The Jesus and Mary Chain – Glasgow Eyes

A pesar de que llevo más de dos meses escuchando el nuevo trabajo de The Jesus and Mary Chain, todavía no sé si me parece una genialidad o una tomadura de pelo. Supongo que me terminé decantando por algo que se quede a medias de estos dos extremos. Y es que, el grupo de los hermanos Reid ha vuelto con un trabajo en el que, supuestamente, hay muchos más elementos electrónicos -mencionan a Kraftwert y Suicide como influencias- y una inspiración del jazz. Así que uno se podría pensar que, a estas alturas de su carrera, iban a explorar nuevos sonidos. Y el caso es que lo intentan, pero la mayor parte del tiempo se quedan a medias y la cosa no termina de cuajar. Pero luego tampoco suena mal del todo. No sé, este disco me tiene la cabeza hecha un lío. 

Glasgow Eyes’ no empieza nada mal. “Vance Joy” es un trallazo sonoro en el que sí se puede ver esa influencia de Suicide que mencionaba más arriba. Y hay que decir que ese traqueteo electrónico que tiene la canción casa de maravilla con sus voces y sus guitarras. Algo que también ocurre con “jamcod”, esa canción en la que narran su separación durante una actuación en un festival en 1998. Una fusión de electrónica y rock que aparece de nuevo en la notable “Chemical Animal”. Aunque aquí lo hace en forma de balada y metiendo en la ecuación su amor por las producciones de Phil Spector. Al igual que en esa “Second of June” que viene a continuación, con la que nos dejan uno de los grandes momentos del disco. Además del segundo tema en el que se auto mencionan. 

Está claro que, tras cuarenta años de carrera, tampoco podemos pedirle a The Jesus and Mary Chain que sigan haciendo discos rompedores como el ‘Psychocandy’. Es más, casi mejor que no se repitan y que traten de darle un lavado de cara a su sonido. Ahí tenemos “American Born”, un estupendo tema en el que vuelven a dar una pequeña pincelada electrónica a su rock. O esa “The Eagles and the Beatles” tan pop y tan marcada por el “I Love Rock ’N Roll” de Joan Jett. Y es que se podría decir que, en algunos momentos del disco, les da una especie de ataque de lo más pop. El caso más evidente es “Girl 71”, donde se sacan de la manga un riff de guitarra de lo más limpio e inofensivo. Pero lo cierto es que la canción funciona. 

La peor parte del disco llega con los experimentos. Cuando tratan de hacer algo diferente se terminan metiendo en jardines de los que les cuesta salir. Solo hay que escuchar un tema como “Mediterranean X Film”, donde dan con un inicio molón que termina resultando repetitivo por la falta de ese punto melódico que siempre ha tenido la música de The Jesus and Mary Chain. Además de las repetidas paradas que cortan el ritmo de la canción. Algo parecido pasa con “Discotheque”, un corte con un sonido sintético que mola bastante, pero al que le falta un buen estribillo y una buena melodía. Pero es peor es ese intento de imitar a la Velvet más experimental en la segunda parte de “Hey Lou Reid”, la cual termina resultando de lo más aburrida. 

2 comentarios

  1. Juan Carlos Alonso Cordero · marzo 26

    madre mia que disco mas malo …que pena tantos años a la espera de que saquen disco nuevo para esto

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