Worriers – Trust Your Get

Tengo que reconocer que, hasta hace unos pocos meses, no tenia ni idea la existencia de Worriers. Esta banda, que no deja de ser el proyecto personal de la norteamericana Lauren Denitzio, lleva más de una década editando discos. Incluso publicaron uno la pasada primavera, pero lo cierto es que no los tenía en mi radar. Quizá, porque empezaron en una escena más punk que yo no controlo nada. Y es que, por lo que veo, su música se ha ido domesticando hasta adentrarse en un pop-rock que nada tiene que ver con el punk. Solo hay que escuchar su estupendo nuevo trabajo.

Trust Your Gut’ sigue el mismo camino escogido con ‘Warm Blanket’, el disco que publicaron en abril, solo que aquí hay una diferencia importante. Aquel trabajo lo grabó Denitzio en su casa sin ayuda de nadie, y con pocos medios. Sin embargo, para grabar este nuevo álbum, recuperó a sus Worriers de toda la vida, solicitó la ayuda de Franz Nicolay (teclista de The Hold Steady), y se fueron todos a grabar a un estudio. Y eso se nota en el resultado final, porque estamos ante una colección de canciones que suena vibrante y llena de energía. Incluso las baladas, que hay unas cuantas, rebosan emoción.

Estamos ante uno de esos trabajos en los que las letras hablan de adversidades y lo dura que es a veces es la vida, pero lo bueno es que lo hace desde un cierto optimismo. Y eso se impregna en los temas más animados y potentes del disco. Donde destaca especialmente el corte titular. Aquí se va a un pop-rock con un claro sabor a los ochenta, y entrega un himno difícil de evitar. Sobre todo, por ese estribillo marcado por un teclado, y por esa pegadiza guitarra tan sumamente ochentera. Una de las canciones de 2023, sin duda. Y ojo, porque el pop-rock con tintes sintéticos de “Anything Else” está casi a la misma altura. O esa “Charming” un tanto más clásica en la que Nicolay hace de las suyas con las teclas.

Sí se podría decir que, quizá, hay un exceso de baladas. Pero lo cierto es que, muchas de ellas, son notables. Ahí tenemos “Hold My Breath”, que abre el álbum tirando de épica y mostrando su garra guitarrera. Algo que también se podría decir de la potente “I’m Not Mad” o de la inmensa “Back Yard Garden”, dos temas que son puro Springsteen. Pero lo bueno es que también sabe emocionar cuando tira de una faceta más minimalista y sin atisbo de épica. Es el caso de “Cloudy and 55”, una preciosa canción en la que solo necesita un teclado y una tímida batería para tocarte la patata. O esa “Math” contenida y de estribillo nostálgico. Aunque claro, un poco antes de terminar, tiene la necesidad de volver a la potencia y épica guitarrera en “Top 5”. Y bien que hace, porque es tremenda.

7,8

Un comentario

  1. yellowsnow77 · septiembre 27

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