Edwyn Collins – Badbea
Esta mañana, cuando he visto la triste noticia del fallecimiento de los dos miembros de Her’s y su manager, me he acordado de que, hace unos meses, cuando puse su segundo trabajo, mencioné que tenían un punto a Orange Juice que me gustaba bastante. Casualidades de la vida, hoy sale a la venta el último trabajo de Edwyn Collins, y me da mucha pena que estos dos chavales ya no puedan escucharlo. Porque estoy seguro de que lo hubieran disfrutado mucho.
Desde que sufrió un doble derrame cerebral en 2005, Edwyn Collins se ha preocupado en sonar optimista, y más o menos alegre, en todos los discos que ha sacado. No es para menos, ya que estamos hablando de alguien que estuvo diez días en coma y que ha estado muy cerca de la muerte. “Badbea” sigue ese camino, y lo hace de una forma más relajada todavía. Collins y su mujer, han dejado el norte de Londres para irse al norte de Escocia, donde ha compuesto estas canciones sin ningún tipo de prisa. Algo que se nota bastante en el resultado final.
Puede que estemos ante el trabajo más ecléctico del músico escoces. Porque aquí hay rabia punk, algo de folk, northern soul, pop, e incluso algo de rock psicodélico (‘I Want You’ no desentonaría en uno de los discos más psicotrópicos de Primal Scream). Como muestra tenemos ‘Outside’, el efusivo primer single, en el que, en menos de dos minutos, se deja llevar por la energía desprendían bandas como los Buzzcocks o los New York Dolls. Una rabia que también aparece en la sucia ‘Tensions Rising’, que es un poco menos redonda.
Evidentemente, el mejor Edwyn Collins aparece cuando se acerca a su lado más pop. Sigue siendo infalible en esos temas de pop de guitarras, algo clásicos, pero que siguen sonando frescos. Es el caso de la bonita ‘It’s All About You’, que abre el disco recordándonos lo bien que se le da encontrar la melodía y el estribillo adecuados. Y encima le mete un saxo a mitad de canción, algo que siempre es un acierto. Igual de notable es ‘I Guess We Were Young’, donde nos deja otra de esas canciones melancólicas perfectas. O la bonita ‘I’m Ok Jack’, en la que coquetea con la electrónica y las cajas de ritmos. Pero lo mejor viene en ‘Glasgow to London’, donde desempolva su vieja caja de ritmos 808, y se saca de la manga una canción que es puro Orange Juice. Vamos, una puta maravilla.
Sin duda alguna, Edwyn Collins sigue siendo un valor seguro para todos los que amamos el pop. Y eso después de 40 años de carrera, es algo que pueden decir muy pocos.
7,8
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