
Jonathan Bree no puede molar más. El artista neozelandés, que empezó su carrera a la temprana edad de 12 años, nos ha deleitado con algunos de los discos de pop más interesantes de las últimas dos décadas. Primero, con The Brunettes, banda en la que compartía protagonismo con su novia. Y segundo, con su carrera en solitario, en la que se ha dejado llevar por un sonido más electrónico y algo oscuro. Además, produce y edita discos bajo su propio sello. Y, por si esto fuera poco, hay que decir que, su look, con esa media en la que cara que no se quita nunca, tiene su rollo.
‘Pre-Code Hollywood’ es su quinto trabajo, y en él nos encontramos con un Jonathan Bree muy cómodo con su faceta más synth-pop. Además, es disco claramente influido por la música de los ochenta. De hecho, el mismo Bree afirma que es «Un álbum lleno de producciones pop con una calidad nostálgica como si estuviera sacado de la banda sonora de una película perdida de John Hughes«. Y, por si esto fuera poco, encontramos dos colaboraciones de Nile Rodgers en el álbum. Aunque eso sí, su título, se refiere a ese código ético con el que la industria de Hollywood censuraba sus películas entre 1934 y 1968.
El disco se abre con la preciosa “City Baby”, que no es otra cosa que una ensoñadora balada que explota en su parte final. Y todo esto, aderezado con la voz profunda de Bree. Además, en ella, ya se puede apreciar un sonido limpio y casi perfecto que protagoniza todo el álbum. Lo que hace que otros temas reposados y menos directos entren a la primera. Ahí tenemos esa “Epicurean” tan cinematográfica. O la oscura “You Are The Man”, que tiene como protagonistas a unos sintetizadores de lo más fríos. Además de “Destiny”, una de las dos canciones en las que colabora Princess Chelsea.
Como ya he dicho, se le ve muy cómodo en su faceta synth-pop. Y eso es algo que se nota bastante en el tema titular. En él, se deja llevar por esos sintetizadores fríos que protagonizan casi todo el álbum y por una guitarra que tiene el sello de Nile Rodgers. Y todo esto con un cierto toque melancólico. O en un corte más potente y bailongo como es “When We Met”. Además de en esa joya llamada “We’ll All Be Forgotten”, que casi parece un cruce entre New Order y los OMD más pop. Pero si hablamos de pop, hay que mencionar “Miss You”. Aquí vuelven a entrar en juego Princess Chelsea y Nile Rodgers, y con ellos consigue hacer todo un himno de puro pop que cautiva a la primera escucha. Yo llevo semanas con su estribillo en la cabeza.
7,9
MD
RG
MG