CMAT – Crazymad, For Me
El álbum de debut de CMAT fue uno de los trabajos más divertidos e inteligentes de 2022. Con él, la artista irlandesa dejó bien claro que se pueden hacer grandes canciones de pop dotándolas de un sentido del humor de lo más especial. Además, dejaba ver un talento compositivo de un nivel altísimo. De hecho, me parece hasta obsceno que no sea una estrella mundial y que luego tengamos que ver como otras artistas de lo más sosas se lleven todo el éxito. Aunque también es cierto que ella va bastante a su bola y su música tiene una fuerte influencia del country y del soft-pop de los setenta. Lo que, por desgracia, limita su poder de convocatoria entre la muchachada.
Si con su álbum de debut, en el que encontrábamos temas de pop tan pegadizos como “No More Virgos” y “I Don’t Really Care For You”, no logró que su música pasara de un éxito moderado fuera de Irlanda y UK, dudo mucho que lo haga con este ‘Crazymad, For Me’. Y es que estamos ante un disco conceptual sobre los viajes en el tiempo y el desamor. Lo que la ha llevado a crear una colección de canciones más tranquila, y algo más seria. Además de más country. Pero, para mí gusto, su propuesta sigue funcionando muy bien. Y lo hace por su talento a la hora de dar con una buena melodía; su característica voz, y unas canciones que siguen contando con bastante humor. Además de unas cuantas referencias a la cultura popular, como esas menciones a ‘Sex in the City’ y ‘Gilmore Girls’.
El disco se abre con “California”, una canción en la que nos encontramos con una CMAT de 47 devastada por una reciente ruptura sentimental. Un viaje en el tiempo que recrea con un pop lleno de cuerdas que la acerca al soul blanco de los setenta. Además, aquí ya vemos una constante en el álbum: la exageración. La irlandesa cumple la norma de más es más en prácticamente todas las canciones del disco, las cuales cuentan con una buena dosis de épica y con esos chorros de voz característicos de CMAT. Ahí tenemos esa “Phone Me” en la que un ritmo electrónico se alía con unas cuerdas que casi se acercan al northern soul. O esa estupenda “Rent” que empieza delicadamente y acaba en todo un derroche de country-rock. Además de un par de baladas como “Can’t Make Up My Mind” y “Torn Apart”, las cuales también tiran de grandilocuencia.
Sería injusto decir que es un disco sin hits. De hecho, tiene tres muy claros. El primero atiende al nombre de “Where Are Your Kids Tonight?”, donde recluta a John Grant y juntos se hacen con un pop de reminiscencias ochenteras (solo hay que ver su vídeo) de lo más emocionante. Una emoción que también aparece en “Stay For Something”, en la que deja el country de lado para hacerse con un vibrante canción de pop-rock con uno de esos finales explosivos marca de la casa en los que las guitarras se endurecen un poco más. Y hay que decir que es una maravilla. Como esa “Have Fun!” mucho más pop que cierra el álbum de una forma más divertida y con una letra llena de rencor en la que nombra a Jimi Hendrix y Humphrey Bogart. CMAT en toda su esencia.
7,7
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