English Teacher – This Could Be Texas

Si os dais un paseo por Metacritic y su lista de los discos mejores valorados de 2024, veréis que en el número uno se ha colado el debut de English Teacher. Y ahí, por encima de Beyoncé, Bill Ryder-Jones, o Vampire Weekend, se va a quedar por un buen tiempo. También es cierto que en ese portal evalúan en base a las críticas de algunos medios, y claro, muchos de ellos son esos portales británicos que apoyan a sus bandas nuevas como si les fuera la vida en ello -el NME le ha puesto un 10-. Pero no voy a quitarle merito a este grupo de Leeds, porque, aunque tanto hype siempre hace desconfiar, esta vez está bastante justificado.

Lo primero que pensé cuando escuché los singles de English Teacher es que estábamos ante otra banda de esa escena nueva escena de rock británica en la que entran grupos tan dispares como Black Country, New Road, Squid, o Dry Cleaning. Y lo cierto es que sí se puede ver algo de esas bandas en sus canciones. Empezando por la parte arty del asunto, ya que los miembros de la banda se conocieron en el conservatorio. Y esto nos lleva a su forma de encarar las canciones, que es una de sus mayores bazas, porque pueden pasar de un estilo a otro casi sin que te des cuenta y con bastante destreza. Además, luego están los textos de Lily Fontaine, que se declara escritora antes que compositora. Así que se podría decir que, aunque casan perfectamente en esa escena, tienen su propia personalidad.

Post-rock, dream-pop, art-rock, post-punk, shoegaze… El sonido de English Teacher se puede meter dentro de estas etiquetas, y a la vez, en ninguna de ellas. Digamos que les gusta jugar con todo eso para crear su propio sonido. Así, nos encontramos con un tema como “Albatross”, que abre el disco con un piano suave y termina en una intensidad puramente rock. Algo parecido a lo que ocurre con el tema principal y su explosión final, la cual está protagonizada por instrumentos de cuerda épicos y vibrantes. Y es que se podría decir que manejan muy bien los momentos más delicados. Solo hay que escuchar una joya como “The Best Tears of Your Life”, donde la voz de Fontaine se vuelve mucho más melódica. Además, viene con otro de esos finales que crecen y crecen. O esa preciosa joya al piano llamada “You Blister My Paint”.

Por aquí también hay rock más directo y potente. Es el caso de “The World’s Biggest Paving Slap” y ese ritmo casi motorik que estalla en un melódico estribillo shoegaze. Una intensidad rockera que también aparece en “I’m Not Crying, You’re Crying” que, la verdad, tiene bastante de Sonic Youth. Además de la nueva versión de “R&B”, el que fue su primer single, que aquí es más oscura y contundente. Un tema en el que, por cierto, Fontaine reflexiona sobre el estilo de música que tiene que hacer por ser una mujer mestiza –“A pesar de las apariencias, no tengo la voz para el R&B” es lo que canta en su estribillo-. Y luego tenemos esa locomotora sonora llamada “Nearly Daffodils”, que es una absoluta maravilla llena de guitarras que rugen. Eso sí, prefieren cerrar el álbum con “Albert Road”, una balada épica y de lo más emocionante.

Un comentario

  1. yellowsnow77 · 29 Days Ago

Deja un comentario