DIIV – Frog In Boiling Water

Me he llevado una sorpresa cuando he visto que han pasado casi cinco años del último trabajo de DIIV. Quizá, porque lo editaron un poco antes de la pandemia y eso tiempo parece haber desaparecido de nuestras vidas. También es cierto que han estado un poco presentes estos últimos años, ya que vinieron de gira a España y publicaron un directo acústico en 2022. Pero lo cierto es que ya tocaba que la banda neoyorquina editara canciones nuevas. Porque, además, tienen que aprovechar el momento, ya que se han convertido en una de las bandas de referencia para esa gente joven de TikTok que está loca con el shoegaze. Una moda que habría que analizar un día de estos.

Para una banda como DIIV, que ha hecho de la ansiedad, las adicciones, y la depresión toda una forma de vida, una pandemia podría haber sido devastadora. Y más para una persona que ha pasado por una rehabilitación, como es Zachary Cole, líder de la banda. Pero, aunque sí que hubo algunos malos rollos, indecisión creativa, y algo de hastío, lograron sacar adelante las canciones que forman este ‘Frog In Boiling Water’. Un título que tiene su razón de ser, ya que hace referencia a lo que los anglosajones llaman “boiling frog”, que no es otra cosa que hervir de forma lenta y a fuego templado. Y si metes una rana en una olla en esas condiciones, entrará en una especie de tedio de lo más agradable. Ellos utilizan esta metáfora para hablar del capitalismo, pero también se puede adaptar al sonido de este álbum, que es reposado y denso.

Aquí no hay arrebatos pop y luminosos al estilo de “Doused” o “Under The Sun”. La mayor parte de las canciones de este álbum están envueltas en capas de guitarras pesadas que van a un ritmo lento y perezoso. De hecho, se podría decir que ahora sí que se han metido de lleno en el shoegaze. Pero cuentan con un par de ases en la manga. El primero es la habilidad que tienen para crear texturas sonoras que se convierten en bellas melodías ensoñadoras. Y el segundo es la producción y mezcla de Chris Coady, todo un experto en este sonido -ahí tenemos los últimos discos de Beach House y Slowdive– que consigue sacar el máximo provecho a estos temas. Solo hay que escuchar lo bien que suenan sus escalas de guitarras épicas a lo largo de todo el álbum y especialmente en “Brown Paper Bag” o en “Soul-net”.

Se podría decir que estamos ante el álbum más hermoso de DIIV. Y eso tiene bastante merito, porque lo apuestan todo a ese sonido sin apenas ganchos sonoros. Pero lo cierto es que consiguen atraparte como a esa rana que se cuece plácidamente en una olla. Lo hacen cuando pisan el pedal de distorsión de la forma más melódica posible, como en el caso de la estupenda “Reflected”. O de esa “Somber The Drums” en la que se animan un poco más. Pero también cuando lo levantan y dejan que la limpieza se apodere de su música. Ahí tenemos la bella y ensoñadora “Raining On Your Pillow”. O la algo extraña, pero muy seductora, “Everyone Out”, donde, por cierto, sacan a paseo la guitarra acústica. Además de esa joya dream-pop llamada “Fender On The Freeway” con la que cierran un álbum estupendo.

Un comentario

  1. yellowsnow77 · 23 Days Ago

Deja un comentario