Fig – No Need To Rest

Es muy raro que el autoplay de Spotify me descubra algo, pero de vez en cuando pasa. La prueba más reciente la tenemos en Fig, una banda australiana que me cautivó desde la primera vez que me saltó en la plataforma de streaming sueca. Supongo que el algoritmo vio algo en su música que me podía hacer tilín, porque no es que sea un grupo con mucha repercusión. Es más, no hay mucha información suya en la red, tan solo que son de Sydney y que editaron su álbum de debut en 2020. Eso sí, una vez más, tienen entre las ciudades que más escuchan su música, está Madrid. Lo que no deja de parecerme algo curioso.

Una de las pocas cosas que he podido descubrir de ellos son sus influencias musicales. He encontrado una entrevista que dieron con su primer trabajo en la que mencionan al David Bowie de la época Ziggy Stardust, Weyes Blood, o el Bruce Springsteen de ‘The River’. Pero eso ha cambiado en su segundo trabajo, porque, aunque el Boss ochentero sigue apareciendo por aquí, ahora lo hace en su faceta más pop. De hecho, mencionan ‘Born in the USA’. Lo que nos lleva a The War on Drugs, una influencia más que evidente en sus canciones. Pero tengo que decir que, la canción con la que me conquistaron sonaba más al lado elegante de Roxy Music y Bryan Ferry que a otra cosa. Y me parece extraño que no lo mencionen como inspiración, porque es de cajón.

No Need To Rest’ es uno de esos trabajos facturados con mimo que cuentan con un sonido envolvente y elegante que hace que te entre a la primera. Su base musical son los teclados ensoñadores y las guitarras elegantes, lo que, irremediablemente, nos lleva a los ochenta. Ahí tenemos la sintética “An Avalanche Of Us”, que abre el álbum tirando de sintetizadores y dream-pop -también mencionan a Beach House como influencia-. O “Honey”, que es la canción culpable de que hoy esté hablando de este grupo aquí. Una pequeña maravilla que es algo así como una mezcla de Bryan Ferry y The Blue Nile. Algo a lo que vuelven en la también estupenda “Drifting”. O en esa balada llamada “Stranger”, donde se dejan llevar por un teclado de lo más épico.

La influencia de The War on Drugs vía Springsteen resulta más que evidente en el tema titular. Y sí, puede que no estén haciendo nada nuevo y suene demasiado a los de Filadelfia, pero la verdad es que les ha quedado redonda. Al igual que “Our Night”, que tira del mismo sonido.  Pero también les queda redondo el synth-pop intenso que aparece en “Hot Sea”. De hecho, si a Springsteen le hubiera dado por hacer un sonido sintético, sería algo parecido a esto. O esa “I Heard It In My Dream” en la que llevan un sonido mucho más americano a su mundo sintético. No obstante, en ella, aparece la colaboración de Caitlin Harnett & The Pony Boys, una banda country de Sidney. Pero, para cerrar, nada como volver a Bryan y entregar la elegante y emocionante “Stay Away From New York City”.

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