR SEX

9 Inamorato / Thus Love

10 ily<3 / Sipper

11 Press Play / Soft Kill

12 Still / Just Mustard

13 Roll The Dice / Sunflower Bean

14 Teeth / Mallrat

15 Back To The Radio / Porridge Radio

16 No Good Woman / Pillow Queens

17 Hopes High / Hater

18 Where I’ll Stand / The Dream Syndicate

19 The Perfect Crime / The Stroppies

20 No Other Way / Ex-Vöid

21 Head On / DUCKS LTD & illuminati hotties

22 Floating Blue / Petite League

23 The Gas Inside the Tank / Elf Power

24 Crutch / My Idea

25 A Portrait of Sylvie Vartan / The Natvral

26 Far Rider / Still Corners

27 Fever / Aldous Harding

28 Goodbye Mr. Blue / Father John Misty

29 Lost Track / HAIM

30 The Curse of the Blackened Eye / Orville Peck

31 Skrting On The Surface / The Smile

32 The Mainline Song / Spiritualized

33 Face To Fire (After Nyman) / Gentle Sinners

34 People Are Pissed / Gruff Rhys

35 June / Destroyer

36 Buffalo Stance / Robyn, Neneh Cherry & Mapei

37 No Prizes / Kae Tempest feat. Lianne La Havas

38 Grace / Hercules & Love Affair

39 Used To It / Sharon Van Etten

40 Personal Message / Melody’s Echo Chamber

41 Everything / Hovvdy

42 Pure Love / Flock of Dimes

43 My Love / Florence + The Machine

44 Anything But Me /MUNA

45 Teenager / Superorganism feat. Chai & Pi Ja Ma

46 It Gets Dark / Sigrid

47 Dance Around It (feat. Brandi Carlile & Sheryl Crow) / Lucius

48 Romance With A Memory / Oliver Sim

49 Concrete / Barrie

50 This Time, This Place… / Röyksopp feat. Beki Mari

51 Modern Weekend / Sextile

52 Stars and Sons / Nation of Language

53 Storm Around The World / !!! feat. Maria Uzor

54 Commercial / First Hate

55 Dream On / Real Lies

Yumi Zouma – Present Tense

Yumi Zouma es una banda que he descubierto tarde. El grupo de Nueva Zelanda ya va por su cuarto disco, pero yo no supe de su existencia hasta el primer confinamiento, que fue cuando publicaron su anterior álbum -tuvieron la mala suerte de editarlo el día que oficialmente se declaraba la pandemia-. Y eso que es una banda que tiene un éxito moderado. Pero también es cierto que su música ha ido moldeándose con cada lanzamiento y que han pasado de un pop más relajado y melancólico, a uno más vibrante y lleno de fuerza. Quizá, sea por eso que ahora me hayan entrado más fácilmente.

Present Tense’ es un álbum precioso. Estamos ante uno de esos trabajos en los que todo está en su sitio. La voz de Christie Simpson suena de lo más acogedora, las guitarras son de lo más melódicas, y la base rítmica es más potente que en otras ocasiones. Además, meten algún ingrediente que otro que refuerza su propuesta. Ahí está ese saxo que convierte “Mona Lisa” en una canción de pop emocionante. O esas cuerdas y esa guitarra sucia final que hacen de “Razorblade” una de las grandes canciones del disco. Además de los elementos electrónicos que siempre han estado presentes en su carrera, pero que aquí juegan un papel importante en temas como “Honestly, It’s Fine” y “Haunt”.

Solo hay que escuchar “Give it Hell”, el tema que abre el álbum, para darse cuenta de que su música ahora es más directa. Estamos ante una de esas canciones de indie-pop que juegan con los teclados luminosos y con una claridad que lo embellece todo. Además de un piano final que es una maravilla. Algo que también sucede en “Where The Light Used To Lay”, la cual incluso es todavía más pop. Lo bueno es que también saben sacar las garras y entregar la potente y más rock “In The Eyes of Our Love”, donde las baterías se aceleran y hacen que nos acordemos de viejos grupos indies como Helen Love o Talulah Gosh. Aunque eso sí, para terminar, se van hacia mundos más dream-pop y nos entregan la estupenda “Astral Projection”.

Sin duda alguna, Yumi Zouma se confirman como una de las mejores bandas de indie-pop de la actualidad con ‘Present Tense’, un disco en el que prácticamente no sobra ninguna canción.

8