The Vacant Lots – Interiors
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Dicen The Vacant Lots que su nuevo trabajo es el más oscuro de su carrera. Algo con lo que no estoy muy de acuerdo. Al igual que en su anterior álbum, veo al dúo neoyorquino mucho más interesado en su faceta más synth-pop que en su faceta post-punk. Y sí, puede que las voces de ultratumba y las guitarras oscuras también tengan presencia, pero el resultado final se decanta más hacia lo sintético. De hecho, mencionan a New Order o Depeche Mode como principales influencias. Aunque también a Joy División y el Iggy Pop de la época ‘The Idiot’. De ahí la dualidad que tiene el disco.
Uno escucha “Amnesia”, que es el single principal, y la canción que abre este ‘Interiors’, y se puede pensar que los The Vacant Lots más claustrofóbicos han ganado la partida. Algo, por otro lado, lógico, ya que es un tema oscuro en el que una potente caja de ritmos se alía con unas guitarras sucias y esa voz profunda marca de la casa. De hecho, te crees eso que dicen de que lo han grabado tras muchas noches de insomnio y mañanas de anfetaminas. Incluso si avanzamos un poco y nos metemos de lleno en “Evacuation”, que suena a una mezcla entre los The Jesus & Mary Chain más fronterizos y los Depeche Mode de “Route 66”, podemos seguir pensando que estamos ante ese disco oscuro que prometen. Pero no, el grueso del álbum no es ese.
Ya en “Paradise”, que es el segundo corte, se aprecian unas ganas de virar hacia ese lado más electrónico. De hecho, en este tema, incluso se meten un mundo de lo más ensoñador. Algo de lo que también dan buena cuenta en “Destruction”, que sigue exactamente el mismo camino. Pero lo realmente interesante es ese lado más pop que aparece en algunas canciones del álbum. Es el caso de “Ashes”, una maravilla synth-pop donde los teclados brillan y la voz de ultratumba casi desaparece. O de “Scars”, donde su faceta sintética y pop se enfrenta a una guitarra sucia. Y al final termina ganando la partida. Además de esa “Endgame” bailonga en la que vuelven a fusionar sus dos facetas musicales predominantes. Y hay que reconocer que es algo que se les da de maravilla.
7,8
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