50 discos del 2023

Ayer, cuando puse la lista con las canciones de 2023, comentaba que no había sido un buen año en el aspecto musical, y es algo en lo que me reafirmo ahora con el repaso a los discos estos últimos doce meses. De hecho, creo que es el año en el que me he dejado menos discos fuera de los 50 que han pasado el corte final. Porque, al igual que en las canciones, hay mucho disco notable, pero muy pocos que hayan logrado ir más allá. En cualquier caso, todos ellos son muy disfrutables. Así que aquí van los 50 discos del 2023.

50. Robert Forster – The Candle and The Flame

Como es lógico, ‘The Candle and the Flame’ es un disco de lo más personal. Pero no os penséis que todo en él gira en torno a la enfermedad de su mujer. De hecho, se podría decir que tan solo hay dos canciones que tratan este tema. Y no lo hacen muy abiertamente. La primera es “She’s a Fighter”, que abre el álbum dejando claro que su mujer es “una luchadora”. Además, cuenta con una abrumadora guitarra ruidosa de Louis Forster, el que fuera líder de los tristemente disueltos The Goon Sax. Y el segundo es “It’s Only Poison”, en la que no menciona abiertamente la enfermedad, pero sí que resulta evidente que está hablando de ella. O más bien de su proceso de curación, ya que tiene toda la pinta de que ese veneno que aparece en su estribillo es la quimio.

49. Nuovo Testamento – Love Lines

Love Lines’ que bebe tanto de los ochenta europeos, como de los ochenta norteamericanos. Que lo cierto es que eran un tanto diferentes. Porque, mientras al otro lado del charco, el synth-pop era mucho más comercial y facilón, por aquí era habitual que sus bandas emblema se metieran de vez en cuando en mundos más oscuros. Hasta que llegaron los italianos y decidieron que ya era de que todo fuera luminoso y melódico. Y de todo eso hay un poco en el segundo trabajo de Nuovo Testamento. Un disco que, por cierto, está mezclado y masterizado por Maurizio Baggio, conocido por trabajar con bandas oscuras como Boy Harsher o The Soft Moon.

48. Depeche Mode – Memento Mori

Por fin podemos decir que estamos ante un nuevo disco de Depeche Mode que contiene varias canciones que pueden mirar de tú a tú a unos cuantos de sus clásicos. El mejor ejemplo lo encontramos en “Wagging Tongue”, un tema compuesto a pachas por Gahan y Gore -toda una rareza en su discografía-, en el que se van a un synth-pop absolutamente minimalista, y de lo más ochentero, que es una autentica delicia. Además, suena muy optimista. O de “Favourite Stranger” y “Never Let Me Go”, que nos presentan una faceta casi post-punk. No obstante, la primera es otra de las composiciones en las que ha metido mano Richard Butler. Y luego tenemos “People Are Good” -sí, hay dos canciones que casi comparten título con dos de sus temas más conocidos-, en la que vuelven a tirar del lado minimalista del synth-pop. Y lo bordan.

47. Jonathan Bree – Pre-Code Hollywood

Pre-Code Hollywood’ es su quinto trabajo, y en él nos encontramos con un Jonathan Bree muy cómodo con su faceta más synth-pop. Además, es disco claramente influido por la música de los ochenta. De hecho, el mismo Bree afirma que es «Un álbum lleno de producciones pop con una calidad nostálgica como si estuviera sacado de la banda sonora de una película perdida de John Hughes«. Y, por si esto fuera poco, encontramos dos colaboraciones de Nile Rodgers en el álbum.  Aunque eso sí, su título, se refiere a ese código ético con el que la industria de Hollywood censuraba sus películas entre 1934 y 1968.

46. Connections – Cool Change

Antes de ponerme a tope con este ‘Cool Change’, le he dado un pequeño repaso a sus cinco trabajos anteriores, y casi se podría decir que estamos ante un cambio significativo en la banda. Ya no por el estilo musical que practican, que se mueve entre el indie-rock de lo noventa y la new-wave con una enorme facilidad. Aunque también tiran bastante del rollo neozelandés. Donde más se nota es en el sonido. Aquí hay una limpieza que no aparecía en ninguno de sus otros álbumes. Sobre todo, en el anterior, que para ser su primer disco editado con Trouble In Mind, sonaba sucísimo. Y lo mejor es que esa limpieza le sienta de maravilla a sus canciones.

45. Everything But The Girl – Fuse

Everything But The Girl cuentan con una discografía de lo más eclética en la que prácticamente se han encargado de repasar todas las facetas del pop o del folk. Pero su última etapa estuvo claramente marcada por la música electrónica. Es ahí a donde vuelve en este trabajo. Aunque ojo, que no se van a lo fácil y recuperan el sonido que los hizo mundialmente famosos. Su nuevo trabajo suena mucho más actual que el de muchas bandas veinteañeras que pululan por ahí. Sólo hay que escuchar ese trallazo llamado “Nothing Left To Lose” que abre el álbum. Es toda una bomba electrónica con un beat contundente y un bajo vibrante que se te mete en el cuerpo. A lo que hay que sumar la melancólica voz de Thorn. O el house elegante que aparece en “Caution to the Wind”, que es una autentica delicia. Incluso se atreven a pitufar la voz en “When You Mess Up”. Uno de los pocos errores del álbum.

44. Ill Peach – This Is Not an Exit

Se nota bastante que los dos miembros de ill peach vienen de componer canciones pop. Más que nada, porque el disco está lleno de ellas. Y algunas son enormes. Es el caso de “HEAD FULL OF HOLES”, una barbaridad de canción que empieza con un teclado tímido y ensoñador y acaba envuelta en una guitarra distorsionada de lo más épica. Ya os digo yo que Olivia Rodrigo mataría por ella. O de la bailonga “CAPILLARY BED”, donde los ritmos jungle se van a mundos absolutamente pop. Algo que también sucede con la notable “COLLIDING”. Incluso son capaces de hacer una balada emocionante como “HEAVYWEIGHT”, que también les ha quedado bastante bien. Además, cierran el álbum con un todo un himno de alt-rock llamado “SIGH”. Un disco completo, sorprendente y cautivador.

43. Sumos – Surfacing

Surfacing’ es una delicia lo mires por donde lo mires. En sus nueve canciones, y en apenas media hora, los de Manchester nos dan una pequeña lección de como hacer el mejor pop de guitarras. Además, se podría decir que, dentro de este sonido, su propuesta es un poco variada, porque van más allá de la típica canción de jangle-pop de tres minutos. Y la prueba la tenemos en un tema como “Mostly Harmless”, donde se meten de lleno en un sonido de lo más folk para entregarnos la única la balada de todo el disco. O en una canción como “The Other One”, que es justo todo lo contrario, ya que en ella endurecen y aceleran su propuesta para entregar todo un trallazo de indie-rock. Y las dos funcionan de maravilla.

42. Blur – The Ballad of Darren

El noveno álbum de Blur no es el típico trabajo de regreso tras un tiempo de descanso largo. Nunca se llegaron a separar y creo que por eso hacen las cosas de forma tan natural. Estas canciones surgieron de la mente de Damon Albarn cuando empezaron a planear los conciertos de este verano. Así, entre discos de Gorillaz y cosas en solitario, Albarn compuso hasta 24 canciones para su banda de toda la vida. Y, como ya he dicho, la gran mayoría son reposadas. Porque, al fin y al cabo, muchas de ellas representan la madurez de una banda que ya lo ha conseguido todo. Y algunas de ellas que son realmente bellas. Es el caso de “Russian Strings”, donde aparecen unos Blur muy cómodos dentro de un pop sofisticado. Y todo para hablar de la “autocracia senil” de Putin. O la delicada “The Everglades (For Leonard)”, que no puede ser más bonita. Aunque es en esa balada medio sintética llamada “Goodbye Albert” donde consiguen el momento más emocionante del disco.

41. Martin Frawley – The Wannabe

Para crear estas canciones, Frawley se ha rodeado de lo mejor de la escena rock de Melbourne. Así que, por aquí, tenemos a Dan Luscombe (The Drones), Steph Hughes (BoomgatesDick Diver), Nik Imfeld (Tyrannaman) y Dan Kelly. Y hay que decir que se nota. Sobre todo, en los temas más movidos. Solo hay que escuchar ese himno pop llamado “This Is Gonna Change Your Mind”, con el que abre el disco de la mejor forma posible. O esa especie de swing-rock que protagoniza “My Hearts Beats”, que no deja de ser una bonita canción de amor. Incluso se atreve con un pop-rock de lo más bailongo en “Heart In Hand”. Y hay que decir que es todo un acierto, porque es una autentica maravilla de canción. Además, ese teclado que tiene me vuelve loco.

40. Grian Chatten – Chaos For The Fly

Chaos For The Fly’ tiene una clara predilección por los sonidos folk. Sus canciones están llenas de guitarras acústicas de lo más melódicas, de instrumentos de cuerda, o de sintetizadores y cajas de ritmos. Además, por ahí aparecen los coros de Georgie Jesson, su prometida. Y, con estos ingredientes, Chatten y Dan Carey, que ha producido el disco, han creado un sonido realmente interesante. Porque, además, tenemos su voz y su forma de cantar, que a veces es un poco hooligan y le da un toque diferente a este sonido más folk. Y, por si esto fuera poco, es un disco bastante variado en el que también hay cortes más electrónicos o incluso más retro.

39. Hurry – Don’t Look Back

Don’t Look Back’ -no sé si será casualidad que se llame igual que una de las mejores canciones de Teenage Fanclub– es uno de esos discos que disecciona una ruptura sentimental. Todo un clásico a la hora de escribir canciones que, aquí, le sirve a Scottoline para crear un conjunto de temas absolutamente brillante. Su voz, triste, y algo nasal, casa de maravilla con esas letras llenas de melancolía y de preguntas sobre la ruptura. A lo que hay que añadir su facilidad para dar con melodías vocales de lo más acogedoras, y con unos cuantos estribillos redondos. Además de la potencia con la que el resto de la banda encara las canciones.

38. Life Strike – Peak Dystopia

Han pasado cuatro años desde que Life Strike publicaron su álbum de debut. Un tiempo en el que el mundo ha cambiado completamente. Ya no solo por la pandemia, también por lo mucho que ha evolucionado (por llamarlo de alguna forma) tecnológicamente en tan pocos años. Ahora mismo, la inteligencia artificial empieza a formar parte de nuestro día a día, y somos muchos los que miramos con recelo este tipo de avances. Entre ellos los miembros de Life Strike, que en este ‘Peak Dystopia’ nos dejan una colección de canciones en las que hablan de un futuro de lo más jodido que, en parte, está propiciado por eso mismo.

37. Palm Ghosts – I Love You, Burn In Hell

Tengo que claro que Palm Ghosts me gustan tanto por la visión del post-punk tan ochentera que tienen. De hecho, como ya comentaba hace un año, ellos mismos describen su música como «la banda sonora de un baile de graduación de los 80 en una zona de guerra como Nashville». Y ahí entra un poco de todo, porque en sus discos hay algo de synth-pop, cortes que parecen salidos de un disco de Echo & the Bunnymen o The Psychedelic Furs, y hasta un lado más pop que los puede llevar a los primeros U2. Una paleta de influencias que hace de este ‘I Love You, Burn In Hell’ un disco de lo más entretenido e interesante.

36. Tough Age – Waiting Here

Podemos hablar de The Clean y sus discípulos, de los primeros R.E.M., de The Feelies, o de ese sonido que hizo que The Byrds pasaran a la historia de la música. Es la mejor forma de definir el sonido de estos 27 minutos de música maravillosa, pero lo que hace este disco especial es lo bien que fusionan todas esas influencias y les dan frescura. Así, abren el álbum con “In a Garden”, en la que sí, se van directos a Nueva Zelanda, pero lo hacen a su manera y aportando un sonido algo más juguetón. Y si nos vamos a “Narrative Text”, podemos comprobar que siguen tirando de la escena kiwi-rock, pero esta vez lo hacen desde un lado más oscuro. Aunque también es cierto que hay momentos en los que simplemente prefieren verlo desde el lado más pop. Y ahí es donde aparecen las estupendas “Hideaway” y “Paradise by Another Name”.

35. El Buen Hijo – Viene y va

‘Viene y va’ es un disco de lo más entretenido. No llega a la media hora y sus nueve canciones se pegan con una facilidad pasmosa. Ahí tenemos el tema principal, que abre el disco llevándonos a un jangle-pop puramente ochentero. Y hay que decir que se les da maravilla lo de fusionar una guitarra juguetona con una sección rítmica acelerada y con una buena melodía pop. Algo que incluso mejoran en “No lo puedo soportar”, donde se aceleran y endurecen las guitarras un poco más. Además, se sacan de la manga un teclado delicioso. Un hit en toda regla en el que sí veo la influencia de Juniper Moon, otra banda con la que siempre los comparan. Una línea que también siguen en la estupenda “Contigo o con nadie”.

34. Blonde Redhead – Sit Down For Dinner

Al igual que la mayoría de sus trabajos hasta la fecha, ‘Sit Down For Dinner’ es de lo más variado. Quizá, por eso, siempre se les pone delante la etiqueta de art-pop o art-rock, pero la verdad es que yo, aquí, me encuentro con una gran cantidad de temas de lo más asequibles. Empezando por ‘Snowman’, el delicado y ensoñador corte que abre el álbum, donde se van a una especie de folk electrónico de lo más interesante. O esa “Not For Me” en la que fusionan el folk con un pequeño toque dream-pop. Algo de lo que también dan buena cuenta en “If”. Y funciona a la perfección. Además de “I Thought You Should Know”, una balada épica que es una auténtica maravilla.

33. Flyying Colours – You Never Know

Estamos ante un trabajo que casi se podría decir que está divido en dos partes. Así, en lo que sería la “cara-a”, nos encontramos con una faceta más shoegaze. Pero ojo, que siempre dentro de un lado más pop y melódico. Así, nada más empezar, entregan “Lost Then Found”, un enérgico tema en el que la distorsión tarda en entrar, pero cuando lo hace, se deja notar. O “I Live In A Small Town” y “Do You Feel The Same”, donde ese shoegaze se adentra en mundos absolutamente pop. De hecho, son dos temas que me han recordado bastante a los Pains más ruidosos. Y eso siempre es bueno. Pero ojo que, para terminar esta cara, nos dejan “Oh”, un tema en el que los teclados se fusionan con las guitarras densas y con unos coros angelicales. Vamos, que se han hecho un My Bloody Valentine en toda regla.

32. Lael Neale – Star Eaters Delight

Star Eaters Delight’ nace de un cambio de residencia de Neale. O más bien de una vuelta a casa. Y es que, tras vivir y trabajar unos años en Los Ángeles, en 2020 volvió a la granja de sus padres en Virginia. Allí fue donde escribió y grabó en una cinta las canciones de este trabajo. Unos temas que luego se aderezaron con los arreglos de Guy Blakeslee, y que más tarde viajaron a Los Ángeles para que Chris Coady las masterizara. Y el resultado no puede ser mejor, ya que conservan ese sonido lo-fi que caracteriza su propuesta, pero ahora también tenemos los arreglos de Blakeslee, que le dan mucha más fuerza, y una mezcla que resalta todos esos detalles que hay tras esas capas de baja fidelidad.

31. Sparks – The Girl Is Crying In Her Latte

Parece que Sparks son conscientes de este nuevo pico de popularidad en su carrera, y para que esto se mantenga el máximo tiempo posible, nos deja un nuevo trabajo lleno de canciones directas y pegadizas, en las que, sin embargo, no pierden esa locura que los hace tan especiales. Además de su versatilidad a la hora de adornar sus particulares letras con todo tipo de estilos musicales. En ‘The Girl Is Crying In Her Latte’ hay post-punk, synth-pop, temas que se acercan al mundo del musical, glam-rock, y hasta techno. Y lo más increíble de todo, es que da igual que a qué estilo se vayan, en todos solo suenan a ellos mismos.

30. The Chemical Brothers – For That Beautiful Feeling

For That Beautiful Feeling’ es su décimo trabajo, y en él se dejan llevar por un sonido un poco más sucio y estridente. Porque, aunque como ya he dicho, a lo largo de sus 45 minutos tocan unos cuantos palos, sí que hay un nexo en común. La suciedad de sus teclados, que a veces también suenan de lo más estridentes, o las voces que se distorsionan, están a la orden del día. Lo que hace que su faceta más psicodélica cobre fuerza. Pero no os penséis que estamos ante un hueso duro de roer, porque siguen siendo unos expertos en crear ritmos hipnóticos y unas estupendas melodías que los acompañan. Digamos que han vuelto a conseguir que su loco mundo electrónico se convierta en algo tan fácil de escuchar como el pop.

29. Avalon Emerson – & The Charm

En realidad, estamos ante un proyecto de tres personas al que Emerson ha bautizado como The Charm. Junto a ella, tenemos a su esposa Hunter Lombard y su amigo Keivon Hobeheidar, pero sí es cierto que las canciones de este álbum nacen de la mente de Emerson durante los días de pandemia. Y es que, al no poder trabajar como dj, tenía que ocupar su tiempo en otra cosa, y qué mejor que irse hacia una zona de confort musical. Porque, aunque hasta ahora, lo suyo haya sido el techno, ha confesado que su idea de un disco perfecto es uno de Cocteau Twins. Además, su madre, escuchaba mucho synth-pop en casa cuando ella era pequeña. Así que se podría decir que lo lleva en el ADN.

28. PJ Harvey – I Inside the Old Year Dying

I Inside The Old Year Dying’ es un disco donde la PJ Harvey más directa desaparece casi completamente. Quizá, porque, aunque sí que tenía clara la influencia literaria en sus letras, que esta vez viene de su propia mano -‘Orlam’, su libro de poesía, es el protagonista- dejó que parte de la música viniera de la improvisación en el estudio. Así, entre ella, su inseparable John Parish, y Flood, dieron cuerpo a estas canciones a las que, sí hay que meter en un estilo, sería algo así como un folk-rock un tanto etéreo. Aunque, viniendo de alguien como PJ Harvey, esto hay que cogerlo con muchas pinzas.

27. The Number Red – The Purple Light

Lo primero que hay que saber de The Number Red es que no es una banda al uso. Se podría decir que es un colectivo de músicos que trabaja desde la distancia y desde ciudades como Londres, Berlín, o Praga. Aunque sí parece que, ahora que han editado el disco, y están preparando una gira para el año que viene, se han establecido en la capital británica. Y lo segundo que hay que saber, y lo más importante, es que su propuesta tiene unas influencias de lo más variadas. En las nueve canciones que forman este ‘The Purple Light’ se pueden encontrar ecos de la elegancia de Tindersticks, un poco de la épica de The National, sonidos cercanos al dream-pop, otro poco de psicodelia folk, y hasta un poco de soft-pop ochentero.

26. Water From Your Eyes – Everyone’s Crushed

Everyone’s Crushed’ llega tras un trabajo como ‘Structure’, el cual fue escrito y grabado en una fumada de hierba constante. Pero, según ellos mismos, ahora se han domesticado y ya no son unos fumetas. Eso sí, siguen haciendo las cosas a su manera, porque se comenta que grabaron el disco con un portátil medio escacharrado y una interfaz que les costó 100$. Y así lo enviaron al sello. Pero no penséis que estamos ante un hueso duro de roer. Yo, que particularmente no soy muy de rollos experimentales, le he pillado el punto a la primera. Es más, creo que cuenta con algunos de los temas más interesantes de lo que llevamos de 2023.

25. Mujeres – Desde flores y entrañas

Estamos ante el disco más limpio de Mujeres. Y no solo en lo que se refiere a la música, también en las voces. Lo que hace que su pop guitarrero, que siempre ha bebido de los cincuenta y sesenta, nos recuerde a muchas bandas de esa época. Pero no solo a las bandas de rock and roll norteamericanas, también a grupos patrios de la época. Ahí tenemos un tema como “Se avecina una herida”, que suena como si Los Brincos hubieran nacido en la escena punk. Algo que también se podría decir de “La emoción y los sentidos”, que es muy eufórica, pero también muy pop. O de la estupenda “Por lo visto ya da igual” y su estribillo, tan melódico y coreable. Además de en esa joya de balada llamada “Diciendo que me quieres”, donde no pueden evitar acordarse de Phil Spector, y de en la delicada “Una pasión concreta”, en la que le dan protagonismo al órgano.

24. The Ballet – Daddy Issues

Sin duda alguna, creo que estamos ante el álbum más variado de The Ballet. El dúo neoyorquino ha dejado definitivamente de lado su faceta más rock para explayarse del todo en su pop con tintes electrónicos. De hecho, es raro que no salga el nombre de New Order cuando se habla de este disco. Y es que, si escuchamos temas tan buenos como “I’’m On Drugs”, “Two Boyfriends”, o “At The Bathhouse”, es imposible no acordarnos de la banda de Manchester. Aunque eso sí, con la diferencia de que aquí se habla de utilizar drogas para tener sexo, de relaciones poliamorosas, o de ir a la sauna a desahogarse un poco. Pero también se dejan llevar por su lado más indie-pop, y ahí es donde aparecen “Eenie Meenie” y “I Don’t Feel Like Dancing”, dos de los mejores cortes del álbum. Sobre todo, la segunda, que es una pasada.

23. The Reds, Pinks and Purples – The Town That Cursed Your Name

The Town That Cursed Your Name’ sigue presentándonos a unos The Reds, Pinks & Purples que se sumergen de lleno en un indie-pop melancólico. Y lo cierto es que le sigue funcionando muy bien. Además, por aquí hay alguna pequeña novedad en forma de balada. Es el caso de “Almost Changed”, que nos muestra a un Donaldson dejándose llevar por una guitarra acústica y un ritmo pausado. Aunque eso sí, sin olvidarse de la melancolía que invade toda su música. Un sonido en el que también se sumerge en la preciosa “Here Comes the Lunar Hand”. Y luego tenemos un tema como “Break up the Band”, que cierra el álbum dando protagonismo a un piano. Además, en su letra, es donde más se puede ver ese tono derrotista a la hora de hablar de la industria musical.

22. boygenius – the record

the record’ sigue en la misma línea que el EP que publicaron hace cinco años. Es decir, en él, se van fusionando las tres facetas musicales de cada una. Y es que, aunque metamos a las tres dentro del carro del indie-rock, tienen personalidades muy diferentes. Aunque también es cierto que las une el amor por la poesía -gracias a eso se hicieron amigas-. Además, para este disco han reclutado a Melina Duterte de Jay Som al bajo, Carla Azur de Autolux a la batería, y Sarah Tudzin de Illuminati Hotties como ingeniera de sonido. Y, por si esto fuera poco, la actriz Kristen Stewart les ha dirigido un vídeo que abarca los tres singles principales. Así que estamos ante un disco hecho por muchas mujeres diferentes.

21. Fig – No Need To Rest

No Need To Rest’ es uno de esos trabajos facturados con mimo que cuentan con un sonido envolvente y elegante que hace que te entre a la primera. Su base musical son los teclados ensoñadores y las guitarras elegantes, lo que, irremediablemente, nos lleva a los ochenta. Ahí tenemos la sintética “An Avalanche Of Us”, que abre el álbum tirando de sintetizadores y dream-pop -también mencionan a Beach House como influencia-. O “Honey”, que es la canción culpable de que hoy esté hablando de este grupo aquí. Una pequeña maravilla que es algo así como una mezcla de Bryan Ferry y The Blue Nile. Algo a lo que vuelven en la también estupenda “Drifting”. O en esa balada llamada “Stranger”, donde se dejan llevar por un teclado de lo más épico.

20. Peter Gabriel – i/o

Tengo que decir que, de pequeño, nunca fui muy fan de Peter Gabriel. Su época dorada me pilló muy joven, y cuando sacó ‘Us’ en 1992 yo estaba a otras cosas. Pero, evidentemente, era imposible que sus canciones no te llegaran por un canal u otro. Especialmente por la MTV, que no paraba de emitir esos vídeos tan chulos que hacía. Y claro, al final, temas como “Solsbury Hill”, “In Your Eyes”, o “Sledgehammer”, que son más directos, te terminan llegando. Y lo bueno de este ‘i/o’ es que tira por ese camino, y nos devuelve la faceta más pop de Gabriel. De hecho, cuenta con canciones que, en otra época, podrían haber sido hits claros. Es el caso de la emocionante “Panopticom”; de la Funky “Road to Joy”, o de esa “Olive Tree” marcada por una trompeta marca de la casa. Además del tema titular y su estribillo épico.

19. Melenas – Ahora

Estamos ante un trabajo en el que Melenas corren bastantes riesgos. Algo que se ve nada más empezar con el tema que da título álbum. Estamos ante una canción esquiva, y bastante oscura, donde sus sintetizadores se dejan llevar por sonidos de lo más retro y algo tétricos. Un tema que funciona a la perfección como carta de presentación del disco, porque, aunque buena parte de este es mucho más melódico y pop, sí que representa muy bien otra faceta más reposada y distante que también tiene su protagonismo en el disco. Ahí tenemos un tema como “Flor de la frontera”, que se desenvuelve muy bien en este sonido, pero que lo hace desde un punto de vista más luminoso. O esa estupenda “1000 canciones” que cierra el disco yéndose a un synth-pop de lo más primitivo.

18. Mitski – The Land Is Inhospitable and So Are We

Mitski es una compositora con un talento enorme que sabe llenar sus canciones de pequeños ganchos sonoros que hacen que funcionen. Incluso aunque estas tiren de un sonido clásico que dista mucho del pop o el indie-rock que ha marcado su carrera hasta ahora. Ahí tenemos una “Bug Like an Angel” marcada por una guitarra acústica en la que rompe todo con un delicado coro que entra en su estribillo. O esa “Heaven” cercana al country, la cual se hace más accesible gracias a su bonita orquesta. Algo que también ocurre con la preciosa “I Don’t Like My Mind”. Y si nos vamos a “My Love Mine All Mine”, vemos que le sienta bastante bien sentarse al piano para hacerse con una canción de lo más clásica.

17. Jessie Ware – That! Feels Good!

Jessie Ware se empapó de la cultura queer de finales de los setenta para crear las canciones de ‘That! Feels Good!’. El ambiente de libertad que se respiraba en las discotecas neoyorquinas de esos años planea a lo largo de todo el disco. En él, hay continuas referencias sexuales, y te incita constantemente a libértate y a ser uno mismo. Además, todo el álbum desprende buen rollo. Y todo esto con el vozarrón que tiene Ware, el cual está más presente que nunca -hace verdaderas genialidades a lo largo del disco-, y con el buen hacer de sus colaboradores musicales. No obstante, está producido por Stuart Price y James Ford, dos personas que saben muy bien lo que es hacer música para lanzarse a la pista de baile.

16. Romy – Mid Air

Romy no puede tener más claro hacia donde quiere en su carrera en solitario. La influencia de los clubs queer que la acogieron cuando era una adolescente es más que evidente en este ‘Mid Air’. Básicamente, porque ahí sonaba ese trance un tanto melancólico y pop que tanto triunfó en los primeros 2000. Pero hay otra influencia confesada: Everything But The Girl. El lado más dance del dúo británico, ese en el que se metieron a mediados de los noventa, está bastante presente en algunas canciones del álbum. Y hay que decir que es un sonido que le sienta de maravilla a la voz de Romy. Solo hay que escuchar la elegancia con la que ataca la estupenda “The Sea”. Una canción que, por cierto, escribió en Ibiza durante el 30 cumpleaños de su amigo y compañero de banda Oliver Sim.

15. Triángulo de Amor Bizarro – Sed

Poco a poco, Triángulo de Amor Bizarro han ido haciendo honor a su nombre y metiendo algunos sonidos que tiran bastante de New Order, pero lo de “Estrella Solitaria” es otra cosa. La canción que abre el álbum casi es un homenaje a la banda de Manchester. Además, a una época muy concreta: la del ‘Technique’. Esas cajas de ritmos remiten a ese álbum grabado al amparo de la fiesta de Ibiza. Pero lo bueno es que sus teclados, guitarras, y letra, están llenos de pura melancolía. De hecho, su historia tira bastante del ‘Crepúsculo de los Dioses’. Y hay que decir que la canción es una pasada. Pero ojo, que el pop no es el camino que siguen en el resto del álbum, este tema casi es una anécdota.

14. The Murder Capital – Gigi’s Recovery

The Murder Capital han sido muy listos con la secuencia de este segundo trabajo. De primeras, y tras esa intro que es “Existence”, nos encontramos con “Crying” y “Return My Head”, dos de los temas más directos del álbum. Y eso que, a pesar de compartir la intensidad que sobrevuela a lo largo de todo el disco, son bastante diferentes. La primera, es una de esas canciones que van subiendo poco a poco y que acaban con esa intensidad saliendo a borbotones. Sin embargo, en la segunda, van directos al grano y entregan un pepinazo de lo más potente. Aunque lo cierto es que, éste, no es el sonido más representativo del álbum, prefieren que las canciones se vayan cociendo a fuego lento, como es el caso de las estupenda “Ethel”.

13. Caroline Polachek – Desire, I Want To Turn Into You

Era un poco difícil que el segundo trabajo de Caroline Polachek no funcionara, ya que ha metido todos los singles previos que ha sacado en los últimos dos años. Y hay que reconocerle que sabe lo que es hacer una canción de pop redonda. Solo hay que escuchar esa “Welcome To My Island” que abre este ‘Desire, I Want To Turn Into You’. Es un tema con un cierto toque ochentero -esa batería a lo ‘Rhythm Nation’ la delata- que, sin embargo, llena de frescura dándole un sonido más actual. Además, su forma de jugar con la voz, que es un poco loca, lo saca del pop más comercial. O esa “Sunset” de clara inspiración flamenca -vivió un tiempo en Barcelona y se volvió loca con el “Como ronea” de Las Chuches– que tanto buen rollo da. Además de la sintética “Billions” y sus coros épicos.

12. Yo La Tengo – This Stupid World

Lo primero que nos encontramos en este trabajo es “Sinatra Drive Breakdown”, uno de esos temas en los que Yo La Tengo se agarran a un ritmo monótono, muy en la línea de su “Little Eyes”, y no lo sueltan en sus más de siete minutos. Pero hay algo más, porque en esta oda a New Jersey que se han marcado, se permiten el lujo de jugar con sus guitarras como si volvieran a tener 20 años. Y hay que decir que es una pasada. Como también lo es esa “Brain Capers” en la que ensucian su sonido como si estuviéramos en los noventa. Aunque eso sí, sin olvidarse de su lado más melódico. Y si hablamos de sonidos sucios y distorsión, hay que mencionar el tema titular, que es un viaje denso y extenso en el que casi se meten en el mundo de la música drone.

11. Slowdive – Everything is Alive

A pesar de su título, ‘Everything Is Alive’ está dedicado a la madre de Rachel Goswell y al padre de Simon Scott, quienes fallecieron en 2020. Pero no querían que la muerte fuera el tema principal del álbum, y sí la esperanza de los que siguen con vida. Así, su quinto trabajo, es un tanto más delicado y pausado que el anterior. De hecho, se podría decir que se acerca más a los primeros discos de Slowdive. Incluso hay un notable protagonismo de la electrónica, ya que, inicialmente, y gracias al trabajo que hizo Neil Halstead con unos sintetizadores modulares, iba a tirar hacia ese sonido. Pero al final, al reunirse toda la banda, las guitarras empezaron a cobrar protagonismo y la cosa cambio bastante.

10. Constant Smiles – Kenneth Anger

No cabe duda de que Ben Jones, el que, al fin y al cabo, es el único miembro fijo de la banda, tiene un don para hacer grandes canciones. Los diez cortes que forman este ‘Kenneth Anger’ son, como mínimo, notables. Además, aciertan, tanto cuando se pone un poco más efusivo, como cuando se relajan y se van a mundos más ensoñadores. Así, nos encontramos con algún torbellino sonoro como “In My Heart”, toda una barbaridad que va a toda leche y que cuenta con unos teclados de lo más oscuros. O esa “I Hope You Are Well” en la que se dejan seducir por un acelerado y monótono ritmo motorik. Pero eso sí, sin olvidarse de su lado más melódico. Como bien muestra en “Finding Ways”, el fascinante tema envuelto en teclados ensoñadores que abre el álbum. O en “Here and Gone”, donde se van a un indie-pop de lo más vibrante.

9. The Tubs – Dead Meat

Según los miembros de la banda, ‘Dead Meat’ es un disco inspirado en el post-punk, el folk británico y el indie-rock de las antípodas, tanto el retro como el moderno. Y lo cierto es que hay un poco de todo eso, pero también unas cuantas cosas más. Y ahí es donde reside su encanto. Porque, lo cierto es que, aunque tiren de un sonido algo retro, les ha quedado un trabajo de lo más fresco. Además, tengo que decir que, escuchándolo, me han venido a la cabeza los primeros R.E.M., los Hüsker Dü más poperos, y buena parte de las bandas que sonaban en las radios universitarias norteamericanas de los ochenta. Y eso siempre es una buena noticia.

8. Nation of Language – Strange Disciple

La primera sensación que te deja ‘Strange Disciple’ es la de que estamos ante un disco un tanto menos eufórico que los anteriores. La producción, que ha corrido a cargo de Nick Millhiser, una de las dos mitades de Holy Ghost!, y miembro en directo de LCD Soundsystem, es un tanto minimalista. Parece que les ha dicho eso de, “menos, es más”, y se han agarrado a esa premisa. También hay menos guitarras post-punk y menos influencia del krautrock. Lo que deja casi todo el protagonismo a unos sintetizadores que no pueden sonar más retro. De hecho, aunque no quiero mencionar mucho a OMD, tengo que decir que es imposible no acordarse de ellos cuando escuchas algunas de las canciones de este trabajo.

7. ANOHNI And The Johnsons – My Back Was A Bridge For You To Cross

No es una idea descabellada que ANOHNI haga un disco de soul. Su voz es perfecta para este estilo de música. Sólo hay que escuchar esa estupenda “It Must Change” con la que abre el álbum. Una canción en la que, sí, es inevitable no acordarse de Marvin Gaye cuando la escuchas, pero es absolutamente deliciosa. Y ojo, porque hay un dato importante que hay que saber. Y es que, en ella, podemos escuchar la primera y la única vez que la ha cantado. Pero esto incluso resulta incluso más impresionante en “Can’t”, que también fue grabada de esta forma. Y es alucinante como maneja los tiempos y cómo entra en ese soul épico y orquestal que entra de repente. Una autentica barbaridad.

6. Wednesday – Rat Saw God

Estamos ante un disco en el que hay multitud de referencias a cantantes de country, y en el que Karly Hartzman, su cantante, y principal compositora, se regodea en su adolescencia en Greensboro (Carolina del Norte). Lo que nos puede llevar a pensar que sus canciones se van hacia mundos áridos. Pero no, a pesar de que nos cuenta historias de pequeños suburbios en los que los adolescentes recurren a las drogas para salir de la monotonía, estamos ante la colección de canciones más asequibles y pop de su carrera. Y el único toque country que encuentro en el disco, es la voz melancólica de Hartzman, la cual, por otro lado, le viene muy bien al indie-rock que protagoniza el álbum.

5. The Lemon Twigs – Everything Harmony

Everything Harmony’ es un disco en el que está cuidado hasta el más último detalle. Por aquí hay violas, un clavecín, dos pianos, trompas, varios tipos de órganos, y una buena cantidad de cuerdas. Además, hay temas en los que han llegado a grabar la guitarra hasta ocho veces. Lo que ha hecho que por aquí predominen dos cosas. La primera, como dice el título, son las armonías. Ellos mismos reconocen que han priorizado en esto, ya que querían hacer un disco realmente hermoso. Y no solo lo han conseguido, esta búsqueda de armonías también ha hecho que amplíen sus influencias y que se hayan fijado en Arthur RussellMoondog, el Brian Wilson de finales de los setenta, o Simon and Garfunkel.

4. J -Plena Pausa

Según el propio J, el cine de Zulueta bebía bastante de ese cine experimental en Super 8 que se hacía en la Factory de Warhol. Lo que, inevitablemente, nos lleva a la Velvet y a Lou Reed. Una influencia que está más que presente en este proyecto. Ahí tenemos el combo formado por “Fandango del rascacielos” y “Los desalmados”, dos temas que solo aparecen en la edición en DVD, y en los que directamente fusila “Walk on the Wild Side” y “Perfect Day”. Además de parte de la letra de “En el rascacielos” de Family. Y hay que decir que lo hace de una forma excelente. Sobre todo, en la parte final de la segunda, donde entra a lo grande el riff de guitarra del “Perfect Day” entre melodías dream-pop. Pero también hay una referencia al propio Lou Reed en “Arrebato (un buen día para Iván)”, una especie de revisión de “Un buen día” de Los Planetas.

3. RVG – Brain Worms

Si comparamos este trabajo con los anteriores, sí que se podría decir que han perdido un poco de intensidad guitarrera. Pero lo bueno es que la han sustituido por otro tipo de emociones. Así, el disco se abre “Common Ground”, una de esas canciones que se cuecen a fuego lento para terminar de ebullir en emocionante mar de teclados abrumadores. Un lado más emotivo que también aparece en “It’s Not Easy”, donde logran que un rock muy clásico suene fresco y lleno de rabia. Quizá, por la voz de Vager, pero también por esos teclados que tanto protagonismo tienen en el álbum, y que untan de frescura a joyas como “Tambourine” y “Tropic of Cancer”. Y si nos vamos a “Giant Snake”, nos encontramos con una maravilla de tema de pop en el que, no sólo se aceleran un poco, también están de lo más luminosos.

2. Sufjan Stevens – Javelin

Javelin’ es un regreso tímido a su faceta más folk. Además, es otro trabajo que, salvo unas pocas excepciones -la guitarra de Bryce Dessner de The National en la extensa “Shit Talk” y unos cuantos coros-, ha sido grabado íntegramente por él mismo. Pero, como decía, es un regreso tímido al folk, porque, aunque todas sus canciones empiezan sosegadamente, con una guitarra acústica, un banjo o un piano, siempre terminan estallando y yéndose a otros lugares. Puede ser gracias a una caja de ritmos o una a orquestación épica, pero salvo su adaptación del “There’s A World” de Neil Young, todas viran hacia otro camino. Lo que hace que estemos ante el disco de Sufjan Stevens que mejor fusiona todas sus facetas musicales. Incluso la navideña, que también aparece por ahí.

1. Yves Tumor – Praise A Lord Who Chews But Which Does Not Consume; (Or Simply, Hot Between Worlds)

Praise A Lord Who Chews But Which Does Not Consume; (Or Simply, Hot Between Worlds)’ -se ha quitado un peso de encima con el título del disco-, es un trabajo en el que Yves Tumor ha contado con la ayuda de Noah Goldstein y Alan Moulder. Un dato bastante importante a la hora de analizar el sonido de este disco. Y es que, el primero, cuenta con un currículo en el que hay discos de Kanye West -nada menos que el ‘My Beautiful Dark Twisted Fantasy’-, Frank Ocean, o Rihanna. Y qué más se puede decir de Alan Moulder, que ha estado detrás de alguno de los grandes clásicos del indie-rock y el shoegaze. Son dos elecciones que no están hechas al azar, porque, precisamente, es la fusión del sonido guitarrero y el R&B, lo que hace de este disco algo alucinante.

Mitski – The Land is Inhospitable a So Are We

Tengo pánico a esos discos intimistas con los que de vez en cuando nos deleitan los artistas. Quizá, es porque soy un poco impaciente, pero me cuesta mucho conectar con un trabajo compuesto íntegramente de baladas. Venga de quien venga. Incluso de Mitski, una de mis artistas favoritas de los últimos años. La norteamericana estuvo a punto de dejar la música hace unos años, pero el contrato con su discográfica se lo impidió. Todo este estrés y angustia acabó reflejado en ‘Laurel Hell’, un estupendo trabajo en el que nos dejaba unos cuantos hits de puro pop. Pero la Mitski de ahora no es la misma que la de hace tres años. Ahora ha renegociado su contrato y goza de bastante libertad -es la gallina de los huevos de oro de su sello-. Lo que se ha traducido en un trabajo reposado, intimo, y de raíces americanas.

The Land Is Inhospitable and So Are We’ es un trabajo formado por canciones que Mitski ha ido escribiendo a lo largo de los años. Así que en él hay un poco de angustia y ansiedad, pero también algo de esa libertad que marca su vida actual. Y para reflejar esto se ha decantado por un sonido más orgánico y cálido. Algo de lo que tiene mucho que ver con los arreglos orquestales escritos por Drew Erickson, el hombre que ha estado detrás de algunos de los mejores discos de Father John Misty y Weyes Blood. Además, para redondear la jugada, ha contado con un coro de 17 personas.

Mitski es una compositora con un talento enorme que sabe llenar sus canciones de pequeños ganchos sonoros que hacen que funcionen. Incluso aunque estas tiren de un sonido clásico que dista mucho del pop o el indie-rock que ha marcado su carrera hasta ahora. Ahí tenemos una “Bug Like an Angel” marcada por una guitarra acústica en la que rompe todo con un delicado coro que entra en su estribillo. O esa “Heaven” cercana al country, la cual se hace más accesible gracias a su bonita orquesta. Algo que también ocurre con la preciosa “I Don’t Like My Mind”. Y si nos vamos a “My Love Mine All Mine”, vemos que le sienta bastante bien sentarse al piano para hacerse con una canción de lo más clásica.

Hay que decir que sí se ven retazos de la Mitski del pasado. Solo hay que escuchar “Buffalo Replaced”, donde rasga su guitarra por encima de la media del disco y se acerca al indie-rock. Aunque eso sí, no tanto como en “I Love Me After You”, el denso tema como el que cierra el disco. Pero también hay bastante de esa épica que tanto juego le ha dado hasta ahora. Ahí tenemos “The Deal”, con su estribillo grandilocuente y su parte final marcada por una sección rítmica que entra como un torbellino. Además de la orquesta potente y vibrante que acompaña buena parte de la estupenda, y escueta, “When Memories Snow”. Una orquesta que también va surgiendo en “Star”, una de esas canciones que no desentonaría en sus anteriores trabajos.

8

Novedades musicales: septiembre 2023

Con tanto disco nuevo casi no me da tiempo a ponerme con la recopilación de novedades de este mes. Una selección de canciones que, por las fechas, no debería ser muy abultada, pero ha sido un mes de agosto de lo más movido. Así que al final se me ha ido hasta los 60 temas.

Entre las novedades de artistas más conocidos tenemos a Future Islands dejándonos una balada de lo más contenida, a Sufjan Stevens volviendo a su lado más folk, o a The National con una canción de más de siete minutos y final desatado. Además de unos The Killers puramente electrónicos y un estupendo nuevo single de OMD. Pero también aparecen por aquí bandas más desconocidas, pero igual de interesantes. Es el caso de Colored Lights, Rat Colums, o Blue Ocean, que tiene una visión muy guitarrera de ver el pop; del post-punk de English Teacher, o del pop sintético de Samantha Urbani. Además del kraut de Melenas, que tiene pinta de que van a sacar uno de los discos del año.

Espero que os guste.

  1. Nowhere / Versing
  2. Warm Jets / Colored Lights
  3. Cerulean Blue / Rat Columns
  4. Heart Keeps Breaking Down / The Photocopies
  5. Fertile State / Blue Ocean
  6. Pot of Boiling Water / Seablite
  7. Blush / Adored
  8. J-O-B / Subsonic Eye
  9. Notion / Lost Film
  10. It’s a High / The Shop Window
  11. Monday, In A Small Dull Town / the Smashing Times
  12. Back To The Light / Teenage Fanclub
  13. Knockin (Single Version) / MJ Lenderman
  14. Cry All Day / Spencer Krug
  15. I Got Heaven / Mannequin Pussy
  16. The World’s Biggest Paving Slab / English Teacher
  17. Your Spit / IAN SWEET
  18. No Caffeine / Marika Hackman
  19. Stay For Something / CMAT
  20. Little Black Flowers / Woods
  21. Kansas / Whitney
  22. Star / Mitski
  23. Cloudy and 55 / Worriers
  24. So You Are Tired / Sufjan Stevens
  25. Are You Awake? / Lauren Mayberry
  26. I’ll Be Your Star / Lael Neale
  27. Before / Blonde Redhead
  28. Up In Space / The Number Red
  29. Space Invader / The National
  30. Be Here Now / Wings of Desire
  31. K2 / Melenas
  32. Fallen Air / Ruby Haunt
  33. Annihilation / GRAZER
  34. Sticks and Stones / Blur
  35. Diciendo que Me Quieres / Mujeres
  36. Realm of Minor Angels / The Church
  37. Moving On / Explosions In The Sky
  38. Isolette (Edit) / The Drums
  39. Headlights On / Wild Nothing, Hatchie
  40. Unconditional / Molly Burch
  41. Famous / Jenn Champion
  42. The Memento / Pure Bathing Culture
  43. Deep In The Night / Future Islands
  44. Estrellas y diamantes / Escuelas Pías
  45. Manhattan / CHVRCHES
  46. The Hype / Sigrid
  47. Your Side of Town / The Killers
  48. Showing Up / Samantha Urbani
  49. Club People / Alan Palomo
  50. Don’t take the light away / KITE
  51. Flooding / Casual Worker
  52. Damaged Goods / The Vacant Lots
  53. Serdtse / The Violent Youth
  54. With the Other Hand / Lost Girls
  55. Sightseer / Nation of Language
  56. Bauhaus Staircase / Orchestral Manoeuvres in the Dark
  57. Fire Of Mercy / Hot Chip, yunè pinku
  58. adore u / Fred again.., Obongjayar
  59. An Arrow In The Wall (CHVRCHES Remix) / Death Cab for Cutie
  60. Forevermore / Roosevelt

Novedades musicales: julio 2023

La muerte de Sinéad O’Connor me ha dejado un poco triste, pero no soy muy de hacer homenajes a los artistas que nos dejan. Y, aunque he estado a punto de dedicarle una entrada, al final he decidido que no. Principalmente, porque no creo que pueda aportar nada nuevo a lo que ya se ha dicho de ella. Así que solo voy a decir que era una artista valiente y una compositora brillante con una voz increíble. Ah, y que ella tenía razón y nadie le pidió perdón. Y dicho esto, paso a la recopilación de novedades del mes, que era mi plan para hoy.

Aunque me quedan unos cuantos días para irme de vacaciones, no quería que pasara esta semana sin que cayera una nueva recopilación. Además, se me van acumulando las canciones y al final me encuentro con decenas de canciones y recopilaciones de cuatro horas. Algo que al final me ha terminado pasando este mes, ya que no he sido capaz de bajar de los setenta temas. Pero es que resulta imposible cuando hay nuevas canciones de Slowdive, Big Thief, Mitski, Romy, Woods, Teenage Fanclub, Explosions in The Sky, Nation of Language o The Chemical Brothers. Y si encima aparecen bandas menos conocidas, pero estupendas, como pueden ser Lathe of Heaven, Colored Lights, Strawberry Runners, o The Virginia Planes, pues ya tenemos el combo ya es perfecto.

Espero que os guste.

50 discos del 2022

Sigo este repaso de lo que más me gustado del 2022 con esos cincuenta discos que, para mí, representan estos últimos doce meses. Cincuenta artistas y bandas que han logrado decirme algo y que su música se quede en mi subconsciente. Aunque tengo que decir que hay otros discos que no han entrado en esta tanda final pero que sí se han quedado a las puertas. Trabajos como los de Pale Blue Eyes, Hot Chip, Carolina Durante, o Kiwi JR., que también han sido una de mis bandas sonoras frecuentes durante este año. Incluso discos de artistas que no han caído por aquí, pero que también he escuchado mucho, como del de Rosalía o el de Betacam. Aunque bueno, todos ellos están la lista de canciones del año. En fin, en alguna cifra hay que poner el corte.

50. The 1975 – Being Funny In A Foreign Language

«No sabemos si ha sido cosa de la banda, o de su productor, pero el caso es que ‘Being Funny In A Foreign Language’, es el álbum coherente de The 1975. Y es que, tras los mandos, está Jack Antonoff, que de producir discos redondos va sobrado. Aunque no hay que quitarle merito a la banda, porque gran parte de la culpa de que estemos ante un disco más directo, la tienen esas letras un tanto simplistas en la que aseguran que el amor nos salvará de la catástrofe (creo que Arturo Pérez-Reverte no está de acuerdo con esto). Un cierto optimismo que acaba reflejándose en el resultado final de las canciones.«

49. Los Planetas – Las canciones del agua

«No sé si Los Planetas tenían este álbum planeado desde hace tiempo o simplemente es algo que ha ido surgiendo con el tiempo. Para mi gusto, la banda granadina ha estado un poco perdida durante el último año y medio, y los singles llenos de “actualidad” que han ido sacando en estos meses no han terminado de cuajar. Y creo que no ha sido del todo culpa suya Simplemente que la gente está saturada de información y necesita la música, el cine o la lectura como vía de escape. O al menos eso es lo que me pasa a mí. Pero lo cierto es que, ahora, en el conjunto de un álbum, y acompañados otro tipo de temas de temática diferente, la cosa vuelve a funcionar igual de bien que en todos sus álbumes.«

48. Horsegirl – Versions Of Modern Performance

«Versions of Modern Performance’ es un álbum que tiene una clara predilección por el indie-rock norteamericano de finales de los ochenta y principio de los noventa. Y deben de estar alucinando con su repercusión, porque no solo han conseguido que Steve Shelley y Lee Ranaldo de Sonic Youth colaboren en dos temas del disco, también han sido bendecidas por Pavement, que las han invitado a abrir sus recientes conciertos norteamericanos. Además de tener a John Agnello de productor. Y no es para menos, porque manejan estupendamente las guitarras crudas y pesadas, pero absolutamente melódicas. Además, tienen el suficiente talento como para fusionarlo con algo de post-punk y un lado más pop

47. The Reds, Pinks & Purples – Summer At Land’s End

«Summer at Land’s End’ presenta algún cambio en la carrera de The Reds, Pinks and Purples. Estamos ante un trabajo mucho más melancólico y triste que los anteriores. De hecho, ya no se fija tanto en los vecinos y vecinas de su barrio, y ahora se centra en escribir canciones que hablan de conectar con las personas y en las que busca encontrar la armonía con los demás. Quizá, también, por eso, no es un disco tan directo como sus primeros trabajos. Pero sí que cuenta con alguna de las canciones más bonitas de su carrera.«

46. Grace Ives – Janky Star

«Janky Star’ está coproducido por Justin Raisen, un productor de Los Ángeles que ha estado a los mandos de los últimos trabajos de Yves TumorCharli XCX, o Kim Gordon. Y eso es algo que se nota en el resultado final, porque, juntos, han sacado un sonido maravilloso. Sin alejarse nunca del pop, Ives se saca de la manga unos ritmos absolutamente deliciosos-se nota que maneja de maravilla esa Roland 505-, y los adereza con otro tipo de sonidos. Ahí está esa joya llamada “Loose” y su ritmo absolutamente contagioso, que hace una semana que me tiene loco. Además de esa trompeta que aparece en su estribillo. O esa “Angel of Business” tan pop que adereza con un sonido de lo más metálico

45. Craig Finn – A Legacy of Rentals

«Una de las cosas que hace de este trabajo algo especial, es esa sección de cuerdas que acompaña estas canciones. Además de las voces de Cassandra Jenkins y Annie Nero, que se dejan escuchar en muchos de estos temas. Ahí está esa “Messing With the Settings” que lo abre, en la que Finn tira de monologo hasta que llega su estribillo, que es una absoluta preciosidad. O en esa balada algo etérea, y casi ensoñadora, llamada “The Year We Fell Behind”, la cual, a pesar de sus cinco minutos, se hace corta. Algo que también ocurre con “Curtis & Shepard”, donde el protagonismo se lo lleva una coqueta caja de ritmos. Unos ritmos más electrónicos que también aparecen en “This is What It Looks Like”, el estupendo tema que cierra el álbum

44. Black Midi – Hellfire

«Hellfire’ es su tercer trabajo, y como en los dos anteriores, cada canción son varios mundos diferentes. Aquí hay rock progresivo, post-punk, flamenco, influencias del Scott Walker más esquivo, jazz, y mil cosas más. Y, como digo, hay temas en los que todo eso suena a la vez. De hecho, si miráis la lista de gente que ha trabajo en el álbum, veréis que cuenta con casi una veintena de músicos que han tocado todo tipo de instrumentos. Además de la destreza musical con la que cuenta la propia banda, que es tremenda. Y ojo con la labor de producción y mezcla, que es realmente brutal.«

43. Tears For Fears – The Tipping Point

«Uno nunca sabe por donde van a salir estos grupos que tuvieron su mayor momento de gloria en los ochenta. La tentación de recuperar el sonido que los hizo grandes siempre está ahí, pero también las ganas de hacer algo diferente. Lo bueno, y con lo que pueden jugar fácilmente Tears For Fears, es que ellos tocaron todos los palos posibles. Eran capaces de hacerte un hit de synth-pop, temas directos de new-wave, cosas algo más oscuras y cercanas al post-punk, o baladas un poco más mainstream. Y con esa variedad también juegan en este trabajo.«

42. Sharon Van Etten – We’ve Been Going About This All Wrong

«Para ilustrar estas canciones, Van Etten ha decidido meterse de lleno en su faceta más electrónica y épica. De hecho, a pesar de que ha contado con un poco de ayuda, ella misma ha tocado la guitarra, sintetizadores, piano, caja de ritmos, teclados, y buen montón de instrumentos más. Y con todo esto, ha creado un conjunto de canciones que, en su gran mayoría, son reposadas y sintéticas. Temas como “Darkness Fades”, “Anything” o “Born”, que terminan con derroches de épica absolutamente emocionantes. O esa “Headspace” más cruda y sucia que, sin embargo, también pone los pelos de punta. Además, también sabe cuando contenerse un poco y dejar que las canciones fluyan sin necesidad de que exploten. Es el caso de la maravillosa “Home to Me”, que cuenta con un teclado que es una delicia. O de la intimidad desgarradora que muestra en “Darkish”

41. Spiritualized – Everything Was Beautiful

«‘Everything Was Beautiful’ es uno de los proyectos más ambiciosos de Pierce. El músico británico ha llegado a tocar hasta 16 instrumentos diferentes en este trabajo. Además, en él, han colaborado treinta músicos. Entre ellos su hija Poppy, a la que podemos escuchar justo al comienzo del álbum. De hecho, la idea inicial de Pierce era hacer un disco doble con las canciones de su anterior trabajo y las de este, pero el dueño de su sello se lo desaconsejo. Y lo cierto es que, si lo miramos bien, son dos trabajos que se complementan muy bien y tienen muchas cosas en común, como la figura del astronauta que tanto le gusta. Además de su sonido

40. Air Waves – The Dance

«Tenia muchas ganas de hincarle el diente a este ‘The Dance’. Porque, como ya he dicho antes, es una de mis obsesiones, pero también porque los singles de adelanto que ha ido sacado en los últimos meses me han parecido alucinantes. Y es que, ahí, ya se notaba un pequeño cambio en su música. La artista neoyorquina se inspiro en un club de su ciudad al que era asidua y que apenas duró ocho meses abierto. Esas noches de bailes le sirvieron para dar una colección de canciones que, curiosamente, tienen muy poco de bailables, pero que sí son un poco más sintéticas. Salvo “Wait”, donde sí que se acerca muy tímidamente a esa pista de baile. Y hay que decir que el resultado no puede ser mejor, porque estamos ante una de las grandes canciones de 2022. Además, me encanta su vídeo

39. Sunflower Bean – Headful Of Sugar

«Estamos ante un álbum de lo más ecléctico en el que hay slow-disco, rock de lo más sucio, pop con sabor a los ochenta, o electrónica un tanto oscura. De lo que apenas hay rastro es de esa new-wave neoyorquina de finales de los setenta que tan buenos resultados les dio en su anterior trabajo. Quizá, tan solo se puede ver algo de eso en la retro, y estupenda, “Baby Don’t Cry”. Pero no pasa nada, porque manejan muy bien todos esos estilos. Empezando por ese disco sedoso y tranquilo que encontramos en “Who Put You Up To This?”, y que abre el álbum de la mejor forma posible. Pero también, en la juguetona, pegadiza, y algo ensoñadora, “In Flight”, donde Nick Kivlen lleva la voz cantante. Además del pop tan directo y pegadizo que nos dejan en “I Don’t Have Control Sometimes” y “Post Love”

38. Alex Cameron – Oxy Music

«Las drogas vuelven en el tema que cierra y da título al álbum. Y ojo, porque tengo que dedicarle un párrafo entero a esta canción, ya que me atrevería a decir que está entre las mejores de su carrera. Es un tema vibrante que se va a los seis minutos, y que está divido en dos partes. En la primera, nos encontramos con un synth-rock coronado por una potente batería, y con la voz de Jason Williamson de Sleaford Mods. Sin embargo, en la segunda, entra en teclado de lo más luminoso y una voz femenina que nos deja un estribillo absolutamente redondo que se repite durante varios minutos. Aunque eso sí, la música es muy pop, e incluso bailable, pero estamos ante una parte final que habla del suicidio. En cualquier caso, es una canción impresionante.«

37. The Stroppies – Levity

«En ‘Levity’, The Stroppies suenan más potentes y vigorosos que nunca. Porque, aunque no se han quitado de encima su sonido un tanto lo-fi, sí que han mejorado un poco su producción. Y eso nota desde el principio con la estupenda “The Perfect Crime”, que cuenta con una batería más potente de lo habitual, además de una estructura un tanto extraña. De hecho, en su minuto final, se convierte en otra canción completamente diferente. Una especie de “experimento” que también practican en “Material Condition”, que pasa de ser una perezosa canción de jangle-pop, a una más juguetona y absolutamente deliciosa -me encantan como entra la guitarra en su tramo final-. Además, tiene el honor de ser la canción más larga de su carrera. Y si nos vamos a “Tricks on Everything”, nos encontramos con una rareza un tanto arrítmica, que la verdad es que también tiene su rollo.«

36. The Boys With The Perpetual Nervousness – The Third Wave Of…

«Al igual que sus dos anteriores trabajos, este ‘The Third Wave Of…’ es una autentica delicia en la que el indie-pop y el power-pop son los auténticos protagonistas. Taylor y Marcos tienen muy claro que lo suyo es crear encantadoras y melódicas canciones que no esconden sus influencias. Una vez más, hay ecos de The ByrdsTeenage FanclubVelvet Crush o The Cars, en estas nuevas canciones. Y sí, puede parecer fácil lanzarse a esta piscina, pero también hay que tener talento para que las melodías y estribillos funcionen. Algo que The Boys With The Perpetual Nervousness consiguen a la primera

35. Kae Tempest – The Line is a Curve

«The Line Is A Curve’ es el primer trabajo de Tempest tras declararse como persona no binaria en 2020 y cambiar el Kate por Kae. Y lo cierto es que, aunque no hay muchas referencias a esto, sí que es su disco más personal hasta la fecha. La sociedad de su país ya no es la protagonista de sus canciones, ahora habla del amor, el aislamiento o la ansiedad. Pero lo bueno es que lo hace desde una perspectiva un tanto esperanzadora. En parte, gracias a la música que adorna estas letras. Junto a su amigo, el productor Dan Carey, han creado unas canciones en las que los teclados minimalistas cobran protagonismo. Y funciona de maravilla, porque casan estupendamente con la delicadeza y elegancia tan british que tiene Tempest a la hora de rapear.«

34. The Smile – A Light for Attracting Attention

«Hace unos meses, cuando anunciaron este disco, comentaron que no era exactamente un trabajo centrado en el rock. Y no deja de ser cierto. Una parte del álbum son baladas muy cercanas al sonido de Radiohead. Lo bueno es que, al contrario que en su anterior disco, aquí sí que resultan muy emocionantes. Empezando por esa “The Same” que lo abre, que no puede recordar más a la época ‘Kid A’. Algo a lo que, por cierto, vuelven un poco más tarde en la escurridiza “Waving a White Flag”. Y hay que decir que vuelven a emocionar con su electrónica minimalista. O esa oscura, y muy cinematográfica, “Pana-vision”, en la que Greenwood lleva al pop todo lo que ha aprendido como compositor de bandas sonoras en los últimos años. Además de esa preciosidad acústica llamada “Free In The Knowledge”, la cual no hubiera desencajado en un disco como ‘The Bends’.»

33. The Soundcarriers – Wilds

«Es imposible hablar de The Soundcarriers y no mencionar a Broadcast y Stereolab. La psicodelia pop que practicaban estas bandas está presente en cada uno de sus discos, y este ‘Wilds’ no es ninguna excepción. Pero eso sí, hay algo que los hace diferentes. Su batidora sonora es mucho más abierta, y en ella meten estilos como la tropicalia, el jazz, o las bandas sonoras de los sesenta. Lo que hace que sus canciones cuenten con un tono más pop, e incluso más bailable. Solo hay que escuchar esa pequeña joya llamada “Waves”, que abre el álbum llevándonos a una pista de baile de lo más cálida. Algo que también ocurre con la estupenda “Driver”, en la que juegan a tope con el sonido retro

32. Hurray For The Riff Raff – Life On Earth

«Life on Earth’ supone un cambio drástico en el sonido de Hurray For The Riff Raff. Hasta ahora, Segarra se ha dejado llevar por el folk o la música de tradición americana. Una etiqueta que, por cierto, no le gusta nada. Pero ya en su anterior trabajo empezó a meterse en mundos un poco más pop y rock. Y aquí ha terminado de rematar la faena. De hecho, para empezar, el disco está producido por Brad Cook, que ha estado al mando de algunos discos de Bon Iver y Waxahatchee, con la que, por cierto, colaboró en 2020. Además, la electrónica cobra protagonismo en algunas canciones, e incluso se atreve a rapear de una forma un tanto tímida. Pero lo mejor es que sus temas suenan más directos que nunca

31. Yeah Yeah Yeahs – Cool It Down

«Musicalmente, nos encontramos con unos Yeah Yeah Yeahs que, en la mayor parte del tiempo, están más contendidos. Así, se dejan llevar por la electrónica, pero de una manera mucho más relajada y ensoñadora. Algo que se aprecia en las bonitas “Lovebomb” y “Blacktop”, donde Karen O prácticamente susurra, en lugar de cantar. Aunque lo mejor de esta faceta llega con “Different Today”, en la que se ponen más luminosos y se hacen con unos beats más contundentes. Aunque la contundencia de verdad llega en la parte de central del álbum. Aquí nos encontramos con una “Wolf” que está pidiendo a gritos un remix para la pista de baile -no puedo quitarme ese teclado asesino de la cabeza-; con la funk “Fleez”, la cual está inspirada en la joven banda neoyorquina ESG (incluso los menciona), y con “Burning”, uno de sus típicos temas de rock abrasivo e inspiración gospel. De hecho, tira bastante de “Sacrilege”, pero la verdad es que es un rollo que les funciona muy bien.«

30. Depresión Sonora – El arte de morir muy despacio

«Con tan solo una escucha de sus canciones, ya es fácil darse cuenta de las razones que lo han llevado a triunfar al otro lado del charco. Por allí, la escena dark y post-punk, está más que consolidada y cuenta con una buena legión de seguidores. Y hay que reconocer que Crespo maneja de maravilla estos sonidos donde las guitarras oscuras, pero muy melódicas, y las cajas de ritmos aceleradas, se llevan buena parte del protagonismo. Sí es cierto que se le notan las influencias por todos los lados, y que a veces coge prestadas cosas muy evidentes –“Voy a explotar” casi podría ser una versión del “Disorder” de Joy Division-, pero lo hace con bastante talento. Además, le da un toque bastante personal.«

29. Thus Love – Memorial

«Memorial’ es un disco en el que THUS LOVE pasan de la oscuridad a la luminosidad pop con bastante frecuencia. La voz de Mars juega un poco con la teatralidad que tan buenos resultados le dio a Morrissey, y si a eso le unimos sus juegos de guitarras, nos encontramos con una fuerte influencia de los sonidos post-punk de los ochenta. Algo que, por aquí, siempre es bien recibido. Sobre todo, cuando juegan con su lado más pop, como en el caso de “In Tandem”, o la ya mencionada “Inamorato”. Unos temas que también adornan con unos teclados que hacen que sus canciones se engrandezcan un poco más. Ahí tenemos la estupenda, y casi bailable, “Family Man”, en la que, eso sí, en su parte final, se vuelven un poco más crudos.«

28. Katy J Person – Sound of the Morning

«En los dos años que han pasado desde su álbum de debut, Katy J Pearson ha explorado unas cuantas facetas más dentro del mundo de la música. Primero, colaborando vocalmente en el último trabajo de su amigo Orlando Weeks. Y un poco más tarde subiéndose al escenario con los geniales Yard Act. De hecho, el disco está coproducido por Ali Chant, que también ha producido el debut de estos últimos. Pero el caso es que, todas estas aventuras musicales, le han servido de inspiración para las canciones de este ‘Sound of the Morning’, que es un tanto más pop y directo que primer trabajo. De hecho, se podría decir que es toda una colección de hits.«

27. Mitski – Lauren Hell

«Se podría decir que estamos ante un disco un poco descabalado. En parte, porque no hay un punto intermedio. O nos deja temas de pop directo, o se va a su lado más introspectivo. Aunque, como siempre, tiene grandes momentos en las dos facetas. Así, si nos vamos a su lado más animado, nos encontramos con un regusto ochentero que le sienta de maravilla en cortes como “The Only Heartbreaker” o “Love Me More”. O la sorprendente “Should’ve Been Me”, que casi parece una recreación de aquel “Maneater” de Hall & Oates. Además de “Stay Soft” y “That’s Our Lamp”, dos canciones en las que se acerca al disco. Sobre todo, en la segunda, que es una auténtica maravilla y cuenta con una parte final de lo más festiva.«

26. CMAT – If My Wife New I’d Be Dead

«La verdad es que el disco apenas cae en ningún momento, e incluso las canciones más reposadas enganchan. Ahí está esa “Peter Bogdanovich” en la que declara su amor al director de cine norteamericano –La última película es una de sus cintas favoritas-. O esa “2 Wrecked 2 Care” algo más country y en la que exagera su falsete al máximo. Además de ese himno vaquero llamado “I Wanna Be a Cowboy, Baby!”, que es una pasada. Aunque también tengo que decir que el tema que más me tira de la segunda parte del álbum es esa oda al alcoholismo llamada “Every Bottle (Is My Boyfriend)”, que es todo un hit pop. Y es que, si nos fijamos bien, al final el disco es más pop que country. Y quizá por eso me ha gustado tanto.«

25. Molly Nilsson – Extreme

«Extreme’ es el décimo trabajo de Nilsson, y en él nos deja una tanda de canciones un tanto más esperanzadoras. Es más, afirma que este es el momento para cambiar de hábitos y llevar una vida mejor. Y para esto, nada mejor que tener de banda sonora una canción como “Absolute Power”. La canción que abre el disco representa un pequeño cambio en el sonido de Molly Nilsson. Principalmente, por esas guitarras crudas, pero también por su fuerza y por la letra que anima a tirar hacia delante después de toda esta historia. Un sonido al que vuelve en la acelerada “They Will Pay”, que está más cerca del punk que del synth-pop.«

24. Yard Act – The Overload

The Overload’ es el álbum definitivo de la era post-Brexit. James Smith, su cantante, y compositor de buena parte de los temas que contiene este disco, tiene talento de sobra para diseccionar a la sociedad de su país. Smith arremete contra el capitalismo salvaje que vive el Reino Unido, y que, lamentablemente, se puede transpolar a buena parte del mundo. Así, nos deja canciones en las que lanza dardos contra los hombres de negocios grises (“The Incident”), o contra el anticapitalista que cambia de parecer en cuanto le llueve algo de dinero (“Rich”). Pero también es capaz de hacer una letra brillante sobre un señor que no quiere nada más que una vida tranquila, y sin lujos, y muere prematuramente de cáncer (“Tall Poppies”).

23. Love, Burns – It Should Have Been Tomorrow

«Phil Sutton es de unos artistas que lleva el pop en la sangre. El británico fue miembro fundador de Comet Gain, con quienes tocó la batería hasta 1997, año en el que, junto con otros miembros de la banda, formó Velocette. Pero, tras esa aventura, se mudó a Nueva York y cambió de vida. En la ciudad de los rascacielos trabaja de bibliotecario, pero eso no le ha impedido seguir componiendo canciones y crear algunas cuantas bandas más. Grupos como The Soft CityCinema Red and Blue, o los más conocidos Pale Lights, que han pasado por este blog más de una vez. Y ahora Love, Burns, la que se podría decir que es su aventura en solitario.«

22. The Haunted Youth – Dawn Of The Freak

«Como era de esperar, lo mejor de este ‘Dawn Of The Freak’ llega con los temas más directos. Y es que, hay que decir que se les da de maravilla jugar con sus guitarras cristalinas y con esos teclados ensoñadores que lo envuelven todo. Ahí está la ya mencionada “Teen Rebel”, una de esas canciones de la que nunca te cansas. O esa “Broken” tan épica en la que salen a relucir las enseñanzas de The Cure, otra de sus influencias confesadas. Además de “Coming Home”, el tema más potente y pop del disco, y toda una maravilla de lo más esplendorosa. Y ojo con los siete minutos de “Gone” y su final lleno de guitarras ruidosas pero muy melódicas

21. Alex G – God Save The Animals

«‘God Save The Animals’ es el primer trabajo que Alex G graba en un estudio. El norteamericano lleva desde los doce años grabando las canciones en su casa, pero esta vez ha preferido contar con un sonido más profesional. Algo que, evidentemente, se nota bastante en el resultado final del disco. Porque, aunque en buena parte del álbum siga tirando de su folk cósmico, ahora suena mucho más profesional. Y hay que decir que le sienta de maravilla, porque canciones como “After All”, “Ain’t It Easy” o “Miracles”, son una pasada. Incluso esa “Immunity” de voz pitufada me ha terminado cautivando. Y ya sabéis que eso de hacer pitufadas con la voz no es lo mío.«

20. Dry Cleaning – Stumpwork

«Stumpwork’ empieza con los cinco minutos intrigantes de “Anna Calls From The Arctic”. Aquí ya se puede ver que tratan de hacer algo más accesible dejándose llevar por una tímida caja de ritmos y por unas guitarras que casi te acarician. Como lo hacen las acústicas que protagonizan la estupenda “Kwenchy Kups”, un tema en el que también aparecen unas guitarras que son puro Sonic Youth, y en el que Florence casi se arranca a cantar en su estribillo. Algo que sí hace en la maravillosa “Gary Ashby”, la que se podría decir que es la canción más pop de su carrera. Y si nos vamos a “Don’t Press Me”, nos encontramos con otro estribillo cantado, con un teclado ultra melódico, y con un ritmo de lo más juguetón. Como también lo es el de “Conservative Hell”, que con ese bajo casi parece una canción surf.«

19. Jim Nothing – In The Marigolds

«‘In The Marigolds’ es un álbum al que le podemos poner la etiqueta de indie-pop, pero la verdad es que tampoco sería justo. Aquí predominan las buenas melodías envueltas en guitarras juguetonas y, a veces, muy sucias, pero las atacan de formas muy diferentes. Por supuesto, tiran del clásico sonido neozelandés que los emparenta con antepasados como The Bats The Clean. Algo que resulta evidente en la estupenda “Seahorse Kingdom”, que cuenta con todos los ingredientes de aquello que bautizaron como Kiwi-Rock. O en la más delicada “Fall Back Down”, que es toda una delicia. Incluso en “Only Life”, donde se ponen un poco más oscuros y el violín de Anita Clark toma protagonismo. Pero hay mucho más que esto.«

18. Panda Bear & Sonic Boom – Reset

«Lo más curioso de ‘Reset’ es que es el disco más accesible de sus carreras. Tanto en solitario como con sus discografías con Animal Collective y Spacemen 3. Y para hacer esta colección de canciones de lo más fresca y directa, se van directos a los sesenta. Lo que también hace que, irremediablemente, su sonido recuerde más al de Panda Bear que al de Sonic Boom. Desde el principio del álbum, con la fantástica “Gettin’ to the Point”, ya se puede ver que la fusión de guitarras acústicas con cajas de ritmos un tanto locas, y con melodías absolutamente sixties, es la combinación ganadora. Y aquí no me queda otra que mencionar, una vez más, a The Beach Boys. Es imposible no acordarse de Brian Wilson en joyas como “Edge of the Edge” y “Danger”. Además de en ese toque veraniego con el cuentan “Everyday” y “Whirlpool”.«

17. Hatchie – Giving The World Away

«Giving The World Away’ tiene un comienzo arrollador. “Lights On” es un potente tema de pop con tintes de shoegaze en el que se hace con un estribillo absolutamente demoledor. Algo que, además, riega con un buen chorro de electrónica. Un guion que sigue en “Quicksand”, el gran hit del disco. Y es que, a esta canción compuesta a pachas Dan Nigro, el que es el colaborador de Olivia Rodrigo, no le falta de nada. Tiene el ritmo dance perfecto, el estribillo pegadizo, y el toque ensoñador de Hatchie. Como tampoco le falta de nada a “This Enchanted”, el cruce perfecto entre el mundo shoegaze y el sonido Manchester de finales de los ochenta. Una época a la que también se acerca en “The Rhythm”, donde encontramos un piano house, una guitarra de lo más cruda, y sonidos cercanos a los primeros años del tecno de los noventa. Además de en el tema titular, donde el piano vuelve a cobrar protagonismo.«

16. Los Punsetes – AFDTRQHOT

«El primer tortazo del disco llega nada más empezar. “España corazones” es todo un anti-himno en el que se meten en un buen fregado criticando a esa España de banderitas y en el que nos dejan perlas como «España, España, España, país, bandera, España, con más tontos que listos, con más fuerza que maña». Pero, a pesar de esa mala leche que destilan, estamos ante una canción muy pop y absolutamente pegadiza. Y ojo con su parte final, donde se sacan de la manga un segundo estribillo brutal. Y así siguen en el resto del álbum. Sacando la garra más noise para desear la muerte en a un grupo de personas en “Cerdos” y “Que te vaya mal”, o hablando de los esfuerzos que tenemos que hacer con gente que no nos cae bien, como es el caso de “Cosas que no me gustan”.«

15. Jockstrap – I Love You Jennifer B

«Se mire por donde se mire, ‘I Love You Jennifer B’ es una autentica locura. Desde el principio, con esa “Neon” llena de suciedad y guitarras que se acercan al post-rock, ya se ve que no estamos ante una banda muy convencional. Pero tienen algo con lo que ganan al oyente: su punto melódico. Hagan lo que hagan, no lo pierden en prácticamente ningún momento. Así, te dejan estupendas e inclasificables canciones como “Jennifer B” o “Debra”, donde los ritmos electrónicos toman el mando. Además, en la segunda, no tienen ningún problema en meter una melodía de lo más árabe. O con delicadas canciones que se adentran en un folk de lo más retro, como es el caso de “What’s It All About?” y “Lancaster Court”.«

14. Just Mustard – Heart Under

«Según los propios Just Mustard, querían que el oyente se sintiera como si fuera conduciendo por un túnel con las ventanillas bajadas cuando escuchara este trabajo. Y hay que decir que lo han conseguido. Porque, a sus guitarras, con las que consiguen hacer sonidos de lo más curiosos, hay que añadir la oscuridad -por algo han sido teloneros de The Cure-, esa voz atmosférica y algo misteriosa con la que cuenta Katie Ball, y sus ritmos de batería, que muchas veces pueden sonar algo arrítmicos. Así que sí, me puedo imaginar en un coche con las ventanillas bajadas mientras escucho este disco.«

13. Suede – Autofiction

«‘Autofiction’ es uno de los discos más directos de su carrera, pero no nos engañemos, no es ese disco punk que prometían. Sí es un álbum lleno de guitarras sucias y melodías oscuras, pero también de su habitual épica orquestal. Lo que no tiene es ese gancho más pop con el que contaban sus primeras canciones. Así que se podría decir que han dotado de energía su faceta más oscura. Y ha resultado ser todo un acierto, porque con ella fabrican varios singles potenciales. Solo hay que escuchar esa “She Stills Leads Me On” dedicada a la difunta madre de Brett Anderson, la cual abre el disco con una potencia que hacia años que no tenían. O “15 Again” que, efectivamente, nos hace querer tener quince años otra vez. Además de esa brutalidad llena de guitarras sucias llamada “Personality Disorder”

12. Oliver Sim – Hideous Bastard

«Hay momentos realmente bellos en este álbum de debut de Oliver Sim. El primero lo encontramos en la sintética “Hideous”, donde entabla un dialogo musical con Jimmy Somerville, que aporta su inconfundible falsete y se convierte en su ángel de la guarda que le da consejos. Además de ser la canción en la que confiesa que tiene VIH desde los 17 años. Luego tenemos “Never Here”, una pasada de canción que nos muestra el lado más The xx de todo el disco. Aunque bueno, esa delicada balada llamada “Saccharine” también podría estar dentro de un trabajo de su banda. Aunque, personalmente, creo que el gran momento del álbum llega con “Fruit”. Aquí se sale un poco del sonido del resto del álbum y se va al synth-pop para dejarnos una canción de lo más memorable.«

11. Weyes Blood – And in the Darkness, Hearts Aglow

«La gran mayoría de canciones de ‘And in the Darkness, Hearts Aglow’ se cuecen a fuego lento. De hecho, son de duración generosa, y muchas de ellas se van a los seis minutos. Además, apuesta por un pop muy clásico que empieza reposadamente y termina en un derroche de épica orquestal. Y hay que decir que le funciona a la perfección. Algo que resulta evidente en cortes como “It’s Not Just Me, It’s Everybody” o “Grapevine”, en los que su voz te acoge de la forma más cálida entre un manto de instrumentos de cuerda. O en esa “A Given Thing” protagonizada por un piano, con la que cierra el álbum, y que no puede resultar más emocionante

10. Wet Leg – Wet Leg

«El álbum de debut de Wet Leg tiene un hándicap. Y básicamente es que puedes coger cualquiera de sus canciones, hacer un vídeo, y tener un single redondo. De hecho, es lo que han hecho con seis de ellas. Temas como “Angelica”, que tiene una guitarra imposible de quitarse de la cabeza, o “Too Late Now”, en la que no se cortan a la hora de recurrir al spoken-word, son alucinantes. Además de esa “Oh No” juguetona y potente, y de la popera “Ur Mum”, que te vuelan la cabeza con una facilidad pasmosa. Y si nos vamos a “Chaise Longue”, el que es su gran éxito, nos encontramos con una joya que cuenta con un bajo electrizante, una guitarra desgarradora, y una letra de lo más mordaz

09. Porridge Radio – Waterslide, Diving Board, Ladder To The Sky

«‘Waterslide, Diving Board, Ladder To The Sky’ reincide en el sonido que encontrábamos en el segundo trabajo de la banda de Brighton. Es decir, su rock intenso y capitaneado por la voz de Dana Margolin, sigue siendo el protagonista. Pero hay algo más. Para empezar, es una tanto más grandilocuente. De hecho, la propia Margolin ha confesado que ha buscado «la épica de estadio» en muchas de sus canciones. Pero no os penséis que se han ido a lo fácil. Su épica es un tanto enrevesada. Lo que sí es cierto es que hay elementos que hacen que las canciones suenen un poco más pop. Sobre todo, esos teclados algo juguetones que adornan parte del álbum, y que son todo un acierto

08. Big Thief – Dragon New Warm Mountain I Believe In You

«Dragon New Warm Mountain I Believe In You’ es un trabajo grabado en cuatro estudios diferentes, y con cuatro ingenieros de sonido diferentes, durante la segunda mitad de 2020. Eso sí, con la supervisión de James Krivchenia, el batería de la banda, en todas las sesiones de grabación. Y claro, todo esto se nota un poco, porque se podría decir que estamos ante varias versiones diferentes de Big Thief. Lo que, precisamente, no hace más fácil la escucha del disco. Además, Krivchenia no es muy dado a repetir tomas, y rara vez las canciones suenan muy elaboradas. Pero, incluso con todo esto, consiguen dar coherencia a este nuevo álbum y desplegar toda la química que tienen en sus canciones.«

07. Beach House – Once Twice Melody

«Sorprende bastante que después de casi veinte años de carrera Beach House sigan impactando con su sonido de siempre. Pero claro, es que, aunque no lo parezca, el dúo de Baltimore ha ido evolucionando con el tiempo. Y no es comparable el minimalismo casi lo-fi de su primer trabajo, con la potencia sonora y prácticamente shoegaze que tenían muchos de los temas de sus últimos discos. Así, nos encontramos con ese enfoque más ensoñador, e incluso cinematográfico, en cortes como “Pink Funeral”, “ESP”, “Over and Over”, o “Sunset”. De hecho, he estado viendo algunas de las influencias de este disco, y entre ellas hay películas como ‘Mi vecino Totoro’ y ‘The Red Shoes’.«

06. Destroyer – LABYRINTHITIS

«Estamos ante un trabajo que está muy cerca de ser redondo. Porque, lo bueno, es que Bejar no se ha ido a lo fácil y ha impregnado de su personalidad todas estas canciones. De hecho, y a pesar de que hay canciones más directas en el álbum, ha elegido algunas de las más extrañas para presentarlo. Pero ahí está interesante del asunto, porque estas canciones funcionan de maravilla. Y es que, esa “Tintoretto, It’s For You” tan oscura y llena de ritmos abruptos, es una autentica pasada. Al igual que “Eat the Wine, Drink the Bread”, que cuenta con un ritmo bailable de lo más contagioso, pero que no se puede decir que sea una canción totalmente pop. Y si nos vamos a “June”, nos encontramos con uno de los singles más extraños de su carrera. Además de con el tema que más recuerda a su etapa ‘Kaputt

05. Dehd – Blue Skies

«Blue Skies’ es un disco en el que, como viene siendo habitual, la banda de Chicago va directa al grano. Apenas dura media hora, y la gran mayoría de sus canciones no pasan de los dos minutos de duración. Y si a esto le unimos ese sonido más limpio, y un ligero toque más pop, nos encontramos con un buen montón de temas que funcionan a la perfección como single. Es el caso de esa “Bad Love” tan new-wave que ya tenemos más que contralada -fue el primer adelanto-. O de la juguetona “Bop”, en la que, incluso se atreven a dar un poco protagonismo a los teclados. Algo que se aprecia bastante más en “Empty in My Mind”, una autentica maravilla pop que me tiene conquistado desde el día que salió como single. Y luego tenemos esa genial “Stars” en la que recuperan estupendamente su faceta más rock.«

04. Fontaines D.C. – Skinty Fia

«Musicalmente, estamos ante un trabajo con pocos himnos de post-punk abrasivo con los que hacer pogos en sus conciertos. Sí que hay algún ritmo urgente y nervioso, como el de ese tema inicial en el que se les nota bastante cabreados. O el del tema titular, donde tiran hacia una faceta más electrónica y algo atípica en su música. De hecho, puede ser la única canción en la que sí se nota la supuesta influencia que hay en el álbum del ‘XTRMNTR’ de Primal Scream. Además de esa maravilla llamada “Jackie Down The Line”, que ya se ha convertido en uno de los clásicos de su repertorio. Y bueno, también podríamos meter por aquí “Roman Holiday”, en la que casi se hacen con un himno britpop. Aunque eso sí, más oscuro y sucio.«

03. Black Country, New Road – Ants From Up There

«Black Country, New Road tenían muy claro desde el principio que las canciones de este álbum tenían que ser más directas y comerciales. Es más, mencionan que se fijaron en Arcade Fire a la hora de componer. Pero claro, esto hay que cogerlo con muchas pinzas, porque seguimos hablando de una banda que ha traspasado todas las fronteras del rock. Sus evidentes coqueteos con el jazz, y el hecho de que el violín y el saxo tengan más protagonismo que las guitarras, hacen que prácticamente sea imposible meterles dentro de una etiqueta. Además, no tienen ningún problema en hacer temas largos y con un gran peso instrumental. Así que su idea de lo “comercial” es un poco diferente a la del resto.«

02. Nilüfer Yanya – PAINLESS

«Una de las cosas que más me gusta de Nilüfer Yanya es la sencillez con la que encara sus canciones. Ahí tenemos “dealer”, el efusivo tema que abre el disco. Gran parte de la canción está arropada por un ritmo frenético, su voz, y una sencilla guitarra, pero en el estribillo entra un bajo contundente, y casi parece que ha entrado una orquesta entera. Algo parecido a lo que ocurre con “stabilise”, ese pepinazo marcado por un ritmo breakbeat y una guitarra que te envuelve con su claridad. Dos temas que, casualmente, son los más acelerados y directos del disco. Y es que, en este trabajo, se ha tomado las cosas con mucha más calma.«

1. Alvvays – Blue Red

«Pocas bandas actuales son capaces de llevar tan bien la suciedad guitarrera al pop como Alvvays. Esta fórmula, que hemos escuchado una infinidad de veces, se vuelve de lo más fresca en las canciones de la banda canadiense. Y, además, da igual qué canción del álbum elijas, todas tienen algo. Está ese punteo de lo más guarro que aparece al final de “Pharmacist”; la pesadez tan melódica con la que atacan “Easy On Your Own?”, o la deliciosa faceta jangle-pop que aparece en “Pressed”. Además de lo bien que se les da acercarse al punk en “Pomeranian Spinter”, o como bajan el ritmo para entregar una cruda, y estupenda, canción de dream-pop como “Lottery Noises”.«

Mitski – Laurel Hell

Mitski ha estado a punto de dejar la música. De hecho, la artista norteamericana, de ascendencia japonesa, quería haberlo hecho a finales de 2019, pero vio que le debía un álbum a su discográfica y que no podía ser. Algo que le ha pasado a una gran cantidad de bandas y artistas, pero lo normal es entregar una recopilación, un disco de rarezas, o cualquier otra cosa que no cueste demasiado. Pero no, ella decidió que tenía que hacer un álbum con canciones nuevas y promocionarlo como es debido. Es más, cuenta con casi cincuenta fechas para presentarlo en solitario, y otras tantas abriendo para Harry Styles. Aunque lo cierto es que ya no sé si sigue teniendo intención de dejar la música.

Una de las cosas más curiosas de ‘Lauren Hell’ es su tono directo y despreocupado. Estamos ante un disco lleno de letras que reflejan infelicidad. Algo que siempre ha sido una constante en su carrera, pero ahora es diferente. La de Nueva York ha conseguido todo lo que quería cuando empezó en esto. Sus discos cuentan con excelentes críticas, y sus canciones con unas cifras de streaming de las que muy pocos artistas independientes pueden presumir. Pero, aun así, sigue siendo infeliz. Y lo curioso es que eso no se refleja en muchas de las canciones de este álbum.

Se podría decir que estamos ante un disco un poco descabalado. En parte, porque no hay un punto intermedio. O nos deja temas de pop directo, o se va a su lado más introspectivo. Aunque, como siempre, tiene grandes momentos en las dos facetas. Así, si nos vamos a su lado más animado, nos encontramos con un regusto ochentero que le sienta de maravilla en cortes como “The Only Heartbreaker” o “Love Me More”. O la sorprendente “Should’ve Been Me”, que casi parece una recreación de aquel “Maneater” de Hall & Oates. Además de “Stay Soft” y “That’s Our Lamp”, dos canciones en las que se acerca al disco. Sobre todo, en la segunda, que es una auténtica maravilla y cuenta con una parte final de lo más festiva.

La otra mitad del disco, la de los temas más tranquilos, también presenta cosas sobresalientes. Es el caso de “Valentine, Texas”, el precioso tema envuelto en teclados que abre el álbum. O esa “Working for the Knife” que sirvió de primer adelanto, en la que deja que el piano sea el protagonista hasta que entra ese tremendo riff de guitarra. El cual, para mi gusto, se queda un poco corto. Además de “Heat Lightning”, una sedosa y deliciosa balada escrita en uno de sus momentos de insomnio. Lo que sí es cierto es que el resto del álbum le ha quedado un poco más soso. Pero vamos, que son tres temas, y “Everyone”, uno de ellos, es notable. En los otros dos sí que parece que no se ha esforzado mucho.

Puede que estemos ante un álbum un poco menor que sus dos últimos trabajos, los cuales, por cierto, fueron los mejores de sus respectivos años en esta página. Pero sigue siendo un gran álbum, lo que pasa es que el listón estaba muy alto.

8

Novedades musicales: enero 2022

Pensaba poner la primera recopilación del año un poco más tarde, pero he tenido que adelantarla por la cantidad de novedades que han salido en los últimos días. De hecho, contiene 50 temas. Y es que, de momento, discos no están saliendo, pero parece la que cosecha de los siguientes meses va a ser potente. Artistas consagrados como Mitski, Spoon, Destroyer, Fontaines D.C., Tears For Fears o Spiritualized publicarán sus nuevos trabajos en los próximos meses. Pero, además, las bandas medianas vienen pisando fuerte. Así, nos encontraremos con discos de shoegaze como los de Young Prisms o Blushing; indie-pop con bien de guitarras, como el de Kids On A Crime Spree y Artsick, o la electrónica molona de Boy Harsher -menudo pepinazo han sacado- y Blue Hawaii. Además, hay dos temas que me tienen completamente loco: la nueva maravilla que ha editado Kate Tempest, y esa mezcla de shoegaze y música dance que ha sacado SRSQ.

Espero que os guste.

  1. Jackie Down The Line – Fontaines D.C.
  2. Be the Hook – Pavement
  3. Rich – Yard Act
  4. Watching Strangers Smile – Parquet Courts
  5. You Will Never Work In Television Again – The Smile
  6. Say It – SASAMI
  7. Passing Stranger – Empath
  8. All Night Long – The After Hours
  9. Take It – The Reptaliens
  10. In The Eyes Of Our Love – Yumi Zouma
  11. It’s Only Dancin’ – Young Guv
  12. Look Again – Artsick
  13. Goods Get Got – Kids On A Crime Spree
  14. Honeydew – Young Prisms
  15. The Fires – Blushing
  16. I’ll Stick By You – The Chills
  17. Right Here – Partner Look
  18. Something Like Love – Andy Bell
  19. Crazy – Spiritualized
  20. Funny Girl – Father John Misty
  21. A White Actor – The Fisherman and His Soul
  22. Lonely – CMAT
  23. Lawn – Aldous Harding
  24. Remembering Me – Cate Le Bon
  25. Hotline – Lael Neale
  26. Aphelion – Arab Strap
  27. Everything Is Simple – Widowspeak
  28. Wild – Spoon
  29. Next to Normal – Lucius
  30. PIERCED ARROWS – Hurray For The Riff Raff
  31. Things will be fine – Metronomy
  32. Sky And I (Himlen) – Shout Out Louds
  33. Cut – Sondre Lerche
  34. Hard Drive Gold – alt-J
  35. Reproductive – Shamir
  36. Break The Man – Tears for Fears
  37. Worlds Unluckiest Guy – Swim Deep Feat. Hatchie
  38. El Desastre – El Último Vecino
  39. Fyodor Dormant – Beirut
  40. L’enfer – Stromae
  41. More Pressure – Kae Tempest
  42. Love Me More – Mitski
  43. There Must Be An Angel (Playing With My Heart) – Sing Libra
  44. Quarry – Barrie
  45. Saturnining – R. Missing
  46. Happy New Year – Let’s Eat Grandma
  47. Butterfly – Blue Hawaii
  48. Machina (feat. Mariana Saldaña) – Boy Harsher
  49. Someday I Will Bask in the Sun – SRSQ
  50. Tintoretto – Destroyer

Novedades 2021 (11ª Parte)

Sí, ya sé que todo el mundo está con el repaso a lo mejor del año y que está todo el pescado vendido. Por cierto, que estoy viendo cada lista por ahí que telita. Pero bueno, que yo sigo a mi rollo y el caso es que no quería dejar poner la última recopilación de novedades del año. Y menos cuando en ella hay temas tan jugosos como los de Nilüfer Yanya, Mitski, Superchunk, o Alex Cameron. Además de alguna sorpresa de lo más agradable que me he llevado en estas últimas semanas, como el pepinazo de Jockstrap, lo bueno que es el disco de Caliza, o lo bien que se le da a Triángulo de Amor Bizarro llevar a su terreno una canción de La Buena Vida.

Espero que os guste.

  1. Beach Ball / Cults
  2. Zenosyne / Caroline Loveglow
  3. Goodbye Vista / Deserta
  4. Where Do You Go / Day Wave
  5. Nine Stories / Hazel English
  6. Mona Lisa / Yumi Zouma
  7. Flush / Thyla
  8. Billy / Horsegirl
  9. When Can I See You Again? / Kids on a Crime Spree
  10. No, No Y No / Chavales
  11. Un Actor Mejicano / Triángulo de Amor Bizarro
  12. Traps / Bloc Party
  13. stabilise / Nilufer Yanya
  14. Halo / Loop
  15. Payday / Yard Act
  16. Concorde / Black Country, New Road
  17. Endless Summer / Superchunk
  18. In Need Of Repair / Band Of Horses
  19. Right Where I Belong / Brian Wilson feat. Jim James
  20. I’m Going in a Field / Massage
  21. A Kiss Like This / Saint Etienne
  22. Moderation / Cate Le Bon
  23. Good to Go! / Los Bitchos
  24. The Best Mistakes / The Divine Comedy
  25. Time Escaping / Big Thief
  26. Partner Look / Partner Look
  27. High As A Kite / Shout Out Louds
  28. Sara Jo / Alex Cameron
  29. Heavy Days / Still Corners
  30. The Only Heartbreaker / Mitski
  31. La transacción / Caliza
  32. Give Me a Reason / Boy Harsher
  33. Define Your Dreams / Azure Blue
  34. 50/50 / Jockstrap
  35. mememe / 100 gecs

Novedades 2021 (10ª Parte)

Supongo que está es la penúltima recopilación del año, y que antes de empecemos todos a recopilar lo mejor de este 2021, caerá otra. Aunque no aseguro nada, ya que todo dependerá de las novedades que salgan de aquí a un mes. En cualquier caso, vuelvo a dejar una con 40 temas -39 en Spotify, ya que Molly Nilsson tiene la sana costumbre de no subir sus novedades a la plataforma de streaming sueca-. Y es que, hemos tenido otro mes lleno de novedades jugosas, en el que me han sorprendido los temas de Animal Collective, Band of Horses, Mitski, o Midnight Oil y Tears For Fears, que han vuelto en muy buena forma. Además, bandas como Snail Mail, Nation of Language, o Chime School, siguen mostrándonos algunos de los temas que este viernes formarán parte de sus nuevos trabajos. Tampoco me olvida de Metronomy y su pegadizo nuevo single; de meter la mejor canción de Algora en años, o de las Hinds llevando a su terreno a Triángulo de Amor Bizarro.

Espero que os guste.

  1. Crutch / Band of Horses
  2. Terrified / Penelope Isles
  3. Moment Feed / Land Of Talk
  4. Ben Franklin / Snail Mail
  5. Baby Don’t Cry / Sunflower Bean
  6. Gutter / Hana Vu
  7. 3 / Thyla
  8. De la monarquía a la criptocracia / Hinds
  9. RHODODENDRON / Hurray for the Riff Raff
  10. Prester John / Animal Collective
  11. Change / Big Thief
  12. Waiting / TOPS
  13. Wait Your Turn / Chime School
  14. Rising Seas / Midnight Oil
  15. The Hardest Cut / Spoon
  16. Absolute Power / Molly Nilsson
  17. I’m So Tired / Deserta
  18. Ride / Dream Room
  19. Blame (feat.Miki Berenyi) / Blushing
  20. Crush / Hatchie
  21. Florence & Selena / Riki
  22. Call My Name (Feat. Robyn) / Smile
  23. Domesticated Dream / SUEP
  24. Just A Notion / ABBA
  25. Working for the Knife / Mitski
  26. The Tower of Montevideo / Damon Albarn
  27. The Tipping Point / Tears for Fears
  28. Ballarino / Mr. Twin Sister
  29. Frankie / Barrie
  30. It’s Good To Be Back / Metronomy
  31. Kiss of Life / Kylie feat. Jessie Ware
  32. Forget About You / Sally Shapiro
  33. No More Virgos / CMAT
  34. Screaming / CHVRCHES
  35. La destrucción del mundo / Algora
  36. The Grey Commute / Nation of Language
  37. Nuestros Restos / Caliza
  38. Goodbye / 122 North
  39. Electricity / Ibibio Sound Machine
  40. Born Yesterday / Arca feat. SIA

Mitski – Be The Cowboy

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Tras un mes de vacaciones, no encuentro mejor forma de recuperar la actividad del blog que con el nuevo disco de Mitski. Y es que, sin duda alguna, la cantante norteamericana se ha convertido en una de las grandes artistas de esta década. La culpa la tuvo “Puberty 2”, su cuarto trabajo y el disco que la catapultó a la fama hace un par de años. Ahí ya se podía ver que tenía un talento especial para contar historias y fabricar grandes canciones de indie-rock. Algo que confirma en su quinto trabajo, el cual, si nos fiamos de las primeras críticas que están saliendo, va camino de convertirse en el disco del año. Algo a lo que yo no voy a poner ninguna pega.

Be The Cowboy” es un disco que explora el dolor y la locura de las relaciones personales. Pero no os dejéis engañar, aunque esto pueda sonar deprimente, Mitski se saca de la manga un sentido del humor de lo más sarcástico. Como ejemplo tenemos esa ‘Lonesome Love’, donde deja claro que hay veces que es mejor estar sola que acompañada (“nobody fucks me like me”). O ese gran single que es ‘Nobody’, en el cual nos cuenta lo sola que esta con un ritmo de lo más bailongo y de la forma más alegre posible. Aunque, evidentemente, no todo el disco tira por ese camino, también sabe cuándo ponerse más intensa o cuándo tiene que sacar su vena más intimista. Es el caso de la épica y orquestal ‘Geyser’, con la que abre el álbum a lo grande. O de ‘Old Friend’, ‘Come Into the Winter’ y la maravillosa ‘Two Slow Dancers’, que forman parte de la faceta más reposada del disco.

Musicalmente, estamos ante un trabajo más ecléctico que los anteriores, y a sus habituales himnos de indie-rock crudo hay que añadir un poco de electrónica. Ahí está esa ‘Why Didn’t You Stop Me?’, donde se deja llevar una base de lo más sintética. Aunque, eso sí, no puede evitar que las guitarras distorsionadas tengan un poco de protagonismo en la canción. Algo que también ocurre en ‘Washing Machine Heart’, el otro tema con tintes electrónicos del disco. Y es que, le das un poco de distorsión y te hace maravillas. Prueba de ello son ‘A Pearl’ o ‘Remember My Name’, donde las guitarras rugen de la mejor forma posible. Y, por si esto fuera poco, también saca algo de tiempo para acercarse al soul clásico y sacarse de la manga un temazo como ‘Me and My Husband’. ¿Qué más se puede pedir?

8,5