Mitski – Puberty 2

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Lo mío con Mitski ha sido un flechazo absoluto. Solo he necesitado un visionado del clip de su Happy, para hacerme todo un seguidor de su música. Y es que, esta japonesa residente en Nueva York, tiene todas las papeletas para convertirse en una de las sensaciones del año. Su cuarto trabajo está cosechando unas críticas estupendas en muchos de los medios más punteros del mundo, y solo hace falta hacer un pequeño repaso al resto de su discografía para ver que la chica tiene un talento enorme.

Dicen que los vídeo-clips ya valen para poco, y que, a no ser que seas una mega estrella con un presupuesto ilimitado, ya no merece la pena hacerlos. Mitski desmonta esa afirmación con Happy, el que es el segundo single de “Puberty 2”. Con un presupuesto modesto, pero con mucho talento, nos deja una historia de infidelidades ambientada en los años cincuenta, que cuenta con un final sorpréndete. Esto, unido a que nos encontramos con una de las canciones más interesantes de este año, en la que la japonesa le da un toque muy personal (ese saxo es flipante) a su indie-rock habitual, hace que estemos ante cuatro minutos realmente brillantes.

Mitski pertenece a ese grupo de chicas que están revitalizando el indie-rock de aire noventero, ese que practicaba la primera PJ Harvey, pero también se fija un poco en cosas más actuales, como St. Vincent. Una fusión entre el presente y el pasado, que produce cosas realmente interesantes. Ahí están Once More to See You y I Bet On Losing Dogs, dos de los temas menos sucios y más tranquilos del álbum, en los que nos muestra que también puede conseguir buenos resultados sin pisar el pedal de distorsión. Aunque es en Thursday Girl donde mejores resultados consigue cuando se sale del indie-rock. En ella se pone un poco más ensoñadora, y gracias al manto electrónico con el que cuenta la canción, y a su melancólico estribillo, consigue uno de los momentos más notables del álbum.

Una de las cosas que no puede negar Mitski, es su pasión por las guitarras potentes y distorsionadas. Temas como Dan The Dancer, en el que también mete un órgano muy oportuno, la desgarrada Fireworks, o A Loving Feeling,  muestran esa pasión por los sonidos que inundaron el rock de principio de los noventa. Pero es en Your Best American Girl donde deja bien claro que ha nacido para hacer este tipo de canciones. Aquí las guitarras, secas y cortantes, que entran en un estribillo memorable, rugen como en ningún otro momento del álbum. Además, también viene acompañada de un vídeo realmente efectivo.

No perdáis el tiempo y dadle una escucha al nuevo álbum de Mitski, no os arrepentiréis.

8,4